El presidente balear da marcha atrás en el cierre de dos hospitales
Bauzá exhibe la lucha contra la corrupción en el Parlamento, presidido por un imputado
El presidente balear, José Ramón Bauzá, ha anunciado en el debate sobre el estado de la autonomía una rectificación en su plan de recortes. No cerrará como anticipó meses atrás dos hospitales medianos y tradicionales de Mallorca, el Caubet-Juan March y la Sang-General, cuyas plantillas y usuarios han efectuado una dilatada campaña de protesta.
El presidente conservador, también ha hablado de la libertad de la elección de la lengua en la escuela, entre catalán y castellano “sin embudos y que no tengan escalofríos (a la izquierda). Digo sí a la libertad y no a la imposición.” Ha defendido “el derecho de los padres a elegir la lengua de primera enseñanza de sus hijos, que responde al cumplimiento estricto de las leyes.”
Bauzá se ha jactado de que su partido cumple el código ético interno porque impidió a los imputados figurar en sus listas y ha matizado que los actuales cargos públicos, si son imputados por un juez —sin medidas cautelares— han de ponerse a disposición del partido. Ahí está el problema interno y público del partido mayoritario en la comunidad.
Pere Rotger, presidente de la Cámara legislativa, está imputado en el caso Over MC de supuesta financiación ilegal del PP en las elecciones de 2003 y 2007. Rotger —sin medidas cautelares— no ha dimitido y la izquierda cuestiona su postura de seguir presidiendo el Parlamento y mantenerse como segunda figura institucional de la autonomía.
José María Rodríguez, presidente del PP de Palma y exdelegado del Gobierno en Baleares, imputado en el mismo escándalo y en idénticas circunstancias que Rotger, también se rebela contra la postura "inflexible" del líder del PP y presidente del Gobierno. La portavoz del grupo parlamentario del PP, Mabel Cabrer, está bajo la lupa de la Fiscalía Anticorrupción en este caso. Cabrer, aún antes de ser imputada ya anunció que dimitiría si es implicada.
El “cambio” ha sido el concepto más repetido, decenas de veces por el presidente Bauzá al leer su discurso, con ciertas dificultades expresivas y lentitud porque el catalán no es su lengua habitual. “Cambiar” fue un verbo que usó como lápida para tapar el pasado. El ataque y la descalificación de la izquierda PSOE-PSM-IU-V, que gobernó entre 2007 y 2011 fue constante. El presidente balear ha hablado de la “caótica y dramática situación” que dejó en herencia.
En su intervención, Bauzá ha proclamado que, en 17 meses, ha sucedido “un cambio histórico” y ha detallado ejemplos que cree de despilfarro y mala gestión de proyectos “faraónicos” de sus antecesores. Ha dado por muerto el proyecto de tren Manacor-Artà, interrumpido más allá de la mitad de su ejecución, con una inversión de 200 millones de euros. “Es un proyecto inviable económicamente y socialmente", ha dicho. Por falta de masa crítica de usuarios y apoyo del Estado.
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