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Patricia Ramírez, ‘Patri Psicóloga’: “Educar en la diferencia requiere que seamos ejemplo, olvidando comentarios como: ‘Mira qué gorda se ha puesto”

La divulgadora y escritora sostiene que padres y madres deben transmitir a niños y adolescentes que el atractivo de una persona va más allá de su aspecto y que en la vida hay diferentes realidades que merecen ser respetadas

Patri Psicóloga
Patricia Ramírez es divulgadora, escritora, actriz y una de las psicólogas más influyentes de España.

Algunas veces, los adultos, sin ser conscientes, hacen comentarios a los menores acerca de su aspecto físico, tales como: “Qué de granitos te han salido” o “Te estás poniendo muy gordita, tienes que cuidarte”. Este tipo de mensajes, a pesar de que la mayoría se hacen sin maldad o parecen inofensivos, pueden tener un impacto negativo en la salud mental y en la autoestima de los menores. También les pueden llevar a padecer problemas de inseguridad y en la socialización, así como complejos.

La imagen corporal es muy importante en el desarrollo del autoconcepto, sobre todo en la adolescencia, que es cuando empieza a desarrollarse la identidad individual. “Con ese tipo de comentarios les estamos diciendo a los niños y adolescentes que no los aceptamos y que la sociedad tampoco lo va a hacer”, explica Patricia Ramírez (53 años, Zaragoza), divulgadora, actriz y también una de las psicólogas más influyentes de España —cuenta con más de 610.000 seguidores en su perfil de Instagram—. “De esta forma les estamos educando en una escala de valores superficial y equivocada”, prosigue la también autora de libros como Somos Fuerza (Grijalbo, 2021) o Cuenta contigo (Conecta, 2016), entre otros.

PREGUNTA. ¿Cómo deben actuar padres y madres cuando un menor hace un comentario despectivo acerca de su aspecto físico?

RESPUESTA. Depende de la edad del menor, pero sería conveniente preguntar cuál es el motivo, sin negar la realidad y aceptar que hay partes de nuestro cuerpo que pueden no gustarnos, pero eso no significa que lo tengamos que cambiar o que nos haga menos atractivos. Explicar al niño que el atractivo de una persona no es su físico, sino los valores: nuestra capacidad para conectar con los demás, para entenderlos, para ser generosos, buenas personas, para tener sentido del humor. Hay que aceptar que hay cosas de nosotros que no nos gustan y que puede que nunca nos vayan a gustar, pero que eso no puede determinar nuestra seguridad, porque lo que hace atractiva a una persona es un componente de muchas otras cosas. Nuestra apariencia física no es lo que nos define como personas.

P. ¿Qué impacto pueden tener en el menor los comentarios de los adultos acerca de su físico?

R. El impacto puede ser alto, por lo que debemos eliminarlos, no solo los padres, sino todas las personas que forman parte del entorno familiar del menor (tíos, primos mayores, abuelos, etcétera). No podemos impedir que un niño no se guste a sí mismo y haga algún comentario, pero sí podemos impedir hacer críticas sobre su cuerpo. Nuestros hijos no pueden sentirse juzgados jamás por el cuerpo que tienen. Este tipo de comentarios afectan seriamente a la autoestima, hace que se obsesionen y puedan desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria.

Para fomentar el autoconcepto y la autoestima hay que trasladarles a nuestros hijos una aceptación absoluta de cómo son, sostiene la psicóloga Patricia Ramírez.
Para fomentar el autoconcepto y la autoestima hay que trasladarles a nuestros hijos una aceptación absoluta de cómo son, sostiene la psicóloga Patricia Ramírez. Ariel Skelley (Getty Images)

P. ¿Cómo se puede fomentar el autoconcepto o autoestima de los hijos?

R. Para fomentar el autoconcepto y la autoestima lo que tenemos que trasladarles a nuestros hijos es una aceptación absoluta de cómo son, de cómo piensan y de cómo están en el mundo, con su aspecto físico, respetando sus ideas, sus elecciones, siempre y cuando no pongan su vida en peligro. Se trata de respetar su manera de pensar, escuchar y atender sus necesidades. Simplemente, aceptarles tal y como son, no como nos gustaría que fueran. Es muy importante, además, acompañar todo esto desde que son muy pequeños, con una educación en valores. De esta forma aprenden que el valor de la persona es intrínseco, que la persona tiene valor por sí misma y que lo que nos hace valiosos son esas conductas relacionadas con la honestidad, la autenticidad, la generosidad, la humildad. Es decir, esa escala de valores que nos ayuda a comportarnos de una manera amorosa, respetuosa y educada en el mundo.

P. ¿De qué manera se puede concienciar a los niños de la importancia del respeto a la diferencia?

R. La manera de educar en la diferencia simplemente requiere empezar por nosotros mismos, siendo ejemplo, dejando de hacer comentarios como: “Mira qué gorda se ha puesto la vecina”. Debemos transmitir que en la vida hay diferentes realidades, diferentes tipos de familias y de personas, y que todos somos diferentes, ya sea por nuestra religión, nuestra raza o nuestros componentes de la personalidad. Todos tenemos también capacidades distintas, todos merecemos ser respetados. Es importante transmitir a los menores la necesidad de cuidarnos y valorarnos, desterrando la idea de lograr un cuerpo perfecto, aceptando nuestros defectos, sin avergonzarnos de ellos. Ser conscientes de que las opiniones de los demás son solo opiniones y que no podemos dejar llevarnos por ellas. Intentar que las personas que te hieren comprendan que no has pedido ese tipo de opiniones y que deberían ahorrárselo. A través del ejemplo, los padres y madres podemos enseñar a los menores a construir una sociedad donde exista un mayor respeto, educar en el valor y en el reconocimiento de la diferencia, porque la costumbre de aludir al cuerpo de manera normalizada puede ser muy dañino.

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