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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Ojo con los porros de Cádiz

Una noticia de un diario gaditano sobre una operación policial por dos canutos en el municipio de Algodonales desata el lado más humorístico de la red social del pajarito

Gibraltar
El peñón de Gibraltar, el pasado enero.Alfredo Cáliz
Manuel Viejo

No es fácil ser policía en el estrecho de Gibraltar. Contrabandos por aquí, narcotráfico por allá. Clanes. Mafias. Asesinatos. Operaciones contra la droga cada dos por tres. Hay docenas de libros, series en Netflix, reportajes cada domingo en el kiosco. Películas por doquier. La droga vende, vaya. Por lo que sea. Rara es la semana si el periodista de EL PAÍS Jesús Cañas no escribe sobre ello desde Cádiz. La última vez, de hecho, fue hace solo 10 días. Titular: Detenidos seis de los contrabandistas que hirieron a pedradas a dos aduaneros y provocaron un incidente con Gibraltar.

Resulta que la madrugada del 2 de febrero hubo una persecución policial por mar a unos contrabandistas de tabaco en la bahía de Algeciras. La operación policial acabó con dos agentes de Vigilancia Aduanera heridos a pedradas. Bien. El pasado jueves, en Algodonales —-un pueblo de la sierra gaditana de 5.000 vecinos, a solo dos horas en coche de la Línea de la Concepción— sucedió otra operación policial sin precedentes hasta la fecha en España. Extraordinaria. Fue de tal magnitud, que la noticia lleva ya casi cuatro millones de visitas en Twitter. Poca broma. Sí, hace falta llegar al tercer párrafo para saber de qué va el asunto. No es nada fácil contarlo.

A las nueve en punto de la mañana del 30 de marzo, el diario digital Portal de Cádiz lanza la alerta en Twitter: “La Policía incauta dos porros en un pueblo de Cádiz”. Fumata blanca. La noticia no se anda con rodeos. Normal, por otra parte. Este es el inicio: “La Policía Local de Algodonales ha llevado a cabo una operación contra el consumo de drogas en la vía pública, logrando la incautación de dos porros”. Por si fuera poco, en la pieza informativa salen los dos porrillos perfectamente liados. Uno ―tiene narices― ya llevaba un par de caladas. El alijo ―hay fotos, por supuesto― se custodió perfectamente, como dictan los cánones del CSI; se envolvieron en dos bolsitas transparentes de plástico. Los agentes metieron ahí también las cenizas. La operación policial —por si hay algún tiquismiquis con dudas— iba completamente en serio. Sin entrar en detalles ―que ahora vendrán— los agentes de Algodonales sabían perfectamente que el cigarrillo sin empezar también era otro porro. ¿Qué iba a ser? La policía de Cádiz huele la experiencia.

La noticia lleva miles de comentarios. Lo de Ana Obregón se queda corto. Cojan palomitas. “Duro golpe al Cártel de Sinaloa”. “Tienen que quedar otros dos porros como mucho”. “Encima recién encendido, qué hijos de puta”. “Y tendrán medallas”. “¡Proteger y servir!”. “Nueva temporada de Narcos”. España, vamos. Normal que pongan algún día Twitter de pago. Venga, tres opiniones más. “En breves momentos comparecerá el ministro del Interior a explicar los detalles de la operación”. “Al fin han trincado al chustas”. “De alguna forma esto afectará a los precios del Mercadona. Verás”. Poca broma con la operación, que no tiene nombre. Pablo Escobar suena bien.

Ojo que la historia no terminó aquí. No, no. Horas después de la publicación de la noticia, el jefe de la Policía Local de Algodonales, José Bernal, se puso en contacto con el Portal de Cádiz mediante un correo electrónico. Bernal quería aclarar ciertos aspectos al diario. “No se ha realizado operación ni nada”, escribió. “Son incautaciones que se realizan en un servicio ordinario, sin más preámbulos que ese”. Tiene narices. Toda operación en la vida tiene un preámbulo, se ponga como se ponga el señor inspector Bernal. “Respecto a lo incautado”, continuó, “en principio son cigarros de liar, ya que luego el Departamento de Sanidad determinará la identificación de la sustancia”. Ya, ya.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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