La mortalidad infantil vuelve a subir en 2025 por primera vez en 25 años, debido en parte a los recortes de la ayuda al desarrollo

La reducción sistemática desde el año 2000 de la mortalidad infantil, una tendencia que ha definido dos décadas de progreso sanitario global, se truncará en 2025. Según el informe anual Goalkeepers, publicado por la Fundación Gates este jueves, este año será el primero del siglo en el que aumenten las muertes de menores de cinco años, hasta 4,8 millones, frente a los 4,6 millones de muertes registradas en 2024, según los datos del informe, elaborados conjuntamente entre esta institución filantrópica y el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington.

“De 2000 a 2020 logramos reducir a la mitad las muertes infantiles prevenibles, pero este año veremos un aumento por primera vez en dos décadas”, advirtió Mark Suzman, director ejecutivo de la Fundación Gates, en un encuentro online con periodistas previo al lanzamiento del informe. El documento, que analiza cada año el progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), subraya la gravedad del retroceso. “Significa que más de 5.000 aulas llenas de niños desaparecerán antes de que aprendan si quiera a escribir su nombre o a atarse los cordones del zapato”, señala Bill Gates en el informe. Y añade: “Estamos a punto de convertirnos en la generación que casi erradicó enfermedades y casi acabó con las muertes infantiles evitables, pero se quedó en el ‘casi”.

Estamos a punto de convertirnos en la generación que casi erradicó enfermedades y casi acabó con las muertes infantiles evitables, pero se quedó en el ‘casi

Bill Gates

Aunque el informe atribuye el aumento de las muertes de menores de cinco años a múltiples factores, destaca uno por encima de todos. “Una de las razones clave son los recortes significativos en la ayuda internacional a la salud por parte de países de renta alta como Estados Unidos, Reino Unido o Francia”, afirma Suzman.

Según Stephen Lim, director científico del IHME, la financiación global para salud cayó de 49.000 millones de dólares (42.182 millones de euros) en 2024 a menos de 36.000 millones en 2025. “Estos recortes tendrán consecuencias sustanciales en los servicios de salud y en la capacidad de los países de mejorar los resultados sanitarios”, advirtió en un encuentro con periodistas la semana pasada. Según su equipo, si la tendencia continúa, para 2045 habrá 12 millones de muertes infantiles adicionales, cifra que aumentaría a 16 millones en un escenario de recortes del 30%.

“Unos 60 países del mundo pagan más por su deuda que en salud y educación y simplemente no tienen los recursos que marcan la diferencia”, insistió Suzman. Por ejemplo, según el informe, con menos de 100 dólares por persona al año se construye un servicio de atención primaria robusto, que puede evitar hasta el 90% de las muertes infantiles porque proporciona servicios básicos, pero fundamentales, como la administración de vacunas o tratamientos que evitan el empeoramiento de enfermedades pulmonares.

Una hoja de ruta

Pese a este pronóstico, la Fundación Gates insiste en que existen tecnologías e intervenciones capaces de revertir la tendencia, de hacer más con menos, siempre que reciban apoyo político y presupuestario.

“Cada dólar invertido en vacunas genera 54 dólares de beneficios sociales y económicos”, señaló Dauda Jobarteh, responsable de políticas globales de la fundación. Solo la próxima generación de vacunas contra la neumonía “podría salvar 3,4 millones de niños para 2045”, explicó el experto, que también destacó que herramientas innovadoras contra la malaria como mosquiteros de doble insecticida o sistemas de vigilancia de zonas afectadas más precisos “pueden evitar 5,7 millones de muertes infantiles adicionales”. En total, según Lim, la combinación de innovaciones junto con estrategias reforzadas de cuidado maternoinfantil podría salvar hasta 13 millones de vidas.

La neumonía sigue siendo la principal causa de muerte en menores de cinco años. Padmini Srikantiah, directora del área en la Fundación Gates, recordó que más de 1.200 millones de niños han recibido gracias a Gavi, la alianza mundial para las vacunas, la inmunización contra el neumococo (PCV), que protege contra la principal causa de neumonía infantil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha probado un cambio en la pauta de esta vacuna: pasar de tres dosis a solo dos sin perder eficacia. “Según nuestros cálculos, se podrán ahorrar 2.000 millones de dólares con esta medida de aquí a 2050”, lo que permitirá que los países puedan redirigir estos fondos a ampliar coberturas sanitarias o a introducir nuevas vacunas, subrayó Srikatiah.

“Cada dólar invertido en vacunas genera 54 dólares de beneficios sociales y económicos”

Dauda Jobarteh, responsable de políticas globales de la Fundación Gates

Más allá de la neumonía, el informe subraya otro frente decisivo en la lucha contra la mortalidad neonatal: las vacunas que protegen a los bebés desde el embarazo. La vacunación materna aparece como una de las estrategias con mayor impacto frente a enfermedades que golpean en las primeras semanas de vida, como el virus respiratorio sincitial (VRS) y el estreptococo del grupo B (GBS). Según los cálculos de la fundación, estas nuevas herramientas podrían salvar 3,4 millones de vidas infantiles para 2045.

Pero no solo los virus respiratorios concentran las esperanzas de avance. En el campo de las enfermedades transmitidas por vectores, la malaria, cuyo informe anual también publica la Organización Mundial de la Salud (OMS) este jueves, sigue siendo también una de las amenazas más persistentes contra la infancia, según alertó Jennifer Gardy, subdirectora de Vigilancia, Datos y Epidemiología de la Fundación Gates recordó en el encuentro con periodistas. Pero además de las nuevas herramientas para combatir esta enfermedad, apostó por “enfoques subnacionales” que permitan adaptar las actuaciones a contextos más específicos. “Es crítico usar bien cada dólar: hay que hacer las intervenciones correctas en los lugares correctos en el momento adecuado”, explicó. Si los mosquitos pican principalmente fuera de las viviendas, dijo, “la medida más eficaz no es una red, sino eliminar mosquitos”.

En el terreno del VIH, Nina Russell, directora de programas en tuberculosis y VIH, destacó el potencial del lenacapavir, un antirretroviral de acción prolongada que podría administrarse una vez al año y que tiene una eficacia comprobada cercana al 100% para prevenir el virus. “Es una de las herramientas más revolucionarias que tenemos”, aseguró, y señaló la importancia de garantizar que llegue rápido y de manera asequible a los países con mayor incidencia.

A pesar de las dificultades, la Fundación Gates considera que hay una salida: “Hay que mantener la inversión”, resumió Jobarteh. Porque, tal y como recordó Suzman, “los recortes presupuestarios no pueden pagarlos los más vulnerables del mundo, y nadie es más vulnerable que un niño que podría vivir y, en cambio, muere”.