El invierno más crudo en la última década agrava la crisis de Afganistán
Más de 160 personas han muerto en el país debido al frío extremo en enero. Los termómetros han llegado a registrar temperaturas de 30 grados bajo cero
El duro invierno que atraviesa Afganistán, el más extremo en la última década, ha agravado la crisis que vive el país desde el regreso de los talibanes al poder. Al menos 162 personas han muerto debido a las bajas temperaturas registradas este mes de enero, cuando los termómetros han llegado a descender hasta los 30 grados bajo cero, según ha señalado esta semana Shafiullah Rahimi, portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres en Kabul. Solo en la última semana fallecieron 84 personas, según este responsable talibán. Las temperaturas extremas se suman a la grave crisis humana y económica que golpea al país. Los habitantes afirman que no pueden pagar el combustible para calentar sus casas.
Las imágenes que llegan de Kabul son desoladoras: familias enteras calentándose con fuego en medio de ciudades inundadas por la nieve, niños sin apenas ropa de abrigo ni zapatos adecuados, rebuscando en la basura plásticos y otros restos con los que encender hogueras.
“Los chicos se despiertan en medio de la noche y gritan por el frío. Están todos enfermos. Hasta ahora no hemos recibido ninguna ayuda y la mayoría del tiempo no tenemos ni suficiente pan para comer”, afirmó a Reuters Ashur Ali, que vive con sus cinco hijos en una precaria casa en la capital afgana.
Varias ONG y grupos de ayuda humanitaria han suspendido sus actividades en el país desde finales del año pasado, después de que el Gobierno talibán prohibiera a las mujeres afganas trabajar en organizaciones no gubernamentales (ONG) tanto extranjeras como locales.
El titular de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asistencia Humanitaria (OCHA), Martin Griffiths, se ha reunido esta semana en Kabul con funcionarios del Gobierno talibán para abordar las restricciones impuestas a las mujeres afganas y los obstáculos a la ayuda humanitaria. Según señaló a Reuters, tiene la esperanza de que los talibanes establezcan una serie de directrices para permitir que las ONG puedan contar con personal femenino afgano.
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