Trasladan al Peñón de Alhucemas a tres embarazadas y a tres menores
Otros 10 subsaharianos permanecen en la Isla de Tierra, donde reciben ayuda humanitaria Las autoridades califican la situación de "complicada" por la proximidad a Marruecos El delegado del Gobierno en Melilla asegura que no se puede ceder al chantaje de las mafias
Los peñones y las islas siguen siendo la nueva entrada de los sin papeles en España. Tres mujeres embarazadas y tres menores —del total de 16 subsaharianos que llegaron este miércoles a la Isla de Tierra, un pequeño islote de soberanía española deshabitado y situado frente a la costa marroquí— han sido trasladados al Peñón de Alhucemas, donde hay desplegada una pequeña guarnición militar. Los otros 10 adultos permanecen en el primer islote, y aún se desconoce si las autoridades los llevarán a Melilla o a la Península.
Abdelmalik El Barkani, delegado del Gobierno en Melilla, ha asegurado a raíz de esta situación que no se puede ceder al chantaje que emplean las mafias que trafican con seres humanos, y que apelan a la fibra humanitaria de España para abrir nuevas vías de entrada en el territorio español. El Barkani ha puntualizado que el Estado español presta una atención "digna" a todos los inmigrantes que llegan de manera irregular, pero se debe replantear la consideración que se otorga a quienes llegan "violentando las fronteras" por la fuerza o "prestándose a situaciones de chantaje humanitario que favorezcan el negocio de las mafias".
Las tres embarazadas y los tres menores han sido trasladados para garantizarles una mayor atención. Fuentes de la Delegación del Gobierno de Melilla han asegurado que desde la guarnición militar se ha hecho llegar ayuda a los subsaharianos que aún continúan en Isla de Tierra.
No obstante, la Delegación del Gobierno cree que hasta dos embarcaciones se han aproximado a Isla de Tierra para socorrer a los inmigrantes que allí se encuentran. "Los que les han facilitado el acceso allí, podrían haberlos ayudado", han indicado estas fuentes. Asimismo han reiterado que "no se puede responder mecánicamente al chantaje de las mafias".
Otras fuentes apuntan a que, en la tarde del miércoles, fueron marroquíes y turistas españoles que estaban en la playa de Sfiha quienes se acercaron al islote en una lancha y les llevaron botellas de agua a los subsaharianos.
Fuentes de Extranjería de Melilla, afirma que la situación que se establece con la llegada de estos inmigrantes al islote —de la que no hay precedentes— es "muy complicada", y deberá resolverse a nivel gubernamental. Segura explica que se plantea una cuestión jurídica delicada, que tiene que ver con la proximidad de Isla de Tierra al territorio marroquí.
Este ha sido también el planteamiento expuesto por El Barkani, quien ha recordado que los islotes y peñones son territorios muy pequeños y muy próximos a las costas de un tercer país, y que "no pueden convertirse en un puente aéreo de acceso a Melilla o a la Península".
El 19 de agosto, un grupo de 41 inmigrantes subsaharianos —seis mujeres y dos menores, entre ellos— lograron acceder al Peñón de Alhucemas en una lancha motor. La embarcación quedó a la deriva a tan solo 700 metros de la costa marroquí. En ese momento, las autoridades decidieron el traslado de estas personas a Melilla, bajo la custodia del Cuerpo Nacional de Policía.
En 2012, las pateras con inmigrantes han llegado por primera vez al archipiélago español de las Chafarinas, situado a 37 kilómetros al este de Melilla.
Además del Peñón de Alhucemas y de la Isla de Tierra, que se ubica a entre 10 y 30 metros de la costa marroquí, dependiendo de la pleamar, hay un tercer islote, la Isla de Mar, también deshabitado. Este pequeño archipiélago, a 92 kilómetros al oeste de Melilla, puede ser alcanzado a nado desde la playa de Alhucemas.
El anuncio en Melilla del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de que enviaría una unidad de la Guardia Civil a las Chafarinas para controlar la inmigración ilegal provocó la desaprobación del Gobierno marroquí. Interior ha aplazado este despliegue hasta que haya un acuerdo con Rabat, que depende de la cumbre hispano-marroquí para la que todavía no hay fecha.
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