Una persecución a contrabandistas en Gibraltar acaba con dos aduaneros españoles heridos y un incidente diplomático
Las autoridades británicas y gibraltareñas acusan a España de una “grave violación de soberanía”, mientras Exteriores condena la agresión y exige medidas contra el contrabando
El Gobierno de Gibraltar, en una declaración conjunta con el gobernador británico de la colonia, ha acusado a España de incurrir en una “grave violación de la soberanía y jurisdicción británica” después de que dos agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera acabaran en una playa del Peñón durante la madrugada del jueves tras perseguir a una banda de contrabandistas que estaba desembarcando tabaco ilegal de una lancha rápida. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha condenado la agresión sufrida por los agentes españoles “en territorio y aguas españolas cercanas al peñón de Gibraltar” y ha “rechazado tajantemente” la versión ofrecida por las autoridades gibraltareñas y británicas.
La persecución de la patrullera española para arrestar a los tripulantes de la embarcación tabaquera provocó que dos agentes se bajaran en una lancha auxiliar de menores dimensiones para poder maniobrar de manera ágil y abordarles pero, tras fallarles el motor, el oleaje los llevó hasta la orilla. En la playa de Levante de Gibraltar, el grupo de traficantes empezó a apedrearles y, ante la violencia y el acoso, los agentes reaccionaron disparando tiros al aire. Ambos agentes resultaron heridos en el rostro, uno con el tabique roto y el otro con fractura de huesos del pómulo, de la que será operado, según fuentes del Servicio de Vigilancia Aduanera.
Después del ataque de los contrabandistas, cuatro policías de aduanas gibraltareños acudieron a la playa ante la alerta, pero se limitaron a separar a los contrabandistas de los agentes españoles. No hubo detenciones porque se enfrentaron cuatro policías a 25 contrabandistas, según alegan fuentes del Gobierno gibraltareño.
En un vídeo grabado por los contrabandistas se percibe la violencia empleada contra los agentes, a los que después de los disparos al aire, les increpan: “¡Dispara ahora, os vais a enterar!”, mientras les lanzan piedras de más de 20 centímetros, según fuentes del Gobierno español. “A los agentes les ha salvado la vida el casco”, añaden dichas fuentes. A pesar de los tiros al aire de intimidación, los contrabandistas se acercan a los agentes para coger las cajas de tabaco ilegal y terminar de descargarlas en la playa, ante la impotencia de los policías españoles de aduanas. “¡Esto es Gibraltar, este no es tu trabajo!”, les gritan. Cuando los agentes piden ayuda para volver a su patrullera, los contrabandistas les responden: “¿Ahora quieres ayuda, no, chivato? Búscate la vida”.
El Gobierno del Peñón asegura que sus agentes les ofrecieron “asistencia y atención médica”, pero que los policías españoles rechazaron la oferta y les dijeron que preferían volver con los remos hasta la patrullera, que tenía encendidos sus focos para iluminar la escena. El Ejecutivo gibraltareño ha incidido en un comunicado conjunto con el gobernador británico en que los disparos de los agentes españoles, “constituiría una infracción muy grave de la ley, además de ser imprudente y peligrosa, especialmente en una zona de alta densidad de población civil, dada la proximidad de una urbanización residencial”.
El ministro principal del Peñón, Fabián Picardo, ha sido muy crítico con el suceso: “Las pruebas que rodean este incidente revelan una grave violación de la soberanía británica y, potencialmente, el incidente más grave y peligroso desde hace muchos años. Antes de reaccionar debemos, por supuesto, estar seguros de los hechos, pero los acontecimientos indican que la actuación de los funcionarios españoles es intolerable”.
Por su parte, el Ministerio español de Asuntos Exteriores ha difundido a última hora de la tarde del viernes un comunicado en el que condena “la agresión sufrida por miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera que intervenían en una operación de lucha contra el contrabando en territorio y aguas españolas cercanas al Peñón de Gibraltar, con resultado de heridas graves” de los dos agentes, a los que desea una pronta recuperación. Asimismo, el Gobierno español “rechaza tajantemente los términos de la declaración conjunta emitida hoy por representantes del Gobierno británico [en alusión al Ejecutivo gibraltareño y el gobernador] en relación con el incidente, así como las pretensiones sobre una supuesta soberanía británica sobre el territorio y aguas de Gibraltar recogidas en ella”. Para Exteriores, esta declaración “resulta especialmente incomprensible” en un momento en que Londres, Madrid y Gibraltar ultiman la negociación de un acuerdo para permitir el libre acceso de personas y mercancías del Peñón a la UE después del Brexit. “El Gobierno de España”, agrega, ”exige medidas eficaces de lucha contra el contrabando que perjudica a toda la zona”. La nota no aclara si los agentes dispararon o no al aire para defenderse de la agresión y da a entender que el incidente se inició en aguas cuya soberanía británica no reconoce España, aunque concluyera ya en la playa de la colonia.
Un portavoz del Foreign Office ha señalado que “el Gobierno del Reino Unido tiene conocimiento de un incidente ocurrido el 2 de febrero en el que una embarcación del Servicio español de Aduanas realizó unas acciones en aguas gibraltareñas que constituyeron una incursión y violación de la soberanía del Reino Unido. El Gobierno del Reino Unido ha contactado con el Gobierno español para aclarar lo ocurrido y está trabajando estrechamente con el gobierno de Gibraltar”. “Lamentamos y condenamos la agresión sufrida por los dos agentes y les deseamos una rápida recuperación”, agrega la nota. Del tono de la declaración se deduce que el Ministerio de Exteriores británico no ha presentado una protesta, sino que de momento solo ha pedido “aclaraciones” sobre lo sucedido a su homólogo español. La nota británica tampoco alude al hecho de que los agentes españoles dispararon al aire; un hecho que, según fuentes diplomáticas, se produjo “bajo provocación”. El incidente está siendo investigado por la policía gibraltareña.
Ante las acusaciones de pasividad en la lucha contra el contrabando de tabaco, las autoridades de la Roca aseguran que este ha descendido de manera drástica, pero ello no evita que los contrabandistas sigan operando y se produzcan continuos enfrentamientos entre los traficantes y el servicio español de Aduanas en la Bahía de Algeciras. El contrabando de tabaco en España bajó el pasado octubre al 6,7%, el porcentaje más bajo desde 2011, según la encuesta de paquetes vacíos elaborada por la consultora Ipsos.
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