_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Los niños son los padres

Para muchos Adanes y Evas, sus niños son distintos. Ni dicen palabrotas ni acosan en el cole ni, muchísimo menos, ven porno o se masturban, porque no lo han visto en casa

Una familia come en un centro comercial.
Una familia come en un centro comercial.Getty
Luz Sánchez-Mellado

Sábado, diez de la noche, planta de cine, ocio y restauración de un centro comercial en plenas rebajas de invierno. Una rugiente marabunta humana atesta el espacio y el ambiente. En una cervecería de esas con 20 clases de lúpulo, jarras de a medio litro la pequeña y pantallón de 100 pulgadas para ver el fútbol e insultar al árbitro a gusto, cena una pareja de cuarentones con tres crías monísimas, de, no sé, seis, cuatro y dos añitos a ojo. Al lado, otra pareja, sola, se atiza unas pintas mientras él le cuenta a ella, a voz en cuello por el estruendo, que está estresado de la hostia porque ha tenido una semana de mierda en el curro y el cabrón del jefe le está jodiendo vivo. Lo normal, vamos. Hasta que el papá le toca el hombro al currante y le pide que modere su lenguaje porque sus hijas están en edad de copiarlo todo y que, por favor, un respeto a las niñas. Mira, porque el aludido aún está mudo del pasmo y yo ya me estaba yendo a dormirme El brutalista en el cine que, si no, le monto un pollo al padre modelo.

Los Adanes, y las Evas, por acción u omisión, como los de la escenita son una especie más común de lo que pueda creerse aquí y ahora. Padres y madres para quienes sus criaturas no solo son las más guapas, buenas y listas del globo, como toda la vida, sino deidades absolutas. Dioses a los que hay que adorar, llevar en andas y librar de toda contrariedad o blasfemia, no sea que se traumen, como si el mundo fuera un cuento y no un lugar injusto, incierto e imperfecto, cuando no terrible. No, sus niños son distintos. Ni dicen palabrotas ni acosan en el cole ni, muchísimo menos, ven porno ni se masturban porque no lo han visto en casa. Luego, si en vez de príncipes o princesas les salen ranas, la culpa es de las malas compañías y de las redes sociales. Pues no, mira. Educar consiste en acompañar, orientar y dar a los hijos el amor, el ejemplo y los valores para adaptarse, crecer y desenvolverse en el mundo en que viven, y no a la inversa. Así que, a riesgo de que me llamen boomer, charo, o, anatema, adultocéntrica, desde aquí lo digo: hoy, demasiadas veces, los niños son los padres y luego vienen los madre mía. Ya lo sé: voy a tener una vejez muy mala.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_