¿Seguir estudiando o empezar a trabajar? Cómo ayudar a un adolescente a tomar una decisión tan difícil
Mostrar interés y confianza ante las decisiones que el menor vaya tomando; ayudarle a conocerse mejor e identificar sus intereses o acompañarle a ferias educativas y de empleo son algunas de las cosas que padres y madres pueden hacer para ayudarle a elegir
En las próximas semanas, muchos de los adolescentes españoles deberán tomar decisiones importantes sobre su futuro. Elecciones que marcarán el inicio de un itinerario profesional, un plan de vida que les llevará a conseguir aquello que desean. Continuar estudiando u optar por el mundo laboral, realizar estudios de bachillerato o formación profesional, elegir una carrera universitaria de ciencias o letras o viajar al extranjero para aprender idiomas y trabajar pueden ser algunas de las opciones.
En este mundo que va demasiado deprisa y que está en constante cambio fundamentalmente por el desarrollo de la tecnología y el impacto tendrá en nuestras vidas, resulta muy complicado tomar decisiones a largo plazo. A lo largo de su vida, una persona se enfrentará aproximadamente a entre 8 o 10 cambios laborales a los que deberá adaptarse. Eso significa que todas las personas tendrán que aprender a reinventarse y desarrollar las estrategias necesarias que les permitan hacer frente a todos estos nuevos retos.
Muchos de estos adolescentes muestran mucha inseguridad y confusión a la hora de tomar decisiones tan importantes para su futuro, un gran quebradero de cabeza que genera emociones intensas de miedo, impaciencia o sobreexcitación. El no sentirse atraídos por una profesión concreta, el miedo a equivocarse en la elección, el temor por enfrentarse a sus familias porque sus inquietudes no coinciden con las expectativas que tienen hacia ellos, la falta de información o la poca motivación para seguir estudiando son algunos de los motivos que provocan que se convierta en una decisión tan difícil de tomar.
Las familias, junto al equipo de profesionales que acompañan al adolescente, serán claves en su orientación profesional y vocacional. Deberán ofrecer al joven toda la información necesaria sobre las múltiples salidas profesionales que existen y las diferentes vías para acceder a ellas. El joven necesita encontrar un proyecto que le ilusione por el que trabajar con compromiso y motivado. Si no encuentra un plan que le seduzca, será muy difícil que se involucre con él y se esfuerce ante las adversidades que puedan ir apareciendo.
Orientar significa acompañar y no decidir por el adolescente qué es lo que debe o no hacer. Un proceso que requiere grandes dosis de interés, tiempo y cariño. Los adultos referentes deben convertirse en guías que no condicionen las decisiones personales ni resuelvan los problemas de los que el joven debe responsabilizarse. Un acompañamiento basado en la escucha, el respeto y la confianza que ayude al joven a encontrar aquello que le entusiasme y le motive a trabajar los próximos años. Que dé respuesta a sus necesidades y aspiraciones personales, emocionales y sociales y sea una fuente de seguridad y motivación.
¿Cómo podemos ayudar a un adolescente a diseñar su carrera profesional?
- Ayudar al adolescente a conocerse mejor, a identificar sus intereses, aptitudes, fortalezas y debilidades que le permitan descubrir su vocación. A organizar sus pensamientos y diseñar los pasos que deberá dar a lo largo de su camino profesional mediante el diálogo, la confianza y la experiencia que promuevan la responsabilidad y el esfuerzo. A tomar decisiones de forma reflexiva y autónoma.
- Mostrar interés y confianza ante las decisiones que vaya tomando, haciéndole sentir que en casa se le apoya y respeta. Será muy contraproducente para él someterle a una presión para que sus decisiones satisfagan los deseos de los adultos que le acompañan.
- Ajustar las expectativas que se tiene sobre el adolescente sin permitir que la historia personal o la visión del mundo que tienen sus adultos referentes condicionen sus decisiones. Si el adolescente se siente presionado o juzgado, mostrará pocas ganas por compartir con sus padres o familiares todo aquello que le preocupa, ilusiona o genera dudas. Necesita sentir que se le acepta tal y como es y que tiene la libertad necesaria para decidir lo que realmente quiere.
- Animar al adolescente a que investigue sobre las diferentes profesiones y las salidas laborales que tiene cada una de ellas. Ayudarle a comprender el mercado laboral actual y a conocer nuevos perfiles profesionales que le pueden ayudar a abrir nuevos horizontes. Si el joven no posee la información necesaria, acabará decidiendo su futuro de manera circunstancial; por lo que ve en redes sociales, está de moda o hacen el resto de jóvenes de su grupo de iguales.
- Acompañarle a ferias educativas y de empleo donde profesionales de la educación y la orientación laboral puedan resolver todas las dudas que le puedan surgir en su elección. Ofrecerle un amplio conocimiento para que pueda encontrar lo que realmente le motiva.
El adolescente necesita sentir que en este proceso de elección tan complicado y estresante no está solo, que se le respeta y se le acompaña. Que tiene a su lado adultos que caminan a su lado desde la confianza y la comprensión, que le ayudan a decidir sin coaccionar sus deseos, que no juzgan sus errores previos porque entienden que son parte imprescindible del aprendizaje y el camino. Que entienden que tenga dudas y que no sea sencillo tomar la decisión. Como decía el poeta estadounidense Edwin Markham: “Las decisiones son las bisagras del destino”.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.