La salud mental es algo colectivo
Los lectores escriben sobre el malestar social, los prejuicios sobre los inmigrantes, la polarización política en las redes sociales, y las bajas laborales “flexibles”
Tu psicólogo no puede ayudarte con que no llegues a fin de mes y es muy normal que tengas ansiedad si no llegas. De hecho, lo normal es que no tengas psicólogo si no llegas a fin de mes. Tu psicólogo no va a poder evitar que sufras violencia por el hecho de ser mujer, ni tampoco hacerte digerir que todas tus amigas la han sufrido. Tu psicólogo no va a poder decirte que da igual que no tengas el cuerpo perfecto, la cara ideal, que las personas te van a tratar igual de bien, porque te estaría mintiendo. A tu psicólogo le encantaría poder mentirte, estar ahí también si no tienes recursos económicos para pagar una terapia, o poder cambiar muchas cosas del mundo que a él mismo, probablemente, también le duelen. La terapia ayuda, es indudable, pero la salud mental es una responsabilidad colectiva, social y que no puede ocurrir únicamente entre cuatro paredes.
Marta Fernández López. Madrid
Vivir del cuento
He escuchado a muchos españoles decir que vienen inmigrantes a “chupar del bote” sin tener que trabajar. Sin embargo, este verano he podido ver de cerca cómo se rompían el lomo mis compañeros del hotel donde he trabajado como animadora y luego se iban a descansar tras sus jornadas partidas a sus respectivos coches, tiendas de campaña y habitaciones compartidas con otras cinco personas para volver a sus puestos al día siguiente. No sé de qué estarán viviendo ahora que se ha acabado la temporada, pero del cuento, lo dudo. Quizá el problema no sean los ingresos que generan ni los gastos que provocan. Quizá España siga siendo un país racista, olvidadizo e hipócrita que se ha olvidado de que, para que haya turismo, tiene que haber gente que saque los servicios adelante. España no ofrece lo que puede, España ofrece lo que le interesa.
Paula María de Vargas Vázquez. Sevilla
Huir del ruido
Las redes sociales son una parte clave de la política, pero no siempre de la mejor manera. Si bien facilitan el acceso a la información, muchas veces están llenas de mensajes simplificadores que solo buscan captar la atención. Como resultado, los debates importantes y las ideas profundas se quedan en el olvido. Además, los algoritmos priorizan el contenido más escandaloso y polémico. Esto lleva a que muchos de nosotros, especialmente los jóvenes, estemos rodeados de polarización política y enfrentamientos verbales. Por eso, es fundamental que aprendamos a utilizar las redes de manera más crítica y reflexiva. Debemos esforzarnos por informarnos bien y no dejarnos llevar sólo por lo que más ruido hace.
Victor Roig Damia. Barcelona
Cuando estoy enfermo, teletrabajo
Hace unos días pasé una mala noche, dormí mal, me levanté con fiebre y lo primero que hice cuando sonó el despertador fue avisar por un mensaje de móvil al responsable de mi empresa para decirle que estaba enfermo y no iría a trabajar ese día. Me respondió: “Ah, entonces vas a teletrabajar, ¿no?”. Le contesté: “No, te digo que estoy enfermo...”. Sin palabras.
Roberto Mata Botella. Madrid
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