La Generalitat no se pronunciará sobre el impuesto hasta después de las generales

El Gobierno catalán ha optado por ganar tiempo y no tener que pronunciarse antes de las elecciones generales sobre el restablecimiento del Impuesto de Patrimonio aprobado por el Ejecutivo central. El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, ha anunciado hoy que por ahora no se incluirá en el presupuesto de la Generalitat para 2011 ningún ingreso extra procedente de este impuesto. Lo harán así por “pura cautela”, ha dicho Homs quien, sin embargo, se ha mostrado abierto a aceptar este tributo si el próximo Gobierno mantiene el rumbo iniciado por el actual.

Homs considera que PSOE y PP están utilizando el impuesto de Patrimonio para “hacer campaña” y ha dicho que la Generalitat no quiere ser víctima de esta lucha. Tras la reunión de hoy del Gobierno catalán, Homs ha afirmado que es “bastante probable” que si el PP llega al poder dé marcha atrás a la reinstauración de este impuesto. En este caso, la Generalitat no quiere haber consignado unos ingresos que no se producirán.

“No queremos consignar unos ingresos que pueden acabar no viniendo. Si cuentas con un dinero, te lo gastas y luego resulta que los otros que vienen, por las razones que sean, lo quitan, te quedas sin este dinero y haces más déficit", ha argumentado. Eso no implica que la Generalitat renuncie a cobrar este dinero si al final el nuevo Gobierno mantiene el impuesto: "Hay miles de soluciones legales para incorporarlo como ingreso a la Generalitat. No perderíamos los recursos".

En las últimas semanas el Gobierno catalán, a través del departamento de Economía, ha dado por hecho que no bloquería la reinstauración de este impuesto en Cataluña como sí han afirmado algunas comunidades del PP. Agobiado por la necesidad de reducir déficit, el departamento de Economía entiende que cualquier oportunidad de recibir ingresos extraordinarios debe ser bienvenida. Otra cosa es que políticamente a CiU no le interese posicionarse públicamente a favor de este impuesto, menos aún en vísperas de campaña electoral. De ahí la solución hallada hoy por el Consell Executiu: si el próximo Gobierno mantiene el impuesto no habrá mayor oposición.