Infectando a la gente sana

Entre las muchas cosas que se le pueden ocurrir a uno para luchar contra la pandemia, seguramente no se encuentra la de infectar con el coronavirus a gente sana. Parece una especie de cooperación con el SARS-CoV-2 para que infecte al mayor número de gente posible, como si el doctor Mengele estuviera a cargo de la covid en la Europa ocupada por los nazis. Suena fatal, hay que reconocerlo, pero quienes están detrás de la iniciativa son científicos muy serios, y lo hacen por razones muy sólidas. Estos investigadores han conseguido que el Gobierno británico apruebe un ensayo que implica infectar a personas sanas, y 90 voluntarios se han apuntado a ello. Tienen entre 18 y 30 años y son gente altruista que no espera obtener nada personal, sino ayudar al avance del conocimiento. No hay ningún loco ahí. Lo que ocurre es que el diablo mora en los detalles.

Los 90 voluntarios son solo una fracción de la gente que se ha presentado. Han sido seleccionados con esmero, porque su edad y condición de salud les otorgan un riesgo bajo, o muy bajo, de sufrir una covid grave, pese a estar infectados aposta con el coronavirus. El consorcio que promueve el ensayo está formado por instituciones científicas y fundaciones de probada solvencia, como el Imperial College de Londres, la fundación Royal Free London NHS y la firma médica hVIVO, especializada en virología, inmunología y vacunas. El ensayo empezará dentro de un mes. ¿Por qué?

Hay datos esenciales que seguimos sin conocer, como la mínima cantidad de virus necesaria para infectar a alguien, y este ensayo puede acercarnos a una respuesta empírica. Los voluntarios recibirán el virus por goteo nasal mientras guardan una cuarentena en el hospital Royal Free de Londres, y a partir de entonces su vida cambiará de forma sustancial. Se someterán a análisis de sangre y de mucosa nasal las 24 horas del día durante dos semanas, pruebas de capacidad olfativa y de estado cognitivo, y no les dejarán en paz hasta 2022, porque también necesitamos conocer la dinámica de los síntomas de larga duración. Según The Guardian, se maneja compensarles con 4.500 libras (5.200 euros) por todo ese año de tortura clínica. Es un chollo. ¿Tú te infectarías con el coronavirus por ese precio? Oh, vamos. Hay gente altruista y valerosa, y no hay mucho más que discutir sobre el dinero que reciben a cambio.

El principal determinante de la gravedad de una infección por covid es la edad, pues cada decenio de vida duplica el riesgo de complicaciones serias y de muerte. Pero esa es una mirada desde lejos, basada en promedios, dinámicas, estadísticas y otras poderosas herramientas matemáticas. Hay además un fuerte componente que no depende de la edad, el sexo ni la población, sino de cada persona concreta, y no entendemos bien a qué se debe esto. La causa más probable son las diferencias de funcionamiento del sistema inmune, y el ensayo británico ofrecerá información valiosa sobre ese punto ciego de nuestro entendimiento. Con una muestra tan seleccionada y controlada de personas se puede averiguar también la forma exacta de transmisión del SARS-CoV-2 y la carga viral que transmite la gente infectada, pero asintomática. Y ahora dime: ¿tú te apuntarías?

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