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Tanto miedo que me lo quitan de las manos

Compre hoy este miedo y piense en sí mismo el resto de su vida. Si no queda satisfecho, la vida no habrá quién se la devuelva

Un grupo de mujeres exige sus derechos ante el palacio presidencial de Kabul, este viernes.
Un grupo de mujeres exige sus derechos ante el palacio presidencial de Kabul, este viernes.STRINGER (Reuters)
Nuria Labari

Tres miedos por dos euros, oiga, ataque de pánico por cinco euros. Vamos, mujer, que me lo quitan de las manos. Para los que pensaban que el peor año del mundo había terminado, llega otro septiembre negro para usted y su familia. Tres miedos, diez euros, repito, diez euros. Vamos que tengo el mejor género del milenio, para el caballero y para la señora. Elija el suyo y lléveselo a casa esta misma mañana. Tengo pánico, tengo crisis, tengo ansiedad, tengo ataques de angustia, falta de confianza… De todas las tallas y todos los colores, que nadie se quede sin el suyo.

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Revuelve y escoge, que tengo para todos. Miedo para sentirnos pequeños, para creer que no importamos nada, para sentir que el mundo se ha vuelto loco, para no encontrar la belleza, para sufrir la impotencia y la desidia. Miedo para pensar y para votar, no vaya a faltar miedo en las próximas elecciones. Llévese cuarto y mitad de talibán. Llévese el terror de las mujeres afganas, métalo en su casa y aliméntelo cada noche. Vamos que me lo quitan de las manos. Sienta como crece la angustia del mundo sin que podamos hacer nada. Vamos señoras, vamos, que este terror es más suyo que de nadie. Ni una mujer sin miedo puede quedar. Traigo camiones de pánico para paralizarlas a todas.

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¡Qué bueno el pescado, qué gordo, qué muerto! Fíjate qué género, niño. Ni una ni dos ni tres ni cuatro. ¡Casi cinco toneladas de peces muertos! Que llevábamos casi dos años sin cadáveres en las orillas. Aprovecha que este género no lo vendo, ¡lo regalo! Para el que recicla y la que me trae la bolsita de tela, con dos kilos te llevas dos más de cambio climático. Miedo a la gestión política y empresarial, miedo hasta de la agricultura intensiva. Dos kilos de miedo para llevar a las tertulias de la televisión, para explicar que el mundo es injusto de puro complejo, para aceptar que no podemos entender lo que está pasando, miedo para no salir de la cama, para ver el siguiente capítulo de la serie y después el próximo y otro más…

¡A euro, a euro, a euro! Para la niña, el niño y le niñe. Homofobia para todos, agresiones, violencia y muertos. Para la pluma del gay y de la lesbiana, para que nadie se divierta por las noches. Tengo terror rosa, azul y pistacho. Que a nadie se le ocurra volver solo a casa en 2021, que los jóvenes no puedan bailar. Y si te llevas la homofobia, de regalo el machismo de toda la vida. Venga que el patriarcado es el rey de este mercado. Lo traigo como el turrón, del blando y del duro, para que todo el mundo lo mastique. Ven acá pacá guapo, que tengo pavor fresco para dudar de todos, para sentirnos perdidos, para buscar likes en el móvil cuando el mundo no nos guste. No pasar de largo que el pánico está a precio de saldo. Para que no podáis mover ni un músculo y para salir corriendo lejos de todo. Miedo negro para huir de la responsabilidad para con el mundo en que vivimos. Oro molido, señora, oro molido. Y crisis de identidad para atrincherar a los países en sus propios intereses, para que cada uno vaya a lo suyo y sienta además que no hay más remedio. Miedo para que la comunidad internacional mire para otro lado. Miedo para no saber qué hacer ante situaciones así.

Miedos, miedos, ¡¡no andéis sin miedos!! A tres euros con derecho a revolver. Para los de la Pfizer, los de Moderna y los de la Astrazeneca, terrores a estrenar con la pauta de vacunación completa. Vamos que esto va a ponerse más negro que marzo de 2020. Ni una rendija de horizonte nos va a quedar. Corre que este año nos quedamos en casa sin que nadie nos lo pida. ¡El miedo del milenio más barato que un bocadillo de pan! Compre ahora que las guerras amenazan, compre que arden los bosques y llueve como nunca. ¿Han visto en el telediario qué forma de caer agua en Toledo? Miedo apocalíptico de liquidación. Aprovecha que hoy solo cobro el IVA y el Lexatín lo regalo.

Abandone sus ideas y llévese miedo a estrenar. No pase de largo que al precio que está la luz no va a haber quien pueda pensar con claridad. Y si se lleva cinco terrores, yo me llevo la rebeldía de su casa. Le retiro todo lo viejo para que no cargue con chatarra. Deje aquí su compromiso con el mundo, olvídese de cambiar las cosas, agarre su miedo y no se sienta responsable nunca más. ¡Llévelo, llévelo, llévelo! Para la gente pequeña, para los que sienten que nunca consiguen causar impacto en la política, para los que no pueden digerir más información.

Aproveche que este miedo paraliza sociedades enteras, es el miedo del populismo y de la pena. Es el miedo que se traga las causas perdidas, el que engorda el propio interés. Compre hoy y piense en sí mismo el resto de su vida. Si no queda satisfecho, la vida no habrá quién se la devuelva.

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Sobre la firma

Nuria Labari
Es periodista y escritora. Ha trabajado en 'El Mundo', 'Marie Clarie' y el grupo Mediaset. Ha publicado 'Cosas que brillan cuando están rotas' (Círculo de Tiza), 'La mejor madre del mundo' y 'El último hombre blanco' (Literatura Random House). Con 'Los borrachos de mi vida' ganó el Premio de Narrativa de Caja Madrid en 2007.

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