Monago insiste en apartarse de Génova respecto del impuesto del patrimonio

La reactivación del impuesto sobre el patrimonio que va a aprobar el Gobierno el próximo viernes y su posible aplicación en las comunidades autónomas gobernadas por el PP, continúa en el foco de la polémica. Frente a las que, siguiendo la línea oficial de su presidente, Mariano Rajoy, de no subir impuestos, se han negado rotundamente a recuperarlo, como Baleares o Valencia, otras, pese a criticar la medida, prefieren ser cautas y esperar a su regulación final, como Aragón, Madrid, Galicia o Cantabria. Solo Extremadura se desmarca abiertamente del resto. Su presidente, José Antonio Monago, quizás impelido por Izquierda Unida, cuya abstención favoreció su investidura, se mostró favorable a su aplicación.

Esta mañana el dirigente extremeño se ha reiterado en su postura. En los desayunos informativos de Europa Press, ha recalcado que él fue el primero en plantear la recuperación de ese impuesto, mucho antes de que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo pusiera sobre la mesa y ha censurado que se lo trate como un impuesto "de quita y pon sin una reflexión profunda". Monago ha pedido a las "grandes fortunas" de España que den "un paso al frente" y se ofrezcan a colaborar "un poco más". Eso sí, Monago se ha mostrado partidario de que sea el Gobierno central quien recaude el impuesto y que lo distribuya entre las comunidades autónomas que más lo necesiten. "Quiero más igualdad entre las comunidades", ha recalcado.

La posición de Monago se sitúa en las antípodas de la de su secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, que en declaraciones a Veo TV ha asegurado que si el PP gana las elecciones no se aplicará el impuesto sobre el patrimonio. "Nunca se ha recuperado una situación económica subiendo los impuestos", ha recalcado.

Cospedal ha insistido en que el PP no va a subir los impuestos sino que aplicará una fiscalidad que permita la recuperación de empleo. Y en la senda de esta recuperación ha avanzado que su partido se plantea, si llega a La Moncloa, la reducción del número de Ayuntamientos para agilizar y mejorar los servicios que prestan. Ha deslindado esta propuesta, sin embrago, de la que planteó Rubalcaba sobre la reforma de las Diputaciones. "Llevaremos al programa electoral un estudio de las prestaciones a los pequeños municipios", pero las diputaciones serán mantenidas por ser las que prestan los servicios precisamente a esos pequeños municipios.