Ir al contenido
_
_
_
_
Cartas al Director
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Las huellas del horror permanecen

Los lectores y las lectoras escriben sobre el aniversario de la dana en Valencia, el acceso a la vivienda, la sanidad pública andaluza y la falta de visibilidad del fútbol femenino

Ayudas DANA

Ha pasado un año ya. Ha pasado un año todavía. Me gustaría que todo aquello no estuviese tan presente. Los gritos de socorro, el ruido ensordecedor del agua rugiendo por la calle, la oscuridad, el miedo, el desamparo, la ira, el sentimiento de culpa, el barro por todas partes. Pero no. Las huellas del horror permanecen. La pizzería no ha vuelto a abrir; el auditorio sigue desvencijado y tantos locales y casas continúan igual, como heridas supurantes. Y pienso, esto no es nada comparado con el rostro triste de mis vecinos a los que el lodo arrebató al marido, al hermano, al padre. Cómo seguir así, con las portadas de los periódicos recordando día tras día el horror vivido. Con las imágenes del que pusimos como centinela y se fue de fiesta. Y sigue ahí, impúdico, indolente, infame. Sigo oyendo por el pueblo las historias que se cuentan unos a otros con los ojos extasiados. ¿Cómo huir de este dolor? Y me acuerdo de aquel amigo que al día siguiente me encontró en la calle y me preguntó: “¿Todos vivos?" Yo le contesté que sí y él dijo: “Adelante”, al mismo tiempo que se alejaba caminando.

José Antonio Martínez de Madrid Calonge. Catarroja (Valencia)

Llegará, llegará

Lejos de lo que esperarían generaciones anteriores a la mía, a mis 32 años vuelvo a compartir piso. Mi sueldo en el puesto de veterinaria en la clínica en la que llevo seis años trabajando no me permite tener ahorros, vivo al día trabajando de lunes a sábado. Recién separada de la pareja con la que compartía hipoteca, a estas alturas y 10 años después de independizarme, me toca volver a compartir piso con una compañera. Olvídate eso de vivir sola, necesitarás que te avalen para alquilar una vivienda y pagar cuatro meses de adelanto para entrar en un piso de 20 metros cuadrados sin ventanas. Qué poca gracia tiene esa falsa idea de que cuando una sea mayor todo irá bien: “llegará, ya llegará”. Pero en este país nunca llega.

Eva Jiménez Marsh. Madrid

Cáncer y abandono

Este domingo, mientras veía en la televisión las imágenes de la manifestación de Sevilla contra de la gestión de Moreno Bonilla, me sorprendió que un representante de la Junta se ofreciera para dialogar. Ese señor parece no haber entendido lo que reclaman los ciudadanos. No piden diálogo, sino que arreglen de una vez por todas las terribles deficiencias de la sanidad pública andaluza.

Luis María Fernández Alonso. Lamuño (Asturias)

El marcador invisible

El domingo, mientras medio país comentaba el clásico del Barça masculino, aún resonaba la victoria del femenino, una semana antes, casi en silencio. En los bares, las pantallas mostraban los mismos colores, las mismas botas… pero no las mismas jugadoras. Curioso: cuando ellas levantan copas, el eco suena más bajo. Hablamos de igualdad con entusiasmo, pero parece que solo interesa cuando no molesta en la sobremesa. El talento femenino se celebra en titulares breves y se esconde en horarios imposibles. Quizá el verdadero partido no sea en el campo, sino en los ojos de quien mira. Y hasta que esa mirada cambie, el marcador seguirá igual 0-1: ellas ganan, pero la sociedad sigue perdiendo.

Janna Felip Blanquer. Molins de Rei (Barcelona)

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_