Exteriores repatría por sorpresa a los cooperantes españoles en Tinduf

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha anunciado hoy por sorpresa la repatriación “voluntaria” de todos los cooperantes españoles que trabajan en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia). El Gobierno, ha asegurado el ministro, ha tomado la decisión porque tiene “indicios fundados que alertan de un severo incremento de inseguridad en la zona y de posibles actuaciones contra objetivos extranjeros”. En total, regresan a España 13 cooperantes españoles. Uno lo hizo ayer por sus propios medios junto a una ciudadana peruana y el resto ha llegado esta madrugada en un avión de las Fuerzas Armadas que ha aterrizado en la base militar de Torrejón (Madrid), junto a dos franceses y un italiano. Un cooperante español ha decidido asumir el riesgo y quedarse en los campamentos.

La evacuación comenzó ayer, cuando un grupo de 15 cooperantes fueron trasladados a una “base militarizada” de Tinduf, a la espera de ser recogidos por el avión enviado por España. La operación se retrasó, según ha explicado el ministro, por el viernes de Ramadán.

¿Dejamos aquí a los 5.500 niños saharauis que están pasando el verano en España, si es tan inseguro volver? José Taboada, presidente de CEAS Sáhara

“El norte de Malí se ha convertido en una plataforma terrorista”, ha asegurado en una conferencia de prensa García-Margallo, que ha recordado que los dos cooperantes liberados hace 10 días, Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons, estuvieron secuestrados durante casi nueve meses en esa zona. Los españoles, ha indicado el ministro, son objetivo prioritario de los grupos terroristas. García-Margallo también ha anunciado que España apoyaría el despliegue de una fuerza militar de la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) en Malí con el fin de asegurar las instituciones en Bamako y “hacer frente a los grupos terroristas que se han adueñado del norte del país”. Esa operación depende de la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, que ya ha sido solicitada.

El Ejecutivo estaría dispuesto a "estudiar y prestar apoyo a dicha misión", para lo que sería "importante", ha afirmado el titular de Exteriores, contar con el respaldo de países vecinos como Argelia, Nigeria o Mauritania. "España se siente concernida y estará con sus aliados en apoyo a las fuerzas africanas", ha avanzado García-Margallo.

Las ONG que trabajan en los campamentos saharauis han criticado la decisión de Exteriores. La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, Médicos del Mundo y Mundubat, entre otras, han difundido un comunicado conjunto en el que lamentan que España haya “cedido al chantaje” y deje “abandonadas a su suerte a decenas de miles de refugiados, cuyas vidas dependen totalmente de la presencia de los cooperantes”.

"No estamos de acuerdo con esta política improvisada y sin razones de fondo", se queja José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara), que añade que las medidas de seguridad del Frente Polisario son "suficientes" y que no van a permitir que se abandone a los saharauis. La semana que viene, de hecho, un nuevo grupo de cooperantes va a viajar a los campamentos, con el fin de seguir trabajando en la zona y demostrar que no hay peligro. "Ahora mismo hay 5.500 niños saharauis pasando el verano en España, yo le pregunto al ministro: ¿Qué hacemos con ellos, les dejamos aquí si es tan inseguro volver?", inquiere Taboada.

La evacuación ha sido voluntaria, ya que España no tiene jurisdicción en Argelia ni en las zonas administradas por el Frente Polisario, pero Taboada recuerda que la mayoría de los cooperantes presentes en los campamentos de refugiados saharauis trabajan en proyectos financiados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, por lo que "la recomendación de abandonar la zona es prácticamente un imperativo".

El Gobierno saharaui también ha lamentado la repatriación de los cooperantes. El ministro de Exteriores, Mohamed Salem Uld Salek, en una declaración escrita recogida por la agencia de noticias saharaui SPS, ha expresado su "pesar" por la decisión "que, sin duda, tendrá unos efectos negativos en la situación de los refugiados saharauis, que esperan el referéndum de autodeterminación y la solución democrática del conflicto" entre Marruecos y el Sáhara.

En los campamentos saharauis de Tinduf viven cerca de 180.000 personas, que dependen por completo de la ayuda internacional para poder sobrevivir en este territorio del desierto argelino en el que permanecen forzosamente exiliados desde 1976, después de que la colonia española donde habitaban pasase a manos de la administración marroquí y marcase el comienzo de un conflicto aún hoy abierto.