Margallo ofrece a las autonomías que usen las embajadas y no dupliquen gastos
Las comunidades tienen unas 200 oficinas que cuestan 150 millones repartidas por el mundo
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ofreció ayer a las comunidades autónomas que, en lugar de abrir su propia red de embajadas en el extranjero, “destinen funcionarios suyos a las embajadas, consulados u oficinas comerciales españolas para que atiendan específicamente a sus intereses”. El objetivo, argumentó, es “evitar duplicidades y crear sinergias” en un momento en que las Administraciones deben acometer drásticos planes de ajuste para reducir gastos.
García-Margallo subrayó que se trata de una oferta a la que podrán acogerse aquellas comunidades autónomas que voluntariamente quieran hacerlo. “No es ninguna imposición, ni ninguna exigencia. Es un ofrecimiento y cada comunidad autónoma hará lo que considere oportuno”, insistió.
200 en todo el mundo
Aunque subrayó que “es perfectamente legal y constitucional” que las comunidades autónomas abran oficinas en el exterior y “por tanto, las que quieran hacerlo lo van a poder seguir haciendo”, agregó que “quienes lo hagan tendrán que explicar a sus ciudadanos por qué gastan más dinero de lo que gastarían si utilizasen los servicios de las embajadas y oficinas diplomáticas”.
García-Margallo agregó que, de forma paralela, España se propone destacar diplomáticos o agregados comerciales para que defiendan sus intereses donde no pueda costear una embajada o un consulado y haya una representación del Servicio Exterior de la UE.
El flamante jefe de la diplomacia española hizo estas declaraciones tras asistir en Valencia a la toma de posesión de los nuevos miembros del Gobierno valenciano. Se da la circunstancia de que Valencia, con 28 oficinas, es la segunda comunidad autónoma con un mayor número de delegaciones en el extranjero.
En total, las autonomías disponen de más de 200 oficinas, que se dedican a la promoción comercial, turística o cultural, y cuyo coste asciende a unos 150 millones de euros al año, según estimaciones del PP.
La primera autonomía que montó una red de embajadas fue Cataluña, que cuenta con medio centenar, pero luego le han seguido todas las demás.
En el mismo acto, el presidente de la Generalitat valenciana, el popular Alberto Fabra, se mostró dispuesto a tomar “todas aquellas medidas necesarias” para que su comunidad pueda “seguir siendo una referencia” para España.
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