La Fiscalía de la Audiencia pide informes de la quema de fotos del Rey en la Diada
Considera que podrían constituir delitos de injurias graves a la Corona y de ultraje a España La Generalitat reprueba los hechos y pide que no se liguen a la transición del derecho a decidir
La fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido informes al consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Felip Puig, sobre la quema de dos banderas, una española y otra francesa, y fotos del Rey durante la Diada, el pasado 11 de septiembre. El fiscal jefe, Javier Zaragoza, ha enviado un informe al Gobierno catalán en el que considera que esos actos, protagonizados por unos encapuchados, podrían constituir los delitos de injurias graves a la Corona, castigado con hasta dos años de cárcel, y ultraje a España, con multa de siete a 12 meses.
El escrito dirigido por Zaragoza al consejero catalán pide que se le informe "a la mayor urgencia posible, en su condición de máximo responsable de la seguridad pública en ese territorio autonómico" de las investigaciones realizadas al respecto hasta el momento por los Mossos d'Esquadra, y al mismo tiempo reclama las pruebas recabadas que acrediten esos hechos y la identificación de sus autores con el objetivo de "ejercer en su caso las acciones penales que sean pertinentes".
La Generalitat por su parte ha reprobado hoy la quema de los símbolos pero ha llamado a separar estos sucesos de la defensa realizada por el gobierno de CiU respecto del derecho a decidir de Cataluña. "Reprobamos y no compartimos" estos hechos, ha aseverado el portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, y ha añadido que cree que tambien los rechaza "la inmensa mayoría de la ciudadanía" en Cataluña. Acto seguido, Homs ha pedido, "porque genera inquietud e inseguridad", que no se liguen estas actuaciones "a la transición nacional al derecho a decidir" que defendió el presidente catalán, Artur Mas, durante los actos matinales de la Diada.
La quema de banderas francesas y españolas y fotos del Rey se produjo en la tarde del pasado domingo, tras la manifestación a favor de la enseñanza en catalán que recorrió las calles de Barcelona. A su término, un grupo de encapuchados subió a un escenario instalado en el paseo del Born y quemó primero una foto del monarca y después las banderas francesa y española. Durante el acto no había presencia de mossos uniformados.
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