España ampliará por 100 millones el aeropuerto de Argel

La agenda económica desplaza cada vez más a la política en los viajes de Mariano Rajoy. La primera visita del presidente español a Argelia se hizo coincidir ayer con la firma de hasta siete contratos con empresas españolas. Los más importantes, la ampliación del aeropuerto de Argel, valorado en unos 100 millones, que diseñará un consorcio liderado por la firma de ingeniería Prointec —participada mayoritariamente por Indra— y la construcción de 20.000 viviendas por parte del Grupo Ortiz y Assignia. Estos últimos contratos son consecuencia del protocolo firmado en noviembre pasado por el Ministerio de Fomento para la construcción de 50.000 viviendas.

En su bienvenida a Rajoy, el primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, instó a las empresas españolas a “hacer más para explotar las oportunidades que le han sido otorgadas y aprovechar más las enormes potencialidades” de los planes de desarrollo de su país. Unas 200 compañías españolas operan en Argelia, pero tropiezan con la exigencia de tener un socio mayoritario local y con el clima de inseguridad que aún persiste. En marzo está previsto celebrar una cumbre empresarial hispano-argelina en Argel.

Las exportaciones españolas han crecido un 35%, pero la balanza comercial, de unos 8.000 millones anuales, sigue siendo muy deficitaria para España, debido al peso del gas. A través de Medgaz, el gasoducto submarino que une los dos países, Argelia suministra más del 40% del gas que consume el mercado nacional. Los dos Gobiernos abordaron ayer la prolongación del gasoducto que llega a Almería para enlazarlo con las redes europeas y el reciente vuelco en el accionariado de Medgaz. Con la venta del 32% en manos de las españolas Iberdrola y Endesa, la belga Fluxys se ha convertido en la primera accionista. No obstante, fuentes de Industria advirtieron que Cepsa, con un 20% de Medgaz, podría impugnar la operación, al no haber podido ejercer su derecho de tanteo.

Rajoy llegó a Argel acompañado por los ministros de Exteriores, Interior, Industria, Educación y Fomento; así como el secretario de Estado de Comercio, para relanzar las relaciones bilaterales, ya que no se celebraba una reunión de alto nivel desde 2010. De hecho, la entrevista que mantuvo Rajoy con el presidente argelino, Abdelatif Bouteflika, en el palacio de Almuradía, fue la primera entre ambos.

Los dos mandatarios abordaron la crisis de Malí, donde Argelia pone reparos a una intervención militar africana, con apoyo europeo, para desalojar a los grupos yihadistas que controlan el norte del país. “Si se puede evitar [la intervención militar], no se hará”, dijeron fuentes gubernamentales, pese a insistir en el riesgo de que Malí se convierta en un foco exportador de terrorismo.

No menos equilibrios hizo Rajoy con el conflicto del Sahara, que enfrenta a Marruecos con Argelia. “Nuestra posición es la de siempre. Decimos lo mismo aquí y en todas partes: queremos una solución negociada y mutuamente aceptable”. Ante la acusación de que el PP se ha escorado en favor de Rabat tras llegar al poder, las mismas fuentes insistieron: “Estaremos a lo que diga la ONU”. España mantiene la recomendación de que no acudan cooperantes españoles a los campamentos saharauis de Tinduf, donde fueron secuestrados tres de ellos.