Amanece oscuro en San Sebastián

La tristeza tiene también su vertiente colectiva cuando la afectación es compartida, se envuelve en nostalgia cuando es recuerdo de una alegría del ayer, alcanza sentido cuando es punto final de gozo, confort, olores entre los anaqueles… La tristeza dispone de personalidad cuando exhala cultura, cuando es lanzadera con la que nos transporta a lugares insospechados, cuando comparte las experiencias de personajes sobresalientes. La tristeza sobreviene por la ausencia de susurros, bajitos y reprochados ante una elección. La tristeza ya es recuerdo de militancia ciudadana ante la barbarie, es expresión de que el progreso nos despoja de lo que no pudo el totalitarismo, es muestra de que el avance nos priva de un haber majestuoso, ya no sé si posible hoy y mañana. Fue muy triste girar para entrar en la calle Urdaneta y conocer que la librería Lagun echa la persiana para siempre. Mil gracias por entregarnos sueños con los que hemos configurado nuestras vidas.

Enrique López de Turiso. Vitoria-Gasteiz

Analfabetismo matemático

Decía Ramón y Cajal que al carro de la cultura española le faltaban las ruedas de la ciencia. Cada vez es más frecuente encontrarse con personas que no son capaces de calcular un descuento o hacer operaciones con fracciones. Las matemáticas van mucho más allá de las aulas y es importante tener cierto conocimiento a la hora de hacer la compra diaria o negociar intereses con los bancos. El conocimiento científico propicia el desarrollo de un pensamiento crítico, lo cual hace menos manipulables a los ciudadanos de una sociedad.

Pedro González Berdayes. Siero (Asturias)

Somos negocios

Hacen huelga funcionarios, pilotos, dependientas, repartidores, agricultores… Estaba en una asociación de comerciantes y cuando planteé alguna reivindicación para rebajar los inflados alquileres de los locales o penalizar a las empresas de venta online que tributan fuera de España y mis compañeros me dijeron que renegociara por mi cuenta el alquiler con mi casero o me reinventara (lo mismo que dice la derecha ultraliberal cuando nos llama “pequeños empresarios”). No somos pequeños empresarios, somos trabajadores precarios, sin convenio colectivo, sin derecho a vacaciones ni a huelga. Somos negocios, y si no hay viabilidad económica nos vamos al garete.

Javier Gascón Tovar. Zaragoza

Te echo de menos, ‘Pantera’

Pantera, la casa, desde que no estás, se siente vacía sin el sonido de tus patitas por el pasillo, tu ruido comiendo galletas o pienso, tus pequeños ladridos… las dos nos acostumbramos a nosotras. A nuestros paseos, a tus horarios diarios de las malditas pastillas, a protegerte en cada momento y a cuidarnos siempre. Me acostumbré a tener el corazón lleno gracias a tu presencia, tu cariño, tus besitos y tus ganas de jugar. Mis platos ahora me los termino yo sin tu patita pidiéndome compartir, la cama se siente más grande, al coche le falta tu cinturón y al suelo tus peluches y tus mil cuenquitos de colores. No conocía este amor tan especial y ahora resulta difícil vivir sin él. Ojalá siguieses aquí, Pantera.

Patricia Morales. Bilbao