ERC es el principal beneficiario del proceso soberanista

El desafío soberanista que Artur Mas lidera en Cataluña no beneficiará ni al presidente de la Generalitat ni a su formación, Convergència i Unió. Son sus socios de Esquerra Republicana quienes se perfilan como los grandes ganadores en Cataluña el 25 de mayo. Un electorado soberanista especialmente movilizado en un entorno de muy baja participación (en torno al 40-43%) daría a la formación de Oriol Junqueras una victoria sin precedentes desde la Segunda República. La ventaja de los republicanos sobre los convergentes asciende a 4,8 puntos, lo que convierte a ERC en la gran vencedora de los dos años de máxima tensión política entre la Generalitat y el Gobierno central.

Los votos de las dos principales fuerzas favorables a la consulta soberanista prevista para el 9 de noviembre, CiU y ERC, sumarían un destacable 45,8%, es decir, 14,1 puntos más que en 2009. Si además se le suman los votos de Iniciativa per Catalunya (9,4%), también dentro del pacto por el referéndum, un 55,2% de los votantes estarían apoyando fuerzas soberanistas.

El 25-M se perfila como la culminación del cambio de ciclo electoral en Cataluña. El PSC pasa de ser fuerza hegemónica a quedarse en el tercer puesto, Esquerra se convierte en primer partido y el frente más radicalmente antisoberanista se fragmenta con la irrupción de Ciudadanos, que desgasta seriamente al PP.

Las europeas se le resistían a CiU desde 1994 pero ahora no es el PSC quien puede arrebatarle el trono, sino Esquerra Republicana. Esta última formación rentabiliza así el proceso soberanista y saca partido de su estrategia de apoyar a CiU en la Generalitat sin entrar en el Gobierno. De esta forma, es la formación de Artur Mas la que asume el desgaste de gobernar en tiempos de recortes. Después de las elecciones habrá que ver si la dirección de Convergència i Unió acepta continuar asumiendo todo el desgaste o si intenta que ERC pase a tener consejeros dentro del Gobierno.

El PSC paga severamente los meses de titubeos ante el proceso soberanista y no consigue rentabilizar su propuesta de reforma federal pactada con el PSOE.

Entre fugas a ICV, a ERC, a Ciudadanos y a la abstención los socialistas se dejan 17,8 puntos, algo que influye decisivamente en los resultados del PSOE a nivel nacional.

También sufre, y mucho, el PP. Además de asumir un desgaste como partido de gobierno, los de Rajoy sufren en Cataluña importantes fugas a Ciudadanos, que nunca han tenido responsabilidades gubernamentales y buscan huir de la disputa entre izquierda y derecha. PP y Ciudadanos sumarían casi lo mismo que el PP en solitario en 2009. Ello permitiría a Ciudadanos entrar por primera vez en la Eurocámara.