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¿Primer viaje con el bebé en verano? Seis consejos para hacerlo con sentido común y disfrutarlo

Elegir un destino poco caluroso, usar una silla de viaje adecuada y no olvidar el termómetro o el paracetamol son algunas claves para un feliz viaje

Un bebé viaja tranquilo en el coche.
Un bebé viaja tranquilo en el coche.

Las vacaciones estivales suelen ser un momento esperado para desconectar de la rutina y las obligaciones laborales, pero el viaje implica planificar o hacer maletas con lo necesario para tener una estancia cómoda en el lugar de destino vacacional. Si añadimos el hecho de viajar por primera vez con un bebé menor de seis meses, pueden surgir más dudas e inquietudes para saber cómo hacerlo o qué incluir en el equipaje del bebé.

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La aventura de viajar en verano por primera vez con un bebé requiere paciencia y una planificación adecuada. “Da igual que sea cerca o lejos, pero, desde luego, que hay que armarse de paciencia. Hay que salir pronto para llegar tarde, porque no hay que tener ninguna prisa. Un viaje con un niño pequeño supone realizar muchas paradas para descansar y hacer las tomas de leche. Al volante, el llanto del niño puede desquiciar, por lo que es recomendable que alguien pueda atender al bebé durante el viaje, para intentar calmarlo en caso de llanto”, recomienda Gonzalo Ares, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid.

Un destino vacacional adecuado para la primera escapada estival con un niño menor de seis meses puede marcar la diferencia entre unos días de descanso agradables o noches en vela, porque el niño no duerme bien y está inquieto durante el día. “Resulta difícil dar una recomendación de destino, pero personalmente, y especialmente si el niño es muy pequeño, no aconsejo ir a un sitio de playa caluroso. Es demasiado compleja la logística de llegar a la playa con el niño y, si hace mucho calor, no es raro que el niño no esté especialmente a gusto en ese entorno. Resultan más recomendables destinos de montaña, con climas templados. Si hace calor, es normal, que los niños pidan con más frecuencia de mamar. La sed se calma con la lactancia, ya que la mayoría del contenido de la leche materna es agua”, explica Gonzalo Ares.

Conviene seguir con las rutinas recomendadas para el resto del año, como “dormir boca arriba, no fumar, continuar dando al bebé vitamina D. En cuanto a las picaduras de insectos, lo mejor es prevenirlo, para lo cual es recomendable el uso de mosquiteras que se adaptan a la cuna o al cuco. Es muy importante evitar un posible golpe de calor, por lo que nunca hay que dejar al niño en el coche cerrado sin aire acondicionado. Ni aunque sea un ratito corto, ya que los golpes de calor pueden ser especialmente graves en niños pequeños”, aconseja Ares.

Los paseos durante las horas de menos calor son recomendables con el bebé. En este caso, se puede optar por el porteo, pero de forma adecuada para evitar riesgos, como caídas. “En cuanto a las posibles necesidades médicas que puedan surgir en el destino vacacional, quedan cubiertas con llevar la vitamina D, un termómetro y paracetamol. También, conviene tener localizado el centro de salud más cercano por si hiciera falta acudir, pero la mayoría de los lactantes se mantienen sanos durante la época estival, aunque uno de los motivos por el que es aconsejable acudir a un centro sanitario es si el bebé menor de tres meses tiene fiebre”, comenta el pediatra Gonzalo Ares.

Saber disfrutar de la primera escapada veraniega con el bebé es recomendable. “Hay que pasarlo bien con nuestros hijos y evitar ser los típicos padres refunfuñones que creen que los niños les amargan las vacaciones. Es verdad que nuestros veranos, a partir del primer hijo, nunca serán iguales. Serán diferentes y, si sabemos gestionarlo bien, mucho mejores”, concluye Gonzalo Ares.

Consejos para el viaje en coche con el bebé en verano

Conviene organizar de manera adecuada la logística para viajar en coche con el bebé en verano al lugar de destino vacacional. La seguridad es fundamental y para viajar tranquilos conviene tener en cuenta pautas, como las que menciona Mónica Sam, portavoz de la Asociación Española de Seguridad Vial (AESVI).

  1. Utilizar una silla homologada para la edad del bebé e instalarla y utilizarla según las instrucciones del fabricante. Conviene usar para los bebés recién nacidos el reductor, un complemento que sujeta correctamente el cuerpo y la cabeza para evitar la asfixia.
  2. Comprobar que la sillita no queme y que la piel del bebé no entre en contacto con piezas metálicas que hayan estado expuestas al sol.
  3. Evitar usar portabebés de segunda mano para garantizar que la silla está en óptimas condiciones.
  4. Tensar bien los arneses, para que quede una holgura de 1 cm con respecto al cuerpo del bebé.
  5. Evitar abrigar demasiado al niño, porque puede causar sofocos y el arnés no queda ajustado al cuerpo.
  6. Todas las sillas para recién nacido se instalan a contramarcha en la parte trasera del coche.

Feliz viaje.

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