Mas rompe en solo 24 horas el pacto autonómico sobre el déficit
Considera “irreal” el límite del 0,7% para las autonomías que firmó en el Senado
La imagen de unidad que Mariano Rajoy transmitió al término de la Conferencia de Presidentes en la lucha contra el déficit quedó ayer en entredicho con la versión del encuentro aportada por Artur Mas. El presidente de la Generalitat tachó de “irreal” el límite de déficit que se ha impuesto a las comunidades autónomas para el año que viene y adelantó que difícilmente se va a cumplir, especialmente si el Gobierno no paga las deudas que mantiene con estas administraciones y singularmente con Cataluña. Quedó roto así, de facto, y en menos de 24 horas después de su firma, el único acuerdo alcanzado en la Conferencia de Presidentes.
Mas no cuestionó la voluntad de todos para cumplir los objetivos de déficit pactados con la Unión Europea, pero sí la forma como se distribuyen estas metas entre la Administración central las y autonomías. Para 2013 el déficit global de España no debe superar el 4,5% del PIB. La Administración central se reservó 3,8 puntos de este déficit y para las autonomías fijó el 0,7%. La Conferencia de Presidentes acordó el martes estudiar un nuevo reparto para 2014. Para Mas eso no es suficiente y reclamó que ya en 2013 haya un reequilibrio. Incluso concretó hasta donde se debería flexibilizar. En opinión de Mas, el objetivo de déficit de las autonomías debería ser el equivalente al peso de su gasto sobre el total del sector público: cerca de un tercio. Es decir, las autonomías deberían tener un techo de déficit en torno al 1,5% en lugar del 0,7%.
El presidente catalán defiende que las comunidades puedan doblar el desfase en sus cuentas
El presidente catalán dejó claro qué cree que ocurrirá si no se actúa en esta dirección: no se cumplirán los objetivos de déficit y la imagen de las autonomías saldrá más perjudicada, aseguró. “La actual distribución del déficit es irreal y muy peligrosa porque puede desestabilizar la cohesión social”, dijo, insistiendo en que las competencias en educación, sanidad y servicios sociales recaen sobre las autonomías. Mas quiso transmitir el mensaje de que esta visión generó apoyos en el seno de la Conferencia de Presidentes, citando a los presidentes socialistas, y aseguró que alguno del PP le hizo llegar su apoyo.
El acuerdo de mínimos alcanzado sobre este asunto y sobre la contención del gasto fue el principal argumento que esgrimió Rajoy para recalcar que las Administraciones españolas están unidas contra el vendaval del déficit público. Algunos presidentes también resaltaron la importancia de la “unidad de España” en lo que muchos interpretaron como una discreta pulla a la vía soberanista que ha emprendido el presidente catalán. Mas no dejó pasar la oportunidad de responderles ayer en público. “A Cataluña le interesa dar un mensaje de seriedad y de responsabilidad, no de unidad”, dijo, argumentando que “esto de la unidad nacional no es una prioridad para nosotros”.
El compromiso de Cataluña con el déficit del 0,7% en 2013 es a día de hoy una incógnita. Si bien Mas dejó clara su intención de trabajar en este sentido, también sostuvo que su cumplimiento depende de que el Gobierno pague a la Generalitat lo que le adeuda y que haga normativas “no invasivas a nivel competencial” para abaratar el coste de los servicios que presta. La Generalitat calcula que la deuda del Estado con Cataluña ascenderá en 2013 a más de 3.139 millones correspondientes a las obras públicas no ejecutadas entre 2008 y 2010 y al fondo de competitividad, que sí se ha incluido en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
A pesar de que las cuentas elaboradas por el ministro Cristóbal Montoro incluyen el pago de ese fondo —aunque sin concretar la cantidad—, el Ejecutivo de Mas recela del proyecto. Ayer el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, aseguró que los Presupuestos “están construidos” sobre la previsión de que la economía española el año que viene se contraerá el 0,5%, lo cual consideró “una predicción muy optimista”. Y ello, razonó, “tensionará toda la estructura” de las cuentas públicas.
“La unidad nacional no es una prioridad para nosotros”, dice Mas
El consejero catalán, que ayer almorzó con empresarios en el Círculo Ecuestre de Barcelona, aseguró que España será rescatada en “cuestión de semanas” y puso énfasis en las condiciones que le exigirán los socios europeos, en especial Alemania, Holanda y Finlandia. Mas-Colell previó que la UE va a requerir al Gobierno de Rajoy seguir con la reforma del sistema de pensiones; una reestructuración del sector público y de las “compensaciones” de los funcionarios, y una reforma de la “financiación de la sanidad” pública. “No creo que sea viable entrar en un régimen de rescate con ayudas de Alemania y Holanda y tener un sistema sanitario más amplio y gratuito que ellos”, afirmó.
En el almuerzo, Mas-Colell trató de tranquilizar a los empresarios sobre el proceso hacia una consulta sobre la autodeterminación. El consejero garantizó que sería negociado, recordó que no necesariamente debía acabar en la independencia, sino que se podía parar en “puntos intermedios”, y dijo que quien pilote esa “transición” lo hará pensando en la “estabilidad económica” y las preocupaciones del “mundo empresarial”, que hasta ahora es el más reacio a ese debate. Eso sí, Mas-Colell apostó por que el referéndum se celebre “lo antes posible” para normalizar el debate.
Aunque Mas rehuyó expresamente el debate soberanista en la Conferencia de Presidentes, ayer aportó detalles sobre sus planes si resulta reelegido el 25 de noviembre. Mas dijo que pedirá al Gobierno celebrar un referéndum, y si este se opone, buscará la “comprensión de la comunidad internacional”. Aseguró estar dispuesto a entrevistarse con gobiernos europeos en busca de apoyo y también que utilizará los diferentes “marcos legales” según le convengan: “No solo están las leyes españolas, sino también la legislación internacional”. Los nacionalistas consideran que la comunidad internacional empujará para que haya algún tipo de consulta como se hizo en Quebec o Montenegro o como se hará en Escocia.
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