Cospedal cumple sus 100 días de Gobierno con una huelga docente

María Dolores de Cospedal hizo ayer balance de sus 100 primeros días como presidenta de Castilla-La Mancha —su Gobierno “ha cumplido” y seguirá trabajando para “reconstruir” la comunidad, dijo—, mientras sufría la primera huelga contra su política, protagonizada por los profesores de los institutos públicos debido a los recortes en las aulas.

Los sindicatos dijeron que secundaron el paro dos tercios de los 14.000 profesores de ESO, bachillerato y Formación Profesional de la región, y la Junta, un 30,4%. El apoyo fue mayor en las provincias de Toledo y Guadalajara. La Junta habló de seguimiento “mínimo”, y las centrales de un “éxito” que les da fuerzas para seguir con las movilizaciones, a pesar de que los dos sindicatos mayoritarios de la región (ANPE y CSIF) se han desmarcado de la convocatoria hecha por CC OO, UGT y STE.

Las centrales dicen que fue éxito y que las movilizaciones continuarán

El hecho es que la jornada de paro se podía percibir nítidamente ayer en la ciudad de Toledo, incluso en los centros en los que el seguimiento no había sido alto. Por ejemplo, en el instituto El Greco, donde apoyó el paro el 25% de los docentes, una alumna pedía sobre las 10.30 de la mañana al director que le abrieran las puertas para irse a casa. “Si no hemos tenido las dos primeras clases...”, decía ante la negativa del director. Muy cerca, en el instituto Azarquiel, el seguimiento fue del 33%. Allí, un grupo de alumnos de 2º de bachillerato explicaba que solo iban a tener la mitad de las clases. Uno de ellos aseguró que haría huelga hoy —el Sindicato de Estudiantes ha convocado un paro en toda España—, porque los recortes, al final, a quienes les perjudican es a ellos. Su instituto tendrá este curso 11 profesores menos. El Greco, ocho menos.

Sin embargo, la presidenta Cospedal aseguró que no hay menos, sino 271 docentes interinos más, por lo que “algunos tendrán que dar muchas explicaciones a los alumnos que hoy [por ayer] no están recibiendo clase”. Los sindicatos niegan esa cifra, e insisten en la bajada de, al menos, 800 docentes.

Uno de ellos es Manuel Jiménez, de 35 años, que ayer se manifestó junto a varios cientos de personas en Toledo (en total, en las concentraciones en todas las capitales de provincia sumaron unos 2.000 profesores, según Efe). Jiménez había dado clase de Tecnología los dos últimos cursos y este iba a continuar; en agosto le habían dado plaza en un instituto de Yepes. Sin embargo, con el recorte se ha quedado en el paro.

A primeros de septiembre, el Gobierno decidió incrementar de 23 a 25 las horas lectivas de los profesores en infantil y primaria, y en secundaria de 18 a 20 horas. Eso ha provocado la disminución de interinos en secundaria; no la ha habido todavía en primaria porque las plazas ya estaban adjudicadas cuando se anunciaron los recortes.

El Ejecutivo niega que haya menos profesores interinos que el curso pasado

El discurso del Ejecutivo castellano manchego ha sido en todo momento muy parecido al que está manteniendo el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que ayer vivió el quinto día de huelga docente en apenas dos semanas contra unos recortes muy parecidos a los de Castilla-La Mancha. Esto es, se trata de una huelga política contra el PP y no de una reivindicación educativa. Además, critican que los profesores se quejen por tener que dar dos horas más de clase, cuando el país sufre una enorme tasa de paro.

Así, el descontento de los profesores, incluso de los que ayer no hicieron huelga, asegura el director de un instituto de Toledo, va más allá del aumento de horas lectivas. Incluso más allá del descenso de profesorado, la merma de calidad de la escuela pública (por tener menos clases refuerzo o apoyos o menos atención a alumnos y padres) y del temor de que los recorten continúen, ya que el objetivo de la Junta es ahorrar 137 millones de euros en educación entre este y el próximo año. También están muy dolidos en su orgullo. “Vayas donde vayas, te encuentres con quien te encuentres, lo que ha calado es que no queremos trabajar dos horas más y que solo trabajamos 20 horas”, se queja el director. En realidad, las horas lectivas son las de clase directa, ya que los profesores de la pública completan su jornada semanal hasta un mínimo de 37,5 horas.