Un discurso trascendental

Lo más destacado del trascendental discurso del lehendakari Patxi López es que, por vez primera, da por hecho que el terrorismo es ya historia y avanza unas claves sobre las que dibujar un futuro sin violencia. “Ya hemos cruzado la frontera que nos separa del pasado”, dice López expresivamente en el discurso esperado que llevaba varias semanas preparando, con un amplio grupo de asesores, plural, en el que han participado, entre otros, el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza y el presidente del PSE y negociador con ETA, Jesús Eguiguren.

Para apuntalar el futuro de paz, que da por hecho, el lehendakari dibuja un relato valiente, también inédito. Aunque es verdad que la tragedia del terrorismo en Euskadi ha tenido un nombre, ETA, el lehendakari no elude que una de sus consecuencias ha sido la existencia de otros terrorismos, como el GAL, y la existencia de abusos policiales en la etapa en que la virulencia del terrorismo etarra fue más aguda.

El lehendakari incluye en ese relato, como un elemento especialmente negativo del terrorismo, su incidencia en la convivencia por la existencia de sectore sociales que lo apoyaron y tantos otros que miraron a otra parte.

La existencia del propio relato de lo sucedido estas décadasde terrorismo en Euskadi, que reivindica el lehendakari, es clave porque no se puede construir una convivencia sin él. “No podemos permitir que se reescriba la historia haciendo héroes a quienes fueron verdugos”, dice el lehenedakari, a la par que reivindica un “futuro con memoria” y la creación de un Instituo de la Memoria y la Tolerancia.

En este contexto, el lehendakari plantea que, una vez que ETA anuncie el cese definitivo de la violencia, el Estado flexibilice la política penitenciaria, con el acercamiento de presos a las cárceles del País Vasco, entre otras medidas.