Otra zódiac similar a la hundida retrasó el rescate de los náufragos de Motril
Marruecos interceptó 60 inmigrantes a las cuatro horas de la alarma de Frontex
El tiempo es oro en un naufragio. En el de la patera que se partió en dos el pasado jueves causando la muerte a 14 inmigrantes, una mayor rapidez en el rescate hubiera podido salvar muchas vidas. Pero el trabajo de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil sufrió un contratiempo que lo retrasó. Cuatro horas y 20 minutos después de que un avión de la Agencia Europa de Fronteras (Frontex) fotografiara una zódiac cargada de subsaharianos que podría ser la que se hundió, una patrullera marroquí recogió en esa misma zona a 60 personas, lo que pudo desviar la atención de la patera naufragada al pensar que los inmigrantes ya habían sido rescatados. Los náufragos, entre los que se encontraban ya 14 cadáveres no fueron localizados hasta las 14.38 del jueves. Habían pasado más de 13 horas después de que se tomara esa imagen.
La foto, captada por un avión maltés de la Operación Indalo del Frontex, fue sacada a la 1.20 de la madrugada del miércoles al jueves. Se trataba de una embarcación semirrígida cargada de inmigrantes muy similar a la que naufragó. Se tomó a unas 62 millas al sur de la costa de Granada, dentro de la zona de rescate marroquí. Se aproximaba lentamente a la península a una velocidad de seis nudos con rumbo norte.
El anuncio de Frontex puso en alerta a los servicios de rescate españoles, pero solo cuatro horas y veinte minutos después, a las 5.40, las autoridades marroquíes comunicaron a las españolas que una patrullera de ese país había interceptado otra patera de las mismas características que la de la foto en esa misma zona. Llevaba 60 personas a bordo que fueron conducidas a Marruecos.
Fuentes de la Guardia Civil aseguran que, hasta el momento, se desconoce si la barca fotografiada por el Frontex fue la rescatada por los marroquíes o la que finalmente naufragó y cuyos supervivientes fueron salvados por la lancha de Salvamento Marítimo española Salvamar Hamal con la colaboración de miembros del instituto armado, pero admiten que la operación llevada a cabo por la patrullera de Marruecos pudo crear cierta confusión que retrasó la búsqueda de los náufragos. A pesar de ello, Salvamento Marítimo mantuvo la alerta mientras se confirmaba si la barca interceptada por Marruecos era la avistada por el servicio de rescate europeo.
El avión de salvamento español Sasemar 101 no localizó la patera hundida hasta las 14.38 del jueves, cuando lanzó una balsa salvavidas a los supervivientes. Se encontraban 20 millas más al sur del punto donde el avión captó la imagen, a 11 millas al este de la ciudad marroquí de Alhucemas. La Guardia Civil asegura que la corriente y el viento empujaban hacia el norte, luego el mar no los pudo llevar hasta allí. Así que, o era una patera distinta de la de la foto o sus tripulantes la pusieron proa a Marruecos cuando empezaron a tener problemas.
Cuando la Salvamar Hamal llegó al lugar, se encontró con que la patera estaba rota longitudinalmente por la quilla y que las tablas rígidas de su bañera se habían partido, probablemente por el sobrepeso. Con los 14 cadáveres y los 18 supervivientes a bordo, estos últimos refugiados en la bodega, sus tripulantes recibieron la orden de poner rumbo al puerto de Alhucemas, algo inusual en este tipo de operaciones, según fuentes de Salvamento Marítimo.
Allí se encontraba todo un dispositivo formado por varias ambulancias y coches de policía para hacerse cargo de los inmigrantes, en cuyo rescate también participaron dos patrulleras marroquíes y la embarcación Río Miño de la Guardia Civil. Pero “una orden de arriba”, según los que presenciaron la situación, les impidió desembarcar a los heridos. Los marroquíes solo se quedaron con uno que, según los rescatadores, no se encontraba peor que los demás. El resto fue conducido 80 millas al norte, al centro de detención y primera acogida del puerto de Motril.
Otros quince inmigrantes rescatados
Salvamento Marítimo rescató ayer a quince inmigrantes que viajaban a bordo de dos pateras y los trasladó hasta el Muelle Sagrado Corazón del puerto de Tarifa (Cádiz). La primera embarcación, con siete subsaharianos, fue auxiliada a nueve millas al suroeste de Tarifa a las 11.47 horas. Minutos después fueron rescatadas otras ocho personas en una segunda patera. Mientras tanto, en el cementerio de Motril (Granada) fueron ayer enterrados los últimos siete inmigrantes de los 14 que murieron el jueves cuando trataban de llegar en patera a España. Otros siete habían sido enterrados el día anterior. Entre los 14 fallecidos había dos mujeres de unos 25 años y doce varones, de los que ocho tenían unos 30 años, dos unos 18 y otros dos estaban en torno a los 16. El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Motril acudió ayer al centro de detención y primera acogida del puerto de esa ciudad, donde se encuentran recluidos los supervivientes desde su rescate. Solo dos de ellos contaban con documentos de identidad de sus respectivos países —Togo y Guinea Conakry— aparentemente verdaderos. Tras comprobar que ninguno de los inmigrantes tenía arraigo en España, ordenó la reclusión de los mayores de edad, que fueron conducidos al Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) de Tarifa (Cádiz). Una menor de edad (15 años) fue puesta a disposición de los servicios sociales de la Junta de Andalucía y conducida a un centro de menores de Granada. La única mujer embarazada de la expedición, tras ser dada de alta en el hospital Santa Ana de Motril (donde se le realizó una exploración ginecológica), fue conducida a una casa de acogida de Cruz Roja. El personal sanitario que las asistió considera que pudieron ser víctimas de trata en Marruecos.
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