Un puente de 6.000 kilómetros que une Málaga y Tanzania a base de cuentos
Escolares malagueños inventan relatos para niños de una aldea masái y estos les devuelven leyendas de sus ancestros. Ahora todas las historias forman parte de una publicación solidaria
Una simple conversación informal ha servido para conectar dos colegios separados por más de 6.000 kilómetros en línea recta. El primero se encuentra en la barriada de La Palmilla, en Málaga. El segundo en la aldea Mfereji, en el corazón de Tanzania. Ambos están unidos por su ubicación en zonas excluidas y marginadas, pero también por la creatividad, ilusiones y sueños de sus niños y niñas. Han sido, de hecho, los propios menores quienes han construido el puente que ahora les hermana a base de cuentos. Historias que han inventado o recopilado los propios estudiantes y que forman parte de un libro que es doble. Por un lado, Cuentos de peques de La Palmilla para peques masais. Por otro, Cuentos de peques masais para peques de La Palmilla. Ya a la venta por 20 euros en la librería Proteo, los beneficios se destinarán a la asociación Enjipai, centrada en mejorar la educación en la comunidad Masái tanzana.
La charla que dio origen al proyecto solidario la mantuvieron hace cuatro años José Miguel Santos, director del colegio concertado Misioneras Cruzadas de Málaga, y el humorista gráfico Ángel Idígoras, que había acudido al centro a impartir un taller de creación de cuentos. “Los niños son los mejores inventores de historias. Solo les falta arrancar, la chispa, que en la actividad encendemos con juegos y herramientas divertidas”, explica Idígoras. Él conocía el proyecto que su amiga Laura Martínez realizaba con la asociación Enjipai, fundada junto a María Cerezo hace una década. “Hablando de todo ello, decidimos que sería buena idea conectar ambos proyectos: que los niños de La Palmilla creasen cuentos que pudieran leer en Tanzania y que desde allí contaran las historias de su poblado a los peques malagueños”, subraya Santos. Él mismo escribe en el prólogo del libro que “los cuentos, cargados de tinta y papel, narran historias que nos desvelan lo que vivimos y anhelamos, nuestros gozos y pesares, nuestras esperanzas y tristezas”.
Con el apoyo de los docentes del centro educativo de la capital de la Costa del Sol, alumnado de entre 10 y 16 años -de sexto de Primaria a cuarto de ESO- se puso manos a la obra para elaborar sus propios cuentos. Todos son inventados, están localizados en Málaga y tienen mensajes relacionados con la solidaridad o la ayuda. Uno de ellos, por ejemplo, relata cómo un grupo de ratones consigue llegar a un queso que han perdido uniéndose unos a otros hasta alcanzarlo.
Otro relata la historia de cómo un tsunami arrasa las viviendas de las barriadas más cercanas a las playas de Málaga, las más ricas, cuyos habitantes deben desplazarse hasta el interior de la ciudad, ya que la única zona que no ha quedado destruida es la barriada de La Palmilla. “Aquellas personas humildes abrieron las puertas de sus casas y pusieron más platos de comida en la mesa y dieron refugio a todos los que lo necesitaban. Los privilegiados no olvidarán nunca la acogida que se les dio y se sintieron arrepentidos por haber ignorado siempre a ese barrio tan generoso. Una lección que nunca se olvidará”, dice el párrafo final de la historia, que también se podrá escuchar en un podcast realizado por los propios pequeños en el taller de radio del colegio Misioneras Cruzadas.
Los cuentos llegados desde Tanzania fueron escritos en maa, lenguaje de la comunidad. Más tarde fueron traducidos al swahili, luego al inglés y, finalmente, al español. Todos están relacionados con los ancestros del alumnado que lo ha hecho, con sus orígenes y la naturaleza. Son cuentos de su literatura oral, recopilados de sus mayores en su aldea. Hablan de tradiciones y mitología, con protagonistas como el sol y la luna o dioses que representan el bien y el mal. “El resultado de ambas visiones es muy interesante”, asegura Ángel Idígoras, que se ha encargado de hacer las ilustraciones que acompañan los relatos ejecutados desde Málaga. Su hijo, Pablo Codes -ambos utilizan sus segundos apellidos para firmar sus trabajos- es el responsable de los dibujos de los cuentos escritos por los pequeños de la aldea africana.
La idea original es que la recaudación de la venta del doble libro se repartiera a medias entre los dos centros educativos. Sin embargo, en Málaga han decidido que todo viaje hasta Tanzania, donde, dice, tienen menos puertas a las que llamar para mejorar su situación. La publicación, que tiene un precio de 20 euros, se puede adquirir a través del correo electrónico enjipai.massailand@gmail.com y también en la librería Proteo.
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