Haidar detalla al juez los intentos de Marruecos de “eliminar” a los saharauis
La activista pide a España “apoyo político más avanzado” a la independencia del Sáhara
La célebre activista saharaui Aminatu Haidar ha acudido a la Audiencia Nacional para declarar como testigo en la causa abierta desde 2007 por genocidio y torturas contra 13 altos cargos del Gobierno de Marruecos. Haidar, tocada con un pañuelo de rayas moradas, ha permanecido durante dos horas en el despacho del titular del Juzgado de Instrucción número 5, Pablo Ruz, que heredó la causa de su antecesor, Baltasar Garzón. En este tiempo, la activista ha puesto sobre la mesa los supuestos intentos del reino magrebí de “eliminar” al pueblo saharaui. “He ofrecido datos concretos sobre torturas y sobre dónde están hoy los responsables, espero que se haga justicia”, ha afirmado Haidar a los medios de comunicación a las puertas de la Audiencia Nacional.
La causa parte de una querella interpuesta en septiembre de 2006 en la Audiencia Nacional por cuatro militantes independentistas saharauis, que denunciaron distintos episodios de desapariciones y torturas ocurridos entre 1976 –tras la marcha verde en la que España salió de su antigua colonia- y 1987, aunque Haidar ha señalado que estas violaciones de los derechos humanos se prolongaron hasta 1991.
Haidar ha dado al juez Ruz su “testimonio personal” de casos de “actos violentos, maltrato y abusos incluso sexuales contra mujeres saharauis”. La querella responsabilizaba inicialmente a 31 marroquíes de la desaparición de 542 personas desde 1975. Sin embargo Garzón redujo a 13 el número de querellados. Entre ellos se encuentra Hosni Bensliman, jefe de la Gendarmería Real con el fallecido Hassan II y con el actual monarca Mohamed VI. Bensliman, condecorado en España por su contribución a la lucha antiterrorista está buscado por Francia por su supuesta implicación en el asesinato del opositor Mehdi Ben Barka en 1965. Otros querellados son Abdelhafid Ben Hachem, exdirector de Seguridad Nacional, ya jubilado o Hariz el Arbi, máximo jefe policial de Dajla, la antigua Villa Cisneros.
Haidar ha sido recibida en la puerta por una decena de simpatizantes de la causa independentista saharaui, que han lanzado gritos de “Marruecos culpable, España responsable” y “viva la lucha del pueblo saharaui”.
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