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La pandemia de coronavirus entra en fase de control en Cataluña

El porcentaje de positivos en las pruebas diagnósticas baja del 5% por primera vez desde el 23 de junio y Salud retomará el lunes los test a contactos de un positivo

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Mesas llenas en un restaurante del puerto de Barcelona.Carles Ribas (EL PAÍS)
Bernat Coll

Cataluña va bien. Al menos en lo que se refiere a la situación de la pandemia, que por primera vez en los dos últimas meses se sitúa en un escenario de estabilidad según los datos epidemiológicos. El departamento de Salud notificó este viernes un porcentaje de positivos en las pruebas diagnósticas (4,70%) inferior al 5%, el umbral de control establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La situación también mejora en los hospitales, donde se registran menos de 1.000 ingresados por covid (986) por primera vez desde el 11 de julio.

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La quinta ola sigue a la baja y la Generalitat confía en que los datos sigan mejorando los próximos días. La única inquietud entre los sanitarios es el impacto que puedan tener las aglomeraciones y botellones que se repiten los fines de semana en Barcelona, y que también se prevén de cara a las fiestas de la Mercè.

“Respecto a como estábamos hace un mes, que era horroroso, la situación ha mejorado muchísimo”, celebra Pere Domingo, coordinador covid del hospital Sant Pau de Barcelona. El centro hospitalario pretende cerrar una de las salas covid utilizada las últimas semanas para agrupar a todos los pacientes en un solo espacio. La situación en San Pau refleja la mejora en el global de Cataluña, donde el 27 de julio se contabilizaron 2.256 ingresados, el pico de la quinta ola.

La presión asistencial también es menor, y salud registra 336 críticos, una cifra que se ha reducido un 44% respecto al pico de 598 casos, alcanzado el 9 de agosto. “La situación en las UCI siempre mejora más tarde que en las hospitalizaciones”, recuerda Domingo. El responsable calcula que la actividad quirúrgica está “casi al máximo” después de que en verano se redujera aún más las operaciones de lo que ya estaba previsto. “En verano la actividad siempre es menor porque la gente está de vacaciones”, explica. Enric Álvarez, miembro del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (BioCom-SC) de la UPC, experto en proyecciones, anticipa que la situación hospitalaria mejorará aún más en las “dos próximas semanas”.

“La gente no se vacuna en sus vacaciones. Este es el país que tenemos”, lamenta un responsable
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Precisamente las fechas vacacionales han reducido a la mitad el ritmo de vacunación en Cataluña, a pesar de los esfuerzos de la Generalitat para convocar a la población más joven. “Este es el país que tenemos”, lamenta Domingo. “Las vacaciones parecen inhábiles a todos los niveles, también para la administración”. Cataluña ha administrado a lo largo de esta semana unas 140.000 dosis, el ritmo más bajo desde finales de marzo, aunque los datos del jueves aún no son definitivos. La Generalitat pretende doblar la frecuencia de los pinchazos, y pasar de los 1,3 millones de dosis administradas en agosto a los dos millones en septiembre.

A pesar de la mejora general epidemiológica, existe una situación que inquieta a los sanitarios y a las autoridades: los botellones. “Existe un riesgo de que haya un repunte de contagios por los botellones y las fiestas”, avisa Domingo. Álvarez asegura que de la evolución epidemiológica no ha notado “de momento” este tipo de actividades.

La celebración de fiestas masivas por la noche al aire libre ofreció durante las fiestas de Gràcia y Sants imágenes preocupantes por la falta de medidas de seguridad entre los jóvenes, algo que ahora quiere combatir el Ayuntamiento de Barcelona antes de las fiestas de la Mercè. La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, reclamó el miércoles encontrar espacios controlados y de seguridad para evitar repetir los botellones en las calles. Abrir el ocio nocturno, sin embargo, incomoda a los sanitarios. “Las autoridades deberían evitar las aglomeraciones de Gràcia”, reclama Domingo. “No sé cómo hacerlo, pero no podemos cometer los mismos errores cinco veces. Pasar de hacer botellones en el exterior a hacerlo en el interior no tiene sentido”.

El próximo objetivo del Departamento de Salud es tener un riesgo de rebrote inferior a 100 puntos, el umbral que determina un riesgo alto. Actualmente la cifra es de 137, un nivel similar al que había en los días previos a Sant Joan, cuando comenzó a escalar la quinta ola.

La buena evolución ha disminuido la presión en los centros de atención primaria, que a partir del lunes realizarán de nuevo los test a contactos estrechos de un positivo de covid, una práctica que la Generalitat había aparcado para reducir la saturación de los CAP en los momentos más críticos de la quinta ola de la pandemia.

Según ha informado este viernes el Departamento de Salud, los test se realizan indistintamente de si las personas están vacunadas o no, entre el cuarto y el sexto día desde el contacto con el positivo. Estos cambios forman parte de la actualización del protocolo de atención sanitaria y de salud pública de la Generalitat, que se publicará el próximo lunes, una vez superada la fase de mitigación del pasado julio.

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Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

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