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Mohamed VI aspira a que el pederasta cumpla la condena en España

El monarca alauí revoca el indulto al pederasta por la gravedad del crimen El palacio real de Rabat pactó con el Gobierno de Madrid el texto del comunicado El texto justifica la rectificación por “la gravedad de los crímenes” Para el martes está convocada una gran manifestación en Casablanca

Manifestantes de Agadir, el sábado por la tarde. El cartel reza: No al indulto concedido a un violador de niños.
Manifestantes de Agadir, el sábado por la tarde. El cartel reza: No al indulto concedido a un violador de niños.

El rey de Marruecos ha tomado esta noche una decisión sin precedentes: revocar su indulto a un preso, al pederasta español Daniel Galván Viña, de 63 años, que había sido condenado a 30 años en el país magrebí por abusar de 11 niños y que fue excarcelado el martes. Galván, que es un antiguo espía, entró en España el jueves, a través de Ceuta, y desde entonces está en paradero desconocido.

"Su Majestad (...) ha decidido proceder a la retirada del indulto", anunció anoche un comunicado de la Casa Real marroquí. Esta revocación se toma a causa de "las deficiencias que han marcado el precedimiento" del indulto y "a la gravedad de los crímenes cometidos y al respeto de los derechos de las víctimas".

Mohamed VI dio, por último, instrucciones a su ministro de Justicia, Mustafa Ramid, para que "examine con su homólogo español las consecuencias de la retirada del indulto".

Esta frase fue negociada a lo largo del domingo entre el palacio real marroquí y el Gobierno español. "Abre la vía para que Rabat solicite que el pederasta purgue en una cárcel española" los 28 años de condena de los que le eximió la gracia real, señala Alberto Navarro, embajador de España en Marruecos.

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Galván Viña no puede ser extraditado a Marruecos porque es ciudadano español. "En virtud del convenio hispano-marroquí de colaboración en materia penal sí puede, sin embargo, cumplir en España la condena que le fue impuesta en Marruecos", añade Navarro. De hecho, el pederasta había solicitado, como puede hacerlo cualquier preso español en Marruecos, ser transferido a una cárcel española, pero el traslado se convirtió, hace seis días, en indulto.

Mohamed VI se ha visto así, por primera vez, forzado por la opinión pública a dar explicaciones y a revocar un indulto para intentar sortear la que es descrita como su mayor crisis política interna —Perejil fue, en 2002, un conflicto externo— desde que accedió al trono, hace 14 años.

El indulto real que concedió, el martes, al pederasta español, de origen iraquí, indignó a gran parte de la sociedad civil marroquí, que se echó a las calles de varias ciudades para protestar.

El soberano alauí mandó leer en las televisiones públicas, en la noche del sábado, un primer comunicado en el que aseguró que "jamás fue informado (...) de la gravedad de los crímenes abyectos por los cuales fue condenado [Galván Viña]". De haberlos sabido, "jamás habría consentido".

Los dos comunicados han producido alivio en el Gobierno español, que desde el jueves temía que Rabat intentase salir del apuro endosando a España la responsabilidad de la inclusión del pederasta en la lista de los indultados.

"El escándalo del pederasta indultado reúne elementos para que se convierta en una crisis marroquí e hispano-marroquí", advertía, por ejemplo, en Twitter, Haizam Amirah Fernández, investigador del Real Instituto Elcano. Su opinión era compartida por otros muchos analistas.

"Afortunadamente, hemos sorteado el escollo", se alegraba un diplomático español. Tras recordar que Mohamed VI es el "primer protector de los derechos de las víctimas", el comunicado real anuncia que el monarca ordenó una "profunda investigación" para "identificar a los responsables" del desaguisado. También dio instrucciones al ministro de Justicia para que haga propuestas para reformar los indultos.

Los inusuales comunicados, que no tienen precedentes, rebajaron algo la tensión, pero resultan insuficientes a ojos de muchos marroquíes que llevan días protestando. Le pedofilia es un tema sensible en Marruecos desde hace años, porque hay conciencia de que existe un turismo sexual del que son víctimas los niños. "Mohamed VI no presentó sus disculpas a las familias de las víctimas de Danel Galván ni al conjunto de la población marroquí", resalta el diario electrónico Lakome, resumiendo una opinión bastante generalizada. El segundo gran reproche que circula por las redes sociales es que el monarca "no es aparentemente responsable de lo que él mismo firma".

A lo largo del fin de semana hubo manifestaciones concurridas de protesta, como en Nador, o con menos afluencia, como en Agadir. Apenas se registraron incidentes. Los antidisturbios debían de haber recibido instrucciones para usar menos las porras.

Mañana por la noche quedará claro si esta ola de indignación que sumerge a Marruecos desde el jueves empieza a difuminarse o sigue adelante. A través de las redes sociales se ha convocado para ese día una gran manifestación nacional en Casablanca.

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