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Julie Owono: “Las redes sociales molestan. Si se bloquean, es porque molestan”

Desde el órgano de apelación independiente de Facebook, la reconocida activista camerunesa advierte del riesgo de que se extienda la idea de que las plataformas digitales ayudan a manipular

Julie Owono.
Julie Owono.Internet Sans Frontières (EL PAÍS)
Carlos Bajo Erro

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En mayo de 2020, Julie Owono fue elegida como una de las primeras componentes de Facebook Oversight Board, un consejo de sabios que actúa como organismo de apelación independiente para los usuarios que tienen reclamaciones sobre los contenidos suprimidos por la red social. Owono es una abogada de origen camerunés que se ha convertido en una pieza clave de la protección de los derechos digitales y que ha centrado una parte importante de su actividad en la defensa de esos mismos derechos en África subsahariana, donde las redes sociales han mostrado en los últimos meses su impacto en la salud democrática de diversos países y en el equilibrio de la convivencia.

Owono analiza el papel que deberían jugar las plataformas digitales y los riesgos a los que se enfrentan con la prudencia que exige el hecho de que algunos de los casos conflictivos pueden acabar en la mesa del consejo asesor de Facebook.

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Pregunta: ¿Cuál es su papel en Facebook Oversight Board?

Respuesta: Soy miembro desde mayo de 2020. Antes, como directora de Internet Sans Frontières, que es una ONG de defensa de los derechos digitales, habíamos participado en dos ocasiones en las consultas organizadas por Facebook antes del lanzamiento de este consejo, en Nairobi y en Berlín. Nuestro papel como miembros es tomar decisiones sobre la supresión de contenidos en Facebook e Instagram por la violación de las reglas de la comunidad.

P: Durante esta primera etapa, ¿han recibido reclamaciones llegadas desde África?

R: No hemos tenido casos llegados desde África. Desde mi punto de vista es un problema para el consejo, y tendríamos que hacer un esfuerzo mayor para ser conocidos por los usuarios africanos y para trabajar con las organizaciones de defensa de los derechos digitales del continente, y para demostrar que somos conscientes de los problemas que hay en lo que se refiere a contenidos.

Tendríamos que hacer un esfuerzo mayor para ser conocidos por los usuarios africanos

P: ¿Cree que Facebook Oversight Board es una muestra de esa toma de responsabilidad de la plataforma que exigían desde las organizaciones de defensa de los derechos digitales?

R: La decisión de Facebook de embarcarse en la creación de Facebook Oversight Board era, para ellos, una manera de asumir que las redes sociales y, en concreto, Facebook e Instagram, tienen un papel protagonista en la conversación en los espacios públicos porque estas redes son, en realidad, espacios públicos. Han entendido que era esencial que esta palabra fuese democrática. No podía ser que la voz de 2.000 millones de individuos dependiera exclusivamente de un grupo de personas de una empresa. Es una forma de tomar nota de esa responsabilidad y también de reconocer que es importante que haya transparencia y rendición de cuentas en este espacio de decisión.

P: Se repiten a menudo las críticas a los recursos destinados por las plataformas de redes sociales a la moderación de contenidos en África; se denuncia falta de equipos y falta de conocimientos necesarios, por ejemplo, de las lenguas nacionales.

R: Bueno nosotras no nos encargamos de la moderación, no somos de los equipos que están en el día a día confrontados a los contenidos. Evidentemente hay muchas cosas que Facebook debe hacer todavía, en África y en otros lugares. El consejo está ahí, para ofrecer principios anclados en el derecho internacional y de referencia a una empresa que intenta preservar la libertad de expresión. Esperamos que le sirva en su cambio en la manera de tratar los contenidos y de moderarlos. Lo que nos corresponde es ofrecer una guía que ayudará en el trabajo cotidiano a esos equipos de moderación y también a los usuarios, porque sabrán cuáles son las reglas claras, precisas, proporcionales y necesarias para preservar la libertad expresión y otros derechos que también podrían estar poniéndose en peligro con algunas publicaciones.

Nuestra labor nos lleva ya a preguntarnos por la manera en que Facebook modera, sobre todo, a criticar que muchas de las decisiones de moderación que toman hoy se apoyan en automatismos y que los automatismos se equivocan

P: ¿Pero ustedes ayudan a que ese proceso de moderación sea más transparente?

R: Somos una vía de apelación para el usuario que antes no existía. Antes, te suprimían un contenido y se quedaba ahí, con tu frustración, sin saber qué era lo que habías hecho y cuándo volvería a estar operativa tu cuenta… Facebook se ha comprometido a respetar los derechos humanos como empresa y uno de esos derechos es la posibilidad de reclamar cuando se ha producido una violación. En este caso, cuando consideres que han retirado injustamente tu publicación, tienes una vía de reclamación o de apelación. Nuestra labor nos lleva ya a preguntarnos por la manera en que Facebook modera, sobre todo, a criticar que muchas de las decisiones de moderación que toman hoy se apoyan en automatismos y que los automatismos se equivocan.

P: Hemos visto en los últimos meses casos en los que se ha intentado usar Facebook para intervenir irregularmente en las elecciones, como en Guinea o en Uganda. ¿Cómo debería reaccionar la plataforma?

R: Todo este tema de las cuentas presidenciales o de las cuentas políticas solo admite un comentario por mi parte: las plataformas, las empresas tecnológicas en general y, en particular, las de redes sociales, no tienen que esperar a que se produzca la catástrofe para reaccionar, sea donde sea, tienen la posibilidad de hacerlo mucho antes. Ya sea en el caso de Guinea, o en el de Uganda, con la suspensión de cuentas vinculadas al Gobierno o para cualquier caso de uso de la plataforma para promover la violencia, la desinformación organizada u otros episodios que nos preocupan.

P: Pero, ¿se toman esas molestias de hacerlo en el continente africano?

R: Si las plataformas prestaran más atención a lo que ocurre más allá de Estados Unidos o de Europa, podrían obtener respuestas mucho antes de que se produzca el problema y es, en parte, uno de los motivos que me han llevado a aceptar esta responsabilidad: forzar a las plataformas a mirar hacia los lugares hacia los que no miran, en los que no ven los problemas, por la falta de recursos proporcionales a la amenaza.

Quiero forzar a las plataformas a mirar hacia los lugares hacia los que no miran, en los que no ven los problemas, por la falta de recursos proporcionales a la amenaza

P: ¿Qué papel deben desempeñar las plataformas de medios sociales en la preservación de la democracia y la convivencia en África?

R: Ahora mismo, su papel es fundamental y lo vemos de una manera muy clara. He trabajado mucho sobre los bloqueos de Internet y hace cuatro o cinco años cortaban todo Internet. Hoy se bloquea WhatsApp, Facebook, Instagram, Messenger, Twitter… Eso muestra que las plataformas molestan. Si se bloquean, es porque molestan. Ahora los regímenes son más astutos y dicen que esas plataformas propician la desinformación y favorecen la comisión de violencia comunitaria. Por eso siempre les he dicho a las plataformas si continuáis pensando en África como un almacén de consumidores, en vez de un lugar en el que hay ciudadanos con derechos que se preocupan por la seguridad, os encontraréis con más casos como el de Uganda (donde se cortaron las redes), sin olvidar que Uganda es un caso de manipulación.

P: ¿A qué se refiere?

R: Creo que un peligro para estas redes es convertirse en estructuras impopulares, que cale ese mensaje de los dirigentes de que las redes sociales son un espacio de manipulación. Es importante que la gente no llegue a aceptar que se corte Internet porque Facebook, Messenger o WhatsApp están contribuyendo a la desinformación. No debería concretar mucho más porque algunos de esos episodios pueden acabar en el consejo asesor, pero desgraciadamente en África y en África Occidental francófona vemos cosas, como activistas, que nos hace estar muy frustrados, porque sabemos que no se permitirían en ningún otro lugar del mundo.

P: ¿Facebook no está moderando bien?

R: No digo que los equipos de Facebook no hagan lo que toca, pero hacen lo que pueden con los recursos que tienen. De nuevo, creo que es importante que los medios sean proporcionales a la amenaza y la empresa no ha tomado suficiente conciencia de que, en mi opinión de directora de una ONG de defensa de derechos digitales, no concentrándose suficientemente o no prestando suficiente atención a estos problemas, las plataformas se están arriesgando a poner en peligro potencialmente un lugar en el que podrían ganar mucho dinero, por hablar su mismo idioma.

P: ¿Quiere decir que podrían poner en peligro su negocio?

R: Es su interés como empresa. No son nuestros mismos intereses como activistas, pero en este caso, la moral poética coincide en ese sentido con los intereses financieros.

P: ¿Cuál debería ser la posición de las plataformas de redes sociales?

R: La respuesta de las plataformas y de Facebook e Instagram, que son las que tenemos más cerca, es que deberían poner medios más proporcionales para ser útiles a los ciudadanos. Me refiero a que sean útiles para el entretenimiento, por supuesto, pero también cuando se trata de temas más políticos y, sobre todo, en cuestiones relacionadas con la ciudadanía y la democracia. Deberían tener más interés en establecer vínculos con la población, que es además una población de jóvenes y que van a acabar tomando las riendas de África. Es el momento de ponerse de ese lado.

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Sobre la firma

Carlos Bajo Erro
Licenciado en Periodismo (UN), máster en Culturas y Desarrollo en África (URV) y realizando un doctorando en Comunicación y Relaciones Internacionales (URLl). Se dedica al periodismo, a la investigación social, a la docencia y a la consultoría en comunicación para organizaciones sociales.

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