Los recortes de Mas hacen crecer un 23% la lista de espera en solo seis meses
El consejero de Salud, Boi Ruiz, vaticina que los retrasos se incrementarán “aún más”
Un salto atrás de más de siete años en apenas un semestre: los recortes en sanidad del Gobierno de Artur Mas (CiU) han aumentado la lista de espera quirúrgica el 23% en el periodo comprendido entre diciembre del año pasado y junio de 2011. La bolsa de 56.670 pacientes que esperaban para ser intervenidos a finales de 2010 ha aumentado hasta las 69.967 personas: más de 2.200 pacientes por mes desde finales del año pasado.
El plazo coincide con la llegada de CiU a la Generalitat a finales de 2010 y la aplicación de un recorte de casi 1.000 millones de euros (un 10% del Presupuesto) en el gasto de la sanidad pública. El ajuste empezó a concretarse en enero, cuando la Generalitat dejó de contratar las operaciones menos urgentes a centros privados concertados. Luego llegó el cierre de camas y quirófanos, y la sustitución de apenas la mitad de las bajas laborales. El impacto de estas y otras medidas han devuelto la lista de espera a niveles similares a los de 2004, cuando la Generalitat aplicó un plan de choque para reducir las casi 70.000 personas que aguardaban una intervención.
El tiempo de espera también aumentó el 4,4% en este mismo plazo y pasa aproximadamente de 4,1 a 4,3 meses. Este incremento, sin embargo, aumentará cada vez más a medida que se reflejen los pacientes que ya acumulan mayor tiempo de espera pero que siguen sin ser operados debido al cierre de quirófanos que han aplicado todos los hospitales públicos para reducir gastos.
Las malas perspectivas que reflejan estas cifras, las primeras que ofrece el Gobierno catalán tras recibir críticas del personal sanitario por ocultar el efecto de los recortes en los pacientes, parecen solo el principio. “En el segundo semestre la lista de espera aún aumentará más que en el primero”, asumió ayer el consejero de Salud, Boi Ruiz, en la presentación del nuevo sistema de cómputo de listas de espera que utilizará la Generalitat.
Este método permitirá amortiguar el impacto de los recortes en las demoras que deberán soportar los catalanes en la sanidad pública. Hasta ahora, la Generalitat garantizaba una espera máxima de seis meses para ser operado de las 14 intervenciones más comunes. Así regulan las listas de espera el resto de comunidades autónomas a excepción de Madrid, que usa un sistema criticado por el Ministerio porque en la práctica maquilla los resultados para reducir el tiempo de espera real.
Ante la dureza de los recortes, Ruiz ya admitió antes de verano que liquidaría el plazo máximo de seis meses. El nuevo sistema contempla esperas de hasta un año y priorizará los casos más urgentes y retrasará los que impliquen menor riesgo vital para los enfermos. Entre estas, sin embargo, hay operaciones como la hernia discal, la reparación de ligamentos o el menisco de la rodilla, que podrán ser retrasadas hasta 12 meses; y otras, como la vasectomía y algunos quistes que quedarán sin plazo máximo garantizado.
Paga extra o 1.500 despidos
Los recortes aplicados por la Generalitat de Artur Mas (CiU) en sanidad pública planean ahora sobre la plantilla sanitaria: cerca de 41.000 empleados a los que recortar 25 millones de euros en nóminas hasta finales de año, según los planes de Salud. El departamento comunicó ayer que los trabajadores deben asumir estos ajustes —en esencia, renunciar a media paga extra de Navidad y asumir la congelación del pago de otros complementos salariales— o la Generalitat despedirá a 1.500 empleados interinos. La medida implica que los médicos renuncien a 1.200 euros, las enfermeras a unos 700 y los celadores a cerca de 400 euros.
Los líderes sindicales rechazaron la medida y se reunirán los próximos días para decidir si convocan una huelga general. “No podemos aceptarlo”, protestó la portavoz en sanidad de CC OO, Carmen Navarro. La Generalitat aún no ha decidido si recortará el presupuesto que destinará a sanidad en 2012, lo que podría implicar aún más ajustes —y despidos— el año que viene. “Si no ofrecen garantías, poco podemos negociar”, lamentó Navarro. Unos 500 sanitarios bloquearon ayer el tráfico en el centro de Barcelona en protesta por los recortes salariales.
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