Aguirre desafía la política de Rajoy ante la inquietud de los barones

El Consejo de Ministros del viernes ha dejado al PP en estado de shock. Ese día el equipo de Mariano Rajoy auguró que en 2015 dejará España con bastante más paro del que se encontró al llegar. En ese ambiente de zozobra interna, que Mariano Rajoy ya ha vivido otras veces, reapareció como es habitual la que fue durante años su gran rival interna, Esperanza Aguirre. Aunque ha abandonado la primera línea y ya no tiene el enorme poder que le daba liderar la Comunidad de Madrid, Aguirre sigue siendo presidenta del PP madrileño, está en todos los órganos clave y trata de mantener su influencia. Y ayer puso voz a muchos de los miembros del PP, sobre todo del ala más liberal, que están muy molestos con el Gobierno, que sigue subiendo los impuestos —acaba de prorrogar un año la subida del IRPF— contraviniendo su programa.

Aguirre lanzó su abierto desafío a Rajoy al pedirle que cambie el rumbo. Y lo hizo con un lema que genera también suspicacias internas: “Hay alternativa. Y es la apuntada en el programa electoral del PP”. Muchos ven a Aguirre como alternativa a Rajoy, aunque ella nunca se animó a dar ese paso y ahora, ya sin el poder de antaño y con el presidente en La Moncloa, parece aún más lejana esa posibilidad.

Aguirre no encabeza un sector de barones del PP, que también están inquietos, pero por otras razones. Ella siempre fue por libre. Sin embargo, esta vez diversos líderes regionales, a su manera, más discretamente, están trasladando a la cúpula y a La Moncloa una gran preocupación. La cifra del paro —6,2 millones—, sumada a los negros augurios del viernes, hacen temer a muchos que lleguen las elecciones autonómicas sin que haya recuperación.

Pese a que todos ven al PSOE muy débil, temen que si se recupera un poco la debacle del PP puede ser enorme, con plazas históricas en juego como Madrid y la Comunidad Valenciana y otras recién conquistadas en riesgo, como Castilla-La Mancha. La preocupación existe, y las dudas con la política del Gobierno también. Aunque nadie se anima a decirlo como Aguirre y son pocos los que asumen sus recetas.

Los barones temen por el resultado en la cita las autonómica de 2015

Aguirre lanzó la idea de que hay alternativa a la política que está llevando Rajoy, y fue muy clara tanto en su comentario en su blog personal, como en su intervención en la Cadena COPE, como en sus palabras ayer en una convención en Portugal. “Lo peor que les puede pasar al Gobierno y a los ciudadanos es caer en una actitud fatalista. Que piensen que la crisis es tan difícil que primero se llevó por delante a los socialistas y ahora el PP no acierta a remontarla. Que crean que no hay ninguna alternativa para salir del hoyo. Sí hay alternativa, y está en el espíritu y la letra del programa electoral del PP”, clamó.

En el coloquio de Estoril, ayer, abundó en esa línea al revelar los motivos de su entrada en política en 1983: “Sentí que se debía oír una voz liberal. Y hoy, treinta años después, siento que esa voz es más necesaria que entonces, que se debe oír aún con más intensidad”. El encuentro se titulaba “Crecimiento, innovación y sustentabilidad”, en el que estuvo acompañada por especialistas internacionales en medicina, sociología o economía aplicada. Aguirre, en su turno de palabra, se definió así: “Yo no soy experta, y lo que yo puedo aportar aquí me viene de mi experiencia personal como gobernante en puestos de relevancia. Soy una exdirigente política”, informa Antonio Jiménez.

La líder del PP de Madrid encabeza el sector liberal y de la derecha mediática

Para Aguirre, lo único que deben hacer todos los gobiernos y en particular el de Rajoy es seguir ese programa liberal en vez de contradecirlo subiendo impuestos. ¿Y cómo seguirlo? Recortando mucho más, reduciendo el peso del Estado. “Hasta ahora se ha intentado reducir el déficit público aumentando los impuestos, y la experiencia de estos meses ha demostrado que esas subidas de impuestos no han servido para incrementar los ingresos”, explica Aguirre. En realidad el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explica que es esa subida la que ha permitido cumplir con Bruselas. Pero Aguirre va más allá: “Ha llegado la hora de explorar la otra variable: la reducción de los gastos estaba en el programa del PP con el que consiguió una clamorosa mayoría. Eso supone acometer una reforma radical y sin precedentes de las Administraciones públicas. Y eso sí que es una alternativa. Ha llegado la hora de aplicarla: reducir el peso del sector público para que llegue el dinero a empresarios y familias para sacar a España de la crisis”.

Aguirre recurre así a su apuesta liberal tradicional. En este momento, internamente, la expresidenta de Madrid no supone un contrapoder real a Rajoy. De hecho, es Ignacio González, su sucesor, quien sí controla un gran presupuesto y ejerce ese poder de influencia sobre el Ejecutivo y marca agenda con sus privatizaciones de hospitales públicos, su modelo educativo con zona única, su euro por receta o su apuesta por Eurovegas. González, pese a sus tradicionales diferencias con Rajoy, ha apostado por un perfil más discreto que Aguirre y evita criticar abiertamente al Gobierno.

La expresidenta, sin embargo, sí representa a un sector del PP, muy activo en medios de comunicación, que exige a Rajoy más dureza en los recortes, más decisión a la hora de hacer la reforma de la Administración que lleva 16 meses retrasando y que ahora ha prometido presentar en junio.