El trabajo de los migrantes

Cuando hace 30 años fue necesario hacer delante de casa una zanja de tres metros de profundidad y medio metro de ancho, tuve que recurrir a mano de obra migrante porque ningún nacional estaba por la labor. Ahora que por desgracia cada vez más la derecha hace bandera de enganche con su crítica a los migrantes, piensen que si la mano de obra migrante se parara, Europa se paralizaría por completo: trenes, aeropuertos, hospitales, obras públicas y privadas, todos los servicios en los que intervienen muchos trabajadores migrantes, desde los que atienden a personas mayores hasta los encargados de la recogida de residuos. No solo por este gran riesgo, sino también para una mínima compensación por todo el daño que los europeos hicimos en América, África y Asia, debemos un respeto a los migrantes de cualquier procedencia.

Miguel Teixidor de Otto. Jávea (Alicante)

Hoy todo te cambia la vida

Vivimos en un mundo en el que parece que todo tiene que ser trascendental. Vas a leer el libro que te va a cambiar la vida, ver la película que te va a abrir los ojos para siempre, conocer a la persona de tus sueños, empezar el trabajo de tu vida… Y, si somos sinceros, nos tenemos que conformar con que el libro nos enriquezca lo justo, la película nos entretenga, la persona esté con nosotros mientras sea sano para ambos y el trabajo dure lo que tenga que durar. Nosotros cambiamos y nuestro entorno y nuestra situación también, por lo que no podemos esperar que cada cosa que llegue a nuestra vida sea mágica y eterna. Enfrentarnos a la vida con esa ansia de trascendentalismo, solo nos lleva a la desilusión y a sentirnos derrotados. Nada es suficiente, cuando, en realidad, suficiente debería ser todo aquello que nos aporta paz y un poco de felicidad.

Ana Medina. Granada

Es cuestión de privacidad

Llevo varios días recibiendo llamadas telefónicas de compañías y organizaciones con fines comerciales. Estamos en un mundo cada vez más digitalizado, donde nuestra privacidad se ve violada a niveles de intervenir en nuestra vida personal, interrumpiendo comidas con familiares, reuniones de trabajo, momentos con nuestros hijos… Creo que es necesario establecer límites claros sobre la recopilación y el uso que se le da a esos datos, no solo para proteger nuestra privacidad sino para también proteger nuestra calidad de vida.

Aina Illa. Sant Esteve de Palautordera (Barcelona)

La palabra

La palabra, ese instrumento creador de sueños, bálsamo de angustias, potenciador de las mejores virtudes del ser humano. Pero también herramienta peligrosa, capaz de infligir un daño más doliente que el mayor de los castigos físicos. Arma que en la época actual parece que solo se utiliza con el peor de los filos. Denostada por nuestros representantes públicos diariamente. ¿Cómo nos vamos a sorprender de que en las redes sociales haya un odio patente si nos fallan los que tendrían que ser dadores de ejemplo? Su mal uso lastima no solo las instituciones, sino también la sociedad a la que representan.

Iker Iñarritu Ruiz. Portugalete (Bizkaia)