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“Trabajas en negro por dinero y por salud mental”

Aina Guinard, parapléjica y bióloga con dos másters, lleva dos años en paro

Clara Blanchar

Hace dos años que Aina Guinard se quedó en paro. Una licenciatura en Biología y dos másteres no son suficientes en estos tiempos de sangría laboral. Trabajaba en una oficina de información ambiental para una administración pública, pero finalizó el periodo del concurso que había ganado una empresa privada. Con los recortes, no se volvió a convocar el concurso: el servicio desapareció. El paro se le terminó en agosto pasado y pidió los 400 euros del Plan Prepara dentro de plazo: "Son 15 días, ni uno más ni uno menos, si te pasas, los pierdes", alerta.

Son 400 euros que en su caso representan el alquiler. Sin pareja ni hijos, paga 300 euros por un piso compartido en Barcelona. Guinard es parapléjica y aunque se declara completamente autónoma, no puede vivir en cualquier barrio (no si las calles son empinadas) ni en cualquier piso (tiene que tener ascensor sí o sí). Si el Gobierno retira esta ayuda, tendrá que volver a casa de su madre. "Con su pensión deberá asumir parte del coste de mi vuelta a casa", dice Guinard, que tiene otro hermano en paro y su hermana es interina, así que teme lo peor. "Por lo menos ellos tienen pareja, quieras que no amortigua".

Durante estos dos años de paro ha trabajado en negro. "Al principio no quieres hacerlo, pero pasa el tiempo, te olvidas de contratos fijos, los temporales a veces son engaños y los criterios se van rebajando. Primero por cuestión económica, de supervivencia, pero también por salud mental, porque necesitas trabajar". Ella ha estado sin contrato en empresas de traducción y de publicidad: "Nada que ver con lo mío".

Guinard ha reducido todos los gastos al mínimo. Ya no tiene donde recortar. Apenas toca el coche y si tiene que hacerlo aprovecha el viaje para varias gestiones. Todavía tiene algo de ahorros. "Tenía un buen sueldo y no me metí en créditos ni hipotecas".

Pese a su situación, asegura que no necesita tanto como observa en su entorno. "Vivo de forma sencilla, no tengo ni el último móvil, ni un ordenador blanco con una manzana… y llevo muchos años comprando de segunda mano y en mercados de intercambio", explica, y opina que "mucha gente debería comenzar a renunciar a cosas".

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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