El hijo de Adolfo Suárez sobre su padre: “El desenlace es inminente”
Suárez Illana explica que la previsión médica es que la muerte llegará antes de 48 horas La Reina: "Es horrible. Lo siento mucho. Es muy triste todo, igual que lo de Azkuna" Rajoy: "La familia debe saber que la inmensa mayoría de los españoles estamos con ellos"
Casi todo en Adolfo Suárez, el gran presidente de la recuperada democracia española, es irrepetible, único y atípico. Incluido el trance final de su vida. Adolfo Suárez Illana, el hijo de un jefe del Gobierno (1976-1981) que se convirtió en el personaje central de la Transición, compareció este viernes para anunciar que la muerte de su padre, de 81 años, es “inminente”, aunque nadie sabe cuándo llegará. Y esa inédita comunicación abrió paso a una especie de periodo de triste espera, en el que los representantes de la política y las instituciones glosaron, aún con timidez y respeto, puesto que no ha llegado el momento final, la importancia de un político que estuvo al mando del proceso más complejo y arriesgado desde la Guerra Civil española: el paso de la aislada dictadura franquista a una democracia europea que pocos años después, en 1986, entraría en la Comunidad Económica Europea.
El Rey, que maniobró para que Suárez fuera elegido presidente aún en plena dictadura —era secretario general del Movimiento— y antes de dar paso a las primeras elecciones democráticas, en 1977, que ganó, fue informado personalmente por Suárez Illana del agravamiento del estado de su padre, duque de Suárez, que sufre la enfermedad de Alzheimer desde hace años y había perdido la capacidad de reconocer incluso a sus familiares o recordar que un día fue presidente. Suárez Illana también habló con Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno. En una muestra de ese momento de respeto a una persona aún no fallecida y de una cierta cautela, Rajoy lanzó desde Bruselas un mensaje de apoyo a la familia sin entrar demasiado en la figura de Suárez. “Ojalá pueda superar esta situación. Vamos a esperar con serenidad el desarrollo de los acontecimientos. La familia debe saber que la inmensa mayoría del pueblo español está con todos ellos”, subrayó. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, fue un poco más lejos y señaló: “Ha llegado el momento de actualizar el espíritu de concordia, de diálogo, de saber construir [de la Transición]. La democracia española, que Adolfo Suárez ha contribuido a crear de manera excepcional, merece de todos un gran esfuerzo de reconocimiento”, remató.
El líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, quiso transmitir “su apoyo, el de todos los socialistas y el de todos los españoles” a la familia del expresidente. Rubalcaba, desde La Rioja, se declaró “profundamente entristecido”.
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, reconoció su figura y destacó que Suárez llegó a presentar su dimisión en 1980 para no “ceder a los chantajes de volver a la dictadura por parte de algunos sectores de la sociedad española”.
Con cuatro palabras pronunciadas al borde de las lágrimas —“el desenlace es inminente”—, Suárez Illana anunció que el ya crítico cuadro clínico de su padre se había complicado la madrugada de este viernes. La familia de Adolfo Suárez convocó a los medios en la clínica Cemtro de Madrid, donde permanece ingresado desde el pasado lunes, en la primera planta. Su hijo pronosticó un desenlace en “un horizonte que no supera las 48 horas”.
La Reina: “Es horrible, muy triste”
La Reina conoció en Guatemala la noticia sobre la inminente muerte del expresidente Adolfo Suárez. Muy afectada, comentó con un grupo de periodistas: “Es horrible. Lo siento mucho. Es muy triste todo, igual que lo de Azkuna [Iñaki, alcalde de Bilbao, fallecido este jueves]”, ha dicho en la capital del país centroamericano, en su último día del viaje de cooperación que inició el pasado lunes. Su llegada a España está prevista para este sábado.
Los Reyes entregaron a Suárez el toisón de oro, la máxima condecoración que entrega la Casa del Rey, en julio de 2008. Don Juan Carlos y doña Sofía acudieron a su casa para entregarle personalmente la condecoración, pero el primer presidente de la democracia española, que tenía entonces 75 años, no les reconoció debido al Alzheimer que padece desde hace años.
Suárez Illana tomó una fotografía de aquel encuentro: su padre y don Juan Carlos paseando por el jardín, de espaldas, mientras el Rey pasaba cariñosamente el brazo por la espalda del expresidente. “Es una foto de dos personas que han vivido muchas cosas juntas y han llegado al final del camino. Es también una foto en la que se ve el cariño del Rey hacia mi padre, un cariño y una lealtad que mi padre durante muchos años le demostró a Su Majestad”, declaró.
Suárez Illana logró, no obstante, transmitir un mensaje de serenidad. “En estos últimos días”, explicó en una sala repleta de informadores, “nos ha regalado más sonrisas quizá que en los últimos cinco años”. La enfermedad, recordó visiblemente conmovido, fue muy rápida, lo que impidió una “relación intelectual” del expresidente con la familia. Pero en todo momento se mantuvo una relación emocional. “La mirada picarona”, rememoró, “se ha mantenido hasta el final”.
Suárez Illana tuvo también unas palabras de agradecimiento a don Juan Carlos. Gracias al Rey, destacó, su padre “pudo hacer lo que más le gustaba”.
Este viernes, ante la enorme expectación creada por el anuncio, se generó cierto debate sobre la inminencia del desenlace. A primera hora de la tarde fuentes médicas apuntaron que estado de salud del expresidente no había evolucionado. Pero todos coinciden en lo que transmitió Suárez Illana. Esto es, la muerte del expresidente puede producirse en cualquier momento. Los familiares, que rodean al duque de Suárez en sus últimas horas y que este viernes acudieron a Madrid procedentes de Ávila, llevan 11 años preparándose para este momento.
Nadie vio durante el día al expresidente, debido a la extrema intimidad con la que la familia vive estos momentos. Santiago González, jefe de prensa de UCD y asesor de Adolfo Suárez entre 1976 y 1982, acudió a la clínica por la mañana, donde, tras acompañar a la familia, glosó la figura del exjefe del Ejecutivo. “Probablemente ha sido el político más importante que ha tenido la democracia española en los últimos tiempos por el cambio que hizo en la Transición”, consideró. “Pasamos unos avatares en la Transición muy difíciles, tanto con el Ejército como con la Iglesia como con los sindicatos. Y todos ellos han reconocido su tarea después”, rememora González, que asegura que estuvo “a su lado” el 23-F durante el intento de golpe de Estado de Tejero.
Él le visitó por última vez en Navidades y, conmovido, recordó este viernes que el expresidente le “confundía con otros personajes políticos de la Transición”.
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