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Cartas a la Directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Un agravio más que sumar al largo calvario del pueblo palestino

Los lectores opinan sobre el bloqueo de las ayudas de la UE a los enfermos de cáncer en Palestina, la tendencia a sustituir la conjunción “y” por el símbolo &, la falta de educación y los despidos

Pacientes palestinas de Hebrón (Cisjordania), en una sala de quimioterapia del hospital Augusta Victoria de Jerusalén.
Pacientes palestinas de Hebrón (Cisjordania), en una sala de quimioterapia del hospital Augusta Victoria de Jerusalén.QUIQUE KIERSZENBAUM

Con profunda tristeza y no menor indignación, leo en EL PAÍS la crítica situación de los enfermos de cáncer palestinos. Sorprende que la capacidad de bloqueo de las ayudas que la Unión Europea destina a la adquisición de la medicación necesaria, dependa exclusivamente del criterio del comisario Oliver Várhely, húngaro por más señas. Agrava la situación el hecho de que Israel exija el pago en el momento de la factura por la adquisición de dicha medicación, existente en sus farmacias y laboratorios. Comprendo perfectamente la angustia de los mencionados enfermos y de sus doctores por haber sido yo misma enferma oncológica. Así las cosas, el comisario Várhely sobre todo, pero también la UE e Israel son y serán los responsables del empeoramiento y de los fallecimientos que puedan producirse entre estos enfermos, inermes ante la situación que padecen. Un agravio más que sumar al largo calvario del pueblo palestino.

Isabel Rubio de Miguel. Madrid

Símbolo innecesario

Desde hace algunos años he podido observar que se está sustituyendo la conjunción española “y” por el símbolo &. Este símbolo tiene origen latino, y se usaba en inglés por una necesidad comercial, ya que la misma conjunción inglesa necesita tres letras “and”. Este problema no existe en español, que solo usa la y. Por otra parte, todos podemos comprobar tranquilamente en nuestras casas que es más fácil y rápido escribir la letra que el símbolo. Un ejemplo de este mal uso es la tarjeta utilizada en los Cercanías españoles, llamada Renfe&tú.

Carlos Santacara. Londres

Un poco de educación

Todo el día con el teléfono en la mano, con el ordenador, hiperconectados; sin embargo, por desgracia, observo algo que me sucede con mucha frecuencia: envío un e-mail, no solo a nivel particular, sino lo más preocupante, con asuntos de trabajo y el receptor no se digna en contestar, ni tan siquiera con un simple “recibí”. Esta nueva era de la comunicación llegó muy deprisa, tanto que parece se nos olvidó de acompañarla con un manual de buenas prácticas, aunque sería tan sencillo como aplicar el sentido común y contestar de una puñetera vez, así de simple.

Sebastián Navarrete Molina. Fuenlabrada

Que Dios nos pille confesados

Mi mujer, enferma de cáncer y que acaba de dar a luz, ha visto cómo el equipo de dirección del instituto en el que trabaja ha aprovechado esa situación para prescindir de sus servicios, aunque tiene preferencia para ocupar una de las plazas disponibles, sin tan siquiera comunicárselo personalmente o preguntar en algún momento por su situación. Puede parecer que, al ser funcionaria, estará respaldada por la Generalitat. Lamentablemente, a las personas que deberían evitar estas situaciones les preocupa más la burocracia, y, al final, el pobre o el débil sigue siendo apartado a un lado para que no moleste. Llegado el día, todos lucirán orgullosos el lazo rosa en la solapa; lo importante es salir guapo en la foto. ¿Estas personas están educando a nuevas generaciones? Que Dios nos pille confesados.

David Manchado Navarro. Sant Just Desvern (Barcelona)


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