El PP consideraba inexorable la salida de Rato tras la situación crítica de Bankia

“El sino de Rodrigo Rato es irse de los sitios, pero no es igual la situación del FMI que la de Bankia”. De entrada, interlocutores cercanos al aún presidente de Bankia separan ambas situaciones al no tener la menor duda de que Rato dimitió como Director Gerente del FMI por su libérrima voluntad en tanto que en esta ocasión “el contexto” ha propiciado su salida. No hay aún una versión fidedigna al cien por cien de lo que ha ocurrido pero en el PP, en medio de alabanzas al que fuera vicepresidente económico del Gobierno de José María Aznar, se asegura que su salida ha producido alivio en el Ministerio de Economía y en el Palacio de La Moncloa.

“En todos los casos de intervenciones de entidades bancarias la primera medida ha sido la salida del principal gestor”. Esa apreciación de uno de los interlocutores consultados entra de lleno en la medida que previsiblemente tomará el Gobierno el próximo viernes para salvar Bankia. Se espera una inyección de 10.000 millones de euros. Si estuviera al frente de la entidad cuando se tome esa decisión los ciudadanos acogerían con enorme desagrado el rescate de un banco dirigido por un “político del PP”, explican en ese partido.

Parece que de esa imagen se quiere huir pero no todo es cuestión de formas. Bankia está en el ojo del huracán, su situación es grave y al frente está Rodrigo Rato. “Él tiene que asumir la responsabilidad y lo ha hablado con el presidente del Gobierno”, aseguran en fuentes del PP. También ha estado al tanto del ministro de Economía, Luis de Guindos, que fue subordinado de Rato como secretario de Estado de Economía entre 2003 y 2004. Las relaciones entre Rato y de Guindos, según parlamentarios del PP, no excesivamente cordiales, quedan al margen de la sustitución de Rato, que se hubiera producido en todo caso aunque ambos fueran amigos. De nuevo el exministro se encuentra cara a cara con Mariano Rajoy, que indirectamente le gana por segunda vez. La primera fue cuando José María Aznar eligió al político gallego cuando nadie en el PP dudaba de que el candidato iba a ser Rodrigo Rato.

Pero en las próximas horas a quien se va a pedir explicaciones es a Rajoy. El PSOE aguardó durante todo el día a que el Gobierno les comunicara o les hiciera partícipes de que estaba pasando en Bankia. La llamada no llegó y a la primera oportunidad emitieron la queja. La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Soraya Rodríguez, expresó su protesta por la falta de información ante la dimisión de la cabeza de la cuarta entidad bancaria de España.

Fue mucho más lejos el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez Gómez apuntó que lo primero que tiene que hacer Rajoy es explicar qué ha pasado para que ahora se tenga que ir Rodrigo Rato. “Ellos los trajeron y ellos tienen que explicar por qué se va”. El fondo del asunto está en el dinero público que irá a parar a la salvación de Bankia. “Se van a recortar 10.000 millones en Sanidad y en Educación y el dinero se le da a los bancos: "O se pone punto final o los ciudadanos pondrán punto final", manifestó de forma inquietante el líder del PSM. La petición de explicaciones son aún discretas. Desde CiU y el PNV se guardó silencio, “por responsabilidad”, aunque no se oculta que Rodrigo Rato tiene buena acogida entre la clase política en general.

Desde luego en el PP mantiene un grado de afecto y simpatía personal y política muy notable. “Es uno de los nuestros”, señalan parlamentarios al recordar que Rato a pesar de sus últimos cargos siempre ha estado en la vida del partido y no ha ocultado su militancia. También resaltan que Rato, sobre todo y ante todo, es un político al que no se le ha permitido intentar la gran aspiración de su vida: la candidatura a la presidencia del Gobierno de España. Mariano Rajoy ha sido el obstáculo.