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Cartas a la Directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Las ciudades como producto

Los lectores escriben sobre el turismo, la ayuda a las personas, la censura y la importancia del diálogo y los debates en política

Ambiente de la playa de la Barceloneta, en junio.
Ambiente de la playa de la Barceloneta, en junio.Alejandro García (EFE)

Se nos informa de lo bien que va España saturando trenes, aviones, autopistas, playas y el verano que se avecina. Pura esquizofrenia en la que cae todo pueblo, no digamos ciudad, inventándose la “tomatina” que produzca el mayor impacto económico posible, principalmente a la empresa privada. En muchas ciudades estamos saturados de un turismo que sigue la brújula de las redes sociales y está desnaturalizando su vida social, convirtiéndonos en extraños en casa. Nuestra gallina de los huevos de oro va camino de matarnos de éxito, cual Venecia sin venecianos, por culpa del filibustero nivel de precios que los vecinos padecemos, desde el pincho a la vivienda. Hay que parecerse a Mónaco, a mayor gloria de la hostelería y del sector inmobiliario, pero sin tener por vecinos ni a migrantes ni a vulnerables ni a inquilinos de VPO, es decir, a quienes ponen los niños pero con sus mocos. Tras el recuento, es la hora de la verdad, la que está al otro lado del espejo de las promesas de campaña, en la que todos se han disfrazado de ONG.

Andrés Crespo Rico. San Sebastián

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Hace unos días, viajando en un autobús lleno hasta la bandera, sufrí un desmayo. Quiero agradecer a las personas extraordinarias que me atendieron, me tumbaron, me levantaron las piernas, me colocaron la cabeza en alto, no me dejaron sola en ningún momento y esperaron a que llegara la ambulancia. Junto con el conductor, persona de una amabilidad y educación fuera de lo corriente. También quiero agradecer a los sanitarios de la ambulancia el maravilloso trato recibido. Muchas gracias a esas personas anónimas y trabajadores que me trataron con un tanto cariño. En la época que estamos, donde lo que predomina es el odio y la mala educación, yo tuve la suerte de encontrar en el transporte público todo el amor que unos desconocidos me dieron.

Ángeles Matey González. Madrid

Deriva reaccionaria

El nuevo equipo municipal de mi pueblo, Briviesca, en Burgos, ha censurado la representación de una obra de teatro El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca, de Xavier Bobés, que aborda el trabajo de un maestro catalán, Benaiges, que transformó la escuela de Bañuelos de Bureba y fue fusilado por la dictadura franquista. Las razones aducidas son peregrinas y esconden una censura contra la libertad de expresión que se está propagando como una peste por toda la geografía de este país. Enorme preocupación y tristeza por esta deriva reaccionaria.

Ana Isabel Ruiz Labarga. Valladolid

¿Qué temen?

Considero que el diálogo es un elemento fundamental de la democracia y no puedo entender que haya partidos políticos que se opongan al debate y la pluralidad ideológica encabecen las encuestas electorales del próximo 23-J. ¿De qué tienen miedo? ¿De encontrar demasiados puntos en común y despistar a sus votantes? ¿De que se desmientan bulos y quede en evidencia la sociedad de la desinformación hacia la que pretenden encaminarnos? Vendría bien recordarles que la palabra es un recurso fundamental, que cada escaño cuenta y que todos debemos tener voz para que la historia no se repita y podamos vivir en libertad.

Jorge García Fernández. Alcorcón (Madrid)

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