_
_
_
_

Las lavanderías en Ciudad de México sufren los recortes de agua: “Para ahorrar, que traigan mínimo tres kilos de ropa”

Los negocios de la colonia San Rafael tienen que asear la ropa de sus clientes en otras lavanderías de autoservicio, recurrir a pipas o acumular prendas para ahorrar agua. 280 barrios de Ciudad de México sufren el megarecorte del Sistema Cutzamala por la sequía

Desabasto de agua en CDMX
Arely García trabaja en la lavandería de autoservicio Miami, en la colonia San Rafael.Iñaki Malvido
Jorge Vaquero Simancas

Las bolsas transparentes de ropa limpia rodean a Alfredo Chávez en su pequeña lavandería. Las prendas sucias siguen esperando su turno. Y su agua. “Entre las 13.00 y las 17.00 no sale gota”, explica el hombre de 49 años. La sequía ha provocado que las autoridades encargadas de la gestión del recurso hayan reducido el caudal del Sistema Cutzamala —que provee al 25% de los grifos de la Zona Metropolitana del Valle de México— por tercera vez en cinco meses. Las consecuencias las sufren más de 280 colonias de la Ciudad de México a las que se le han impuesto tandeos. Una de ellas es la San Rafael, en la alcaldía Cuauhtémoc, donde las lavanderías piden a los clientes que traigan más kilos de ropa para aprovechar las lavadoras, los dueños de los negocios tienen que asear las prendas en otras lavanderías y otros negocios recurren a pipas.

Guzmán fue publicista durante 15 años, funcionario en el sexenio de Felipe Calderón y hace más de una década decidió cambiar al negocio de las lavanderías. No quería trabajar sino para el mismo. “Es un buen negocio, pero ahora los ingresos son de un 70% menos que hace unos años”, asume. El mayor recorte de suministro de agua del Cutzamala del pasado 14 de noviembre, seguido de otro más hace 20 días, le obligan a ir a lavanderías de cadena, donde él lava y seca la ropa para poder sacar los pedidos adelante cuando sus cañerías dejan de expulsar el líquido.

La falta de lluvias y la gestión del agua no son los únicos factores que han hecho que las lavanderías de la San Rafael cuenten con menos clientes. “Trabajamos toda la pandemia, pero a partir de ese momento la gente empezó a abandonar la San Rafael y se estableció el trabajar desde casa”, explica Guzmán. La gente, dice, ya no ensucia tanta ropa, y traen poca cantidad para lavadoras acostumbradas a muchos kilogramos. En una lavandería se pueden adquirir los conocimientos demográficos para explicar las dinámicas de un barrio. “En esta colonia hay mucha gente que por primera vez vive sola”, explica sobre porque a veces le llegan personas para solo lavar unos “pants”.

Una mujer trabaja en la lavandería y tintorería Dany.
Una mujer trabaja en la lavandería y tintorería Dany.Iñaki Malvido

A escasas cuadras del negocio de Guzmán está la lavandería que María administra desde hace 22 años. El espacio es pulcro, bien ordenado y luce grandes lavadoras industriales. La dueña esgrime razones personales para no dar su nombre, pero explica con todo lujo de detalles cómo le afecta el estar sin agua desde primeras horas de la tarde. “Ya no podemos aceptar menos de tres kilos de ropa”, razona. Su política de negocio se basa en el ahorro. Más ropa, menos líquido utilizado por prenda. Pero claro, la negativa a veces hace que muchos posibles clientes vayan a otras lavanderías donde si le acepten procesar dos camisas y unos vaqueros.

Al fondo de la sala están unos grandes tanques de agua con capacidad para 2.200 litros. María las llena por las mañanas, cuando le toca el tandeo a la San Rafael. De ahí sacan el suministro para trabajar por las tardes. Podría usar pipas para colmarlas los días sin agua, pero no es rentable por sus pequeños almacenamientos. “Las pipas son de 8.000 mil litros, desperdiciaríamos casi 6.000”, explica la mujer.

Los camiones con agua, los tandeos y los cortes de suministro durante días cada vez son más comunes en toda la Ciudad de México. El caudal del Sistema Cutzamala se redujo en octubre. En noviembre se anunció el mayor recorte en 27 años. El último llegó a mediados de enero, cuando la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Sistema de Aguas de Ciudad de México (Sacmex) disminuyó el flujo de 9,2 metros cúbicos por segundo a 8,2. Hace cinco meses era de 12,2.

La razón está a kilómetros de distancia, en los tres embalses que surten al 25% de la Zona Metropolitana del Valle de México, que están al 38% de su capacidad en conjunto. En la capital ya hay más de 280 colonias que sufren tandeos. Y algunas alcaldías —sobre todo en las que viven personas más pobres como Iztapalapa o Xochimilco— llevan así años.

Macrina García lleva 10 años trabajando en el sector. La mujer de 70 años recuerda las viejas máquinas, que ahora sustituyen grandes lavadoras con modo de ahorro y gran capacidad. “Cuando nos traen pocas prendas las lavamos a mano para ahorrar agua”, explica. Rememora que hace seis años estuvieron sin agua en la San Rafael. La situación no ha mejorado mucho. Desde octubre tiene que recurrir, en contadas ocasiones, a las pipas. “El suministro no alcanza”, explica con pesar. El gran problema es que a pesar de pagar los camiones con agua, no han podido cobrar más a los clientes. “Hemos subido el precio, pero no mucho, porque hay mucha competencia desleal, con precios muchos más bajos”, dice sin querer dar las razones de porque los demás tienen tarifas reducidas.

Macrina Guzmán y Alma Gloria Lozano, trabajadoras de una lavandería.
Macrina Guzmán y Alma Gloria Lozano, trabajadoras de una lavandería.Iñaki Malvido

A pocos metros está la lavandería de autoservicio en la que Areli García lleva trabajando solo dos semanas. Suficiente para ver los problemas del sector. “Estuvimos dos días sin agua, pedimos dos pipas: una jamás llegó y la otra al día siguiente”, narra la chica de 21 años. “Gracias a los tinacos hemos podido trabajar, porque entonces el agua sí nos dura todo el día”, explica. Y es que en la San Rafael muchos edificios han construido cisternas para el agua. Si tu lavandería está en un buen inmueble, el problema del agua se nota menos.

Todas las lavanderías de la colonia San Rafael tienen algo en común. Las personas que atienden son muy conscientes del ahorro del agua. Pagan una tarifa comercial mucho más cara que la de uso doméstico, que recibe subvenciones para que la gente pueda tener cubierta una necesidad básica. El problema es que la sequía que azota México no parece parar, con temporadas de lluvia (mayo a noviembre) cada vez más cortas.

El exdirector de la Conagua José Luis Luege ha advertido de que en abril o junio podría darse el Día Cero, la fecha límite para que el Cutzamala deje de surtir al Estado y la Ciudad de México. Las administraciones tendrán que trabajar a destajo para buscar soluciones y complacer la demanda de más cinco millones de personas del Valle de México. El coordinador de Sacmex negó en una entrevista que exista una crisis por la falta de agua. Sin embargo, en las lavanderías de barrio la gente busca soluciones para poder mantener el negocio, incluso a costa de perder clientes. La ropa sucia se lava en casa.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_