Un nuevo espacio cultural afrofeminista se está cocinando en Barcelona
Periferia Cimarronas quiere ser una sala donde las artes escénicas, la gastronomía y la venta de productos empoderen al colectivo afro y resitúen los márgenes en el centro
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Las áreas metropolitanas españolas están compuestas por un sustrato social diverso y multicultural formado por personas de diferentes orígenes y procedencias, reflejo de la relación que España ha establecido con el resto del mundo a lo largo de los siglos. Desde la periferia geográfica, muchos referentes y activistas van conquistando, poco a poco, el centro de las principales urbes desde el ámbito cultural, el audiovisual o el político. Ellos están transformando el imaginario colectivo de la sociedad y librando un pulso al racismo estructural a la vez que visibilizan la heterogeneidad sociocultural.
Una muestra de ello es la nueva Cooperativa Periferia Cimarronas, liderada por mujeres negras provenientes del mundo de la cultura, que quiere conquistar el centro barcelonés con un espacio cultural que sea referente para todas las diversidades de la capital catalana, dibujando un nuevo horizonte de convivencia para las generaciones futuras.
La cooperativa, que se autodefine como afrofeminista y que representa una evolución natural de las actividades que desde hace más de cinco años desarrolla Black Barcelona Encuentro, ha sido creada por Silvia Albert Sopale —activista, actriz y directora de la compañía No es país para negras—, la gestora cultural Karel Mena y la ilustradora y responsable de la Flor del Tamarindo, Elizabeth Montero Santa. “Este sueño nace de la necesidad de tener más lugares que nos permitan expresarnos y compartir nuestros saberes”, cuenta Montero mediante un correo electrónico. A lo que Albert añade: “Es algo que hace mucho tiempo venimos reclamando”.
Y no están solas en esta demanda. Desde hace semanas, la cooperativa se ha ido haciendo con apoyos de colectivos racializados muy afianzados en la Ciudad Condal, como el Sindicato de Manteros, las cineastas Sally Fenaux Barleycorn y Damian Sainz Edwards, la actriz y docente Vicenta Ndongo, la directora y dramaturga Denise Duncan, o la Asociación Hibiscus de Afroespañolas y Afrodescendientes.
Como un sueño colectivo que hasta ahora ninguno de ellos se había planteado materializar, Albert confiesa que la inspiración para crear la cooperativa se ha ido construyendo al ver el éxito de proyectos creados por la comunidad afrodescendiente en otros lugares. “De compañías de teatro con elencos exclusivamente afrodescendientes como la inglesa Talawa; de espacios multiculturales como La Aldea en Bogotá, Colombia; de espacios antirracistas como t.i.c.t.a.c. en la misma Barcelona...”, enumera.
A pesar de que las artes escénicas van a ser la piedra angular de Periferia Cimarronas, sus impulsoras quieren que la experiencia vaya mucho más allá. “Imagínate llegar un ratito antes para ver una obra y sumergirte en un espacio que es tienda, galería... En la que puedes comprar arte, libros, ropa o cosmética artesanal. Todo hecho con cariño desde la comunidad y sabiendo que, adquiriendo alguno de esos productos, estás contribuyendo a las economías de familias afrodescendientes. Después de esta experiencia entras en la cafetería que gracias a los sabores y al olor del café tuba preparado por el Sindicato de Manteros te transporta a Senegal, a lugares mágicos”, relata Montero. Además, indica Albert, la voluntad de la cooperativa es trabajar con otras asociaciones como Abarka catering, u organizar días de experiencias gastronómicas para acercar la cocina, música y arte de varias partes del mundo.
En un momento en que la ultraderecha y la xenofobia campan a sus anchas, este proyecto se divisa como un punto de luz hacia la tolerancia
En un momento en que la ultraderecha y la xenofobia campan a sus anchas en diferentes estamentos gubernamentales del país, este proyecto se presenta como un punto de luz hacia la tolerancia. Incluso, como un espacio para la reflexión individual y colectiva sobre los privilegios, los silencios o las responsabilidades o la falta de ellas que cada cual asume en su estar en el mundo.
“Creo que hay heridas que no podrán sanarse colectivamente si antes no se sanan individualmente. Es muy importante el proceso y en qué lugar se encuentra cada uno dentro del mismo. La experiencia individual nutre la colectiva. Esperamos que a Periferia Cimarronas vengan las personas que ya han hecho un trabajo antirracista y decolonial. Pero si se acerca alguien que no la ha hecho, no tenemos miedo al racismo ni al machismo, sabemos cómo afrontarlo para que no continúe ahondando en la herida, para que no produzcan nuevas erosiones”, asegura Albert, que cree que tanto los productos culturales que se venderán en lo que llaman su Black Business, como la oferta cultural de teatro o música, como incluso los platos de comida o bebidas que se servirán pueden ser catalizadores de un cambio necesario. “Además, cada euro que las personas privilegiadas depositen en la periferia estará sirviendo como reparación simbólica a la deuda colonial”, expresa la dramaturga. Y asegura: “Tendremos una agenda de actividades culturales irresistibles”.
Así, poniendo en el centro las reivindicaciones que surgen de este colectivo de mujeres negras, Periferia Cimarronas se erige en el popular barrio de Sants como el primer espacio afrocentrado y afrofeminista de Barcelona. “Sabíamos que teníamos que estar en la periferia para que el público tuviera que desplazarse del centro al que estamos tan acostumbrados. Acudir a la Periferia Cimarronas debía ser casi un acto político, un ejercicio de restitución”, asegura Albert.
De esta forma, el colectivo pretende sacudir conciencias y arrojar luz sobre los prejuicios que las personas racializadas siguen sufriendo de forma cotidiana en las calles, encima de los escenarios o delante de las cámaras. Para ello, quieren que su programación se especialice en artistas que habitan los márgenes. “No solo nos referimos a espacios físicos, también hablamos de cómo se encasilla y se menosprecia el arte migrado o afrodescendiente. En el caso de los actores y actrices, es raro que se salga del estereotipo a la hora de representar a algún personaje y es aquí cuando te colocan en el margen”, lamenta Montero, alineada a una reivindicación que colectivos como Actrices y Actores negrxs de Barcelona o Black View de Madrid llevan años denunciando.
En plena campaña de recaudación de fondos y con un presupuesto estimado de 100.000 euros, Periferia Cimarronas tiene la intención de abrir sus puertas en el último trimestre de 2021. Sumando socias y mecenas a medida que las noticias de su proyecto van trascendiendo, la cooperativa ha pedido un crédito a una cooperativa de finanzas éticas y ya se ha presentado a diferentes subvenciones autonómicas y nacionales. Sin embargo, son cruciales el micromecenazgo y la solidaridad entre quienes creen en la necesidad de un espacio como este. “Las socias de Periferia Cimarronas deciden qué es lo desean hacer con sus ahorros. Pueden escoger entre dejar su dinero en el banco y no saber cuál es la huella que este está dejando, si se utiliza para financiar armamento, o pueden depositar parte de sus ahorros en la cooperativa y saber que estos están destinados al crecimiento comunitario”, explica Albert.
Contenido elaborado en colaboración con Wiriko, una asociación cultural dedicada a la difusión del arte y la cultura africanas contemporáneas. Desarrolla actividades de divulgación a través de un magacín digital y de formación mediante un Aula Virtual.
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