_
_
_
_
editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un presupuesto laborista en Londres

Aumentar la recaudación por vía de las empresas es una propuesta realista pero arriesgada políticamente

La ministra de Economía del Reino Unido, Rachel Reeves posa frente al 9 de Downing Street en Londres con el maletín rojo del presupuesto, este miércoles.
La ministra de Economía del Reino Unido, Rachel Reeves posa frente al 9 de Downing Street en Londres con el maletín rojo del presupuesto, este miércoles.Isabel Infantes (REUTERS)
El País

El Gobierno laborista de Keir Starmer acabó el miércoles con casi tres lustros de política económica conservadora y, de alguna manera, dio carpetazo a una era de economía thatcherista. Starmer recibió de Rishi Sunak una economía empachada de deuda, con un crecimiento desesperadamente lento y unos servicios públicos con enormes problemas. Su ministra de Economía, Rachel Reeves —la primera mujer en ese puesto en la historia del país— combate esa herencia con un presupuesto ambicioso, genuinamente laborista, y con algunos riesgos no menores asociados. Reeves anunció que subirá los impuestos en 48.000 millones de euros —básicamente, a las empresas—, la mayor subida desde la posguerra. Flexibilizará las reglas fiscales para tratar de mejorar los servicios públicos, en particular el muy deteriorado servicio nacional de salud. Y elevará tanto el gasto público como la inversión, y por tanto la deuda, en una apuesta decidida por tratar de elevar el anémico crecimiento del PIB.

Atrás quedan 14 años de austeridad de los tories. El proyecto pretende revertir a largo plazo la situación del país, pero a la corta debe lidiar con la reacción de los mercados, que ha sido negativa. Londres ha perdido credibilidad en los últimos años de vaivenes del partido conservador. Tiene que persuadir a los mercados de que ese plan es sólido y a la vez ofrecer resultados a los ciudadanos británicos: eficacia en los servicios públicos y un crecimiento más rápido a cambio de ese apretón fiscal.

El grueso de la subida impositiva llega a través de las cotizaciones a la Seguridad Social que pagan las empresas, lo contrario de lo que decía Starmer en campaña electoral. Esa alza de las cotizaciones se traducirá en menores subidas salariales o menos contrataciones, reconoció la propia Reeves, que además ha subido el salario mínimo, el impuesto a las herencias y la tributación sobre las plusvalías.

Más allá de la irritación de los empresarios, o del nerviosismo de los mercados, solo con el tiempo se verá si estos presupuestos genuinamente laboristas, casi socialdemócratas, se convierten en el catalizador de la necesaria reconstrucción de un país devastado por la austeridad y por el Brexit, y si el laborismo consigue lo prometido: más crecimiento y poner las cuentas en orden. De momento, apuesta por más Estado y mejores servicios públicos. Incluso la presión fiscal, uno de los anatemas de Thatcher, sube hasta cotas parecidas a las de la UE. Paradojas del Brexit.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_