España reduce a la mitad su ayuda a los países pobres
La cooperación ha caído del 0,43% del PIB al 0,23% en solo dos años
La cadena siempre se rompe por el eslabón más débil. Y, en la economía globalizada, los más débiles son los más pobres, quienes no pueden protestar ni votar. La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) brindada por España se ha desplomado como consecuencia de la crisis económica hasta reducirse prácticamente a la mitad, pasando de 4.491,84 millones de euros en 2010 (el 0,43% del PIB) a solo 2.377,52 en 2012 (el 0,23%). Así lo refleja el Plan Anual de Cooperación Internacional (PACI 2012) que el secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, presentará hoy en el Congreso.
“La gravedad del impacto que la crisis global y de la zona euro han tenido en nuestro país y la disciplina fiscal exigida por nuestra pertenencia a dicha zona se han traducido en recortes importantes [...] que han afectado de manera sustantiva a los presupuestos de Ayuda Oficial al Desarrollo”, reconoce el documento. Más contundente, el informe sobre el plan anual aprobado el pasado día 17 por el Consejo de Cooperación al Desarrollo —un órgano asesor en el que se sientan representantes de la Administración y de las ONG— expresa su “inquietud por un nuevo descenso de la ayuda, que se suma al experimentado en 2011, convirtiendo a España en el donante del CAD [Comité de Ayuda al desarrollo] que mayor recorte en sus contribuciones ha efectuado en los dos últimos años”. El CAD es un comité de la OCDE que agrupa a los 34 países más ricos del mundo.
Para el Consejo, es especialmente preocupante “la reducción del presupuesto de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo [que ha pasado de 900 millones a 375]“, el principal instrumento de la cooperación española, y advierte de que, “en tiempos de restricciones, su peso debe reforzarse para alcanzar al menos el 50% de la ayuda ejecutada por la Administración General del Estado”. En la actualidad ese porcentaje no llega al 20%.
Para compensar los recortes, el PACI propone concentrar la cooperación española en determinadas áreas geográficas (América Latina y Caribe, Magreb y África Occidental) y sectoriales (gobernabilidad, lucha contra el hambre —desarrollo rural y seguridad alimentaria— y servicios sociales básicos: salud, educación, agua y saneamiento). La ayuda humanitaria se dirigirá a aquellas zonas en las que España “resulte un donante esencial y ningún otro pueda asumir su papel en caso de retirada”, como es el caso de África Occidental, América Latina o Filipinas.
Ello no ha impedido, sin embargo, que la ayuda a los países del África subsahariana haya pasado de 659 millones a 365,3 entre 2010 y 2011 y la de Afganistán haya caído de 45,9 a 31,1.
Además de concentrar geográficamente la ayuda, también se pretende mejorar la coordinación con las comunidades autónomas y municipios; y fomentar la alianza con entes no estatales (en particular, empresas privadas). Se trata de ganar en eficacia lo que se pierde en cantidad, desde el compromiso de “avanzar en la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas".
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