El gran bulo del concierto fiscal
Al parecer, la tercera vía es que gobierne el PSC con el programa de ERC, con lo que suscribe el relato independentista del ‘procés’
Uno: “El pacto también dice que se impone a Cataluña una solidaridad excesiva que limita injustamente sus políticas públicas y su capacidad de crecimiento. [...] Es la tesis del ‘expolio fiscal’ que tanto pregonó Junqueras durante el procés y que yo he intentado contrarrestar”. Dos: “Con ese acuerdo se asume post mortem el relato del procés y un cambio de paradigma en el sistema de financiación”. Tres: “Es un salto hacia la soberanía fiscal de Cataluña. Seguimos haciendo cambios estructurales del modelo de Estado en función de las coyunturas electorales”. Cuatro: “Este modelo es más confederal que federal”. Son declaraciones de la entrevista que le ha hecho esta semana Claudi Pérez a Josep Borrell, que desmontó con Joan Llorach en Las cuentas y los cuentos de la independencia (Libros de la Catarata) la mentira del “expolio fiscal”. Fue hace mucho tiempo, en la época en que nos preocupaba la posverdad. Ese bulo queda avalado en el preacuerdo de ERC y PSC sobre el concierto fiscal. Solo había que cambiarle el nombre. Al parecer, la tercera vía es que gobierne el PSC con el programa de ERC. El documento también suscribe el relato independentista sobre el procés, lo que tampoco es una novedad. Ya explicó Bertrand Russell que una proposición falsa implica cualquier proposición: así, uno empieza con que uno más uno son tres y acaba con que yo soy el Papa de Roma, y a partir de la mentira de la infrafinanciación se sostiene que el concierto fiscal es una oportunidad, un debate necesario (que se abre y cierra cuando conviene: para lograr una investidura en una comunidad autónoma se firman cambios que afectan a todas las demás), el problema son las bajadas de impuestos de las autonomías que gobierna el PP (esas bajadas, criticables por otras razones, no afectan a la solidaridad entre autonomías sino a los servicios en esa comunidad, pero qué más da), tampoco hay que exagerar (ni recordar la posición histórica del PSOE, hasta hace un cuarto de hora), es un concierto fiscal solidario (¿acaso puedes dudarlo? ¡si lo dice el nombre!), no debemos preocuparnos porque la cuota de solidaridad la pactarán gobiernos del PSC y el PSOE (¿?), todo el mundo saldrá ganando (como aquel hijo de terrateniente que fue a casa de su padre a celebrar la revolución: Entre la tierra que ya tenemos y la que van a colectivizar nos va a quedar un montón), no te alarmes: es imposible que salga.
La próxima vez que un defensor del concierto manifieste su preocupación por el negacionismo científico, por los bulos o por la desigualdad, tendrás que hacer esfuerzo para no echarte a reír. O a llorar.
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