Estrés, angustia y cancelación de tarjetas: la incertidumbre planea sobre los créditos
Ante la reciente alzas de tasas de interés del Banco de México y la escalada de inflación, los analistas advierten una menor demanda de créditos personales y de empresas
Paola De León Heredia solicitó un crédito hipotecario a un banco en julio de 2021. La institución financiera aprobó su préstamo en menos de un mes y le otorgó una hipoteca para comprar un departamento en la Ciudad de México. “Yo vivía antes sola, rentando, y yo ya quería pagar una mensualidad, pero de algo que fuese propio” relata. En menos de ocho meses, lo que parecía una meta más alcanzada en su vida, empezó a convertirse en un agobio. Paola reconoce que pese a que su financiamiento es a tasa fija y confía en mantener su trabajo, las recientes noticias sobre la inflación y el alza en las tasas de interés le llevan a preguntarse si podrá cubrir todos sus gastos y seguir pagando su hipoteca durante los próximos 20 años.
La joven, de 39 años, empezó a evaluar el mes pasado distintas alternativas si ya no pudiera pagar este crédito: “La verdad sí hay mucha incertidumbre y no me siento nada segura, sí me llegué a estresar bastante y ya empecé a ver opciones para pasar la deuda o puedo transferir la deuda con otro banco con otra tasa más baja. Lo estoy viendo de manera preventiva, en dado caso si ya no estoy teniendo esa liquidez y teniendo la deuda encima”, refiere la joven con una década de experiencia profesional en el sector farmacéutico.
En marzo, el Banco de México elevó en 50 puntos base la tasa de interés al 6,5%, en un intento del banco central para intentar contener la inflación, que al cierre del tercer mes del año se ubicó en 7,45%, el nivel más alto de los últimos 21 años.
En la más reciente minuta del Banco de México, recién publicada este jueves, alguno de los miembros de la junta de Gobierno advirtió de que el escalamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania podría añadir riesgos acotados para la estabilidad del sistema financiero nacional e indicó que hacia delante no se descartan episodios de depreciación y alta volatilidad en los mercados financieros por el entorno de incertidumbre global que persiste. Mientras, otro subgobernador expresó que mientras el crédito a las empresas continúe deteriorado, será muy difícil observar una mejoría sustancial de la inversión privada.
José Alfredo Fuentes, de 45 años, aceptó una tarjeta de crédito de Banco Azteca en febrero con una línea de crédito de 22.000 pesos. Él reconoce que accedió tras los reiterados intentos de la institución, sin embargo, durante estos meses ha constatado que es una tarjeta muy cara y con pocos beneficios. “Lo que me he encontrado es que esta tarjeta no tiene convenios con otros bancos para hacer transferencias, no en todos lados tienes meses sin intereses y es una de las tarjetas caras”, lamenta. Fuentes admite que ya piensa incluso en liquidar su deuda actual y liquidarla.
Jorge Sánchez Tello, director de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros del ITAM (Fundef), reconoce que será un periodo de poco crecimiento económico y con bastante incertidumbre derivada de factores macroeconómicos podrá contraer la demanda de créditos personales. “Se puede frenar la demanda de crédito. Los bancos tienen dinero disponible para pagar, pero al ver las familias, las empresas, este ambiente de tanta incertidumbre, entonces la demanda de crédito baja”, señala.
El especialista matiza que aunque el Banco central eleve su tasa, este incremento no se ve reflejado en la misma proporción ni al unísono en todos las instituciones financieras, ya que dependerá de la estrategia de cada banco, de los productos que manejen y el mercado como se muevan los precios de referencia de los distintos créditos personales, de empresa, automotriz o hipotecarios. “En México uno de los problemas que se ha tenido durante muchos años es el problema de la informalidad”, añade.
Carlos Serrano, economista jefe del BBVA, especifica que no prevén en términos de morosidad efectos importantes por las más recientes decisiones del banco central, no obstante, el mayor efecto se prevé en las solicitudes de financiamiento de las empresas y negocios. “Este menor crecimiento económico de lo esperado no tendrá un impacto muy significativo en la cartera vencida. Sí, creemos que la política monetaria más restrictiva sí tiene un efecto en la demanda de crédito de empresas, porque el crédito de empresas se rige más con las tasas de política monetaria”, diagnostica.
Jesús Chávez Ugalde, director de Análisis y Estadísticas de Servicios y Productos Financieros de la Condusef, aconseja que en este periodo, donde se anticipa que las tasas de interés del Banco de México sigan subiendo, afectando aquellos créditos de tasa variable, como son los que ofrecen los plásticos se utilice menos la tarjeta de crédito. El representante de la Condusef añade que aún no reciben quejas por cobros desmedidos en los plásticos, sin embargo, no descarta que estos reclamos se comiencen a presentar en los próximos meses.
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