¿Tu bebé tiene cólicos? Cuidado con los remedios milagrosos
Si los padres optan por acudir a un masajista, debe ser un fisioterapeuta especialista, ya que los tejidos del lactante son más sensibles y vulnerables que los de un adulto
Los cólicos del lactante crean gran alarma y preocupación en los padres, que pueden recurrir a terapeutas que se dedican al masaje con resultados que pueden resultar perjudiciales para el bebé, si no se trata de profesionales especializados en pediatría. Los cólicos del lactante son uno de los motivos más habituales de desvelo y consulta pediátrica entre los padres. “Lo padecen entre un 10 y un 40% de los lactantes. El bebé expresa su malestar digestivo provocado por el cólico con llanto sobre todo por la noche y gran inquietud que se expresa en forma de encogimiento o estiramiento de piernas y la cara enrojecida. La edad habitual en que comienzan estos cólicos es a las dos semanas de vida y se puede prolongar hasta los tres o cuatro meses de vida”, explica Iván Carabaño, pediatra y editor de la Revista de Pediatría de Atención Primaria y profesor asociado de la Universidad Complutense de Madrid.
La desesperación de los padres por aliviar las molestias de su bebé con los cólicos puede llevarles a “recurrir a la ayuda de masajes. A mí, me lo comentan con frecuencia, cuando atiendo a estos bebés en la consulta. Lo puedo llegar a entender, pues los cólicos inquietan mucho a algunas familias, que van peregrinando por distintos lugares, como su pediatra de cabecera, servicios de Urgencias o farmacéuticos de su confianza, en busca de un remedio milagroso. En cuanto a los masajes, es importante recalcar que se debe acudir a una persona capacitada para dar hacerlos y no a un quiropráctico o un masajista aficionado, sino a un fisioterapeuta titulado y colegiado. Los masajes pueden generar bienestar en el bebé y conseguir que esté más tranquilo, pero no hay evidencias científicas que indiquen otro tipo de beneficios”, afirma Carabaño.
El beneficio del contacto piel con piel para el bebé
Cuando tocas, acaricias y abrazas al bebé, sus endorfinas aumentan porque “el contacto piel con piel favorece su bienestar. Por ello, “hay pediatras que aconsejan a las familias dar masajes suaves sobre la tripa del niño, con leves presiones en el sentido de las agujas del reloj, lo que, además, favorece la evacuación de heces y gas. Este hecho no va a conseguir que un problema de salud desaparezca, pero sí puede generar una dinámica familiar agradable, donde el papá o la mamá puedan regalar su afecto y además perciban que su acción es útil para su bebé”, comenta el pediatra Iván Carabaño.
Acudir a un especialista en masajes puede ayudar a paliar y, en algunos casos, a eliminar los síntomas que acompañan al cólico del lactante, “ya que se minimizan las tensiones o bloqueos que haya, tanto a nivel del sistema digestivo y estructuras relacionadas con él, como del sistema nervioso. Habitualmente, hay cambios significativos entre la segunda y tercera sesión. No obstante, si no se tratan en el especialista de terapia manual, normalmente los síntomas del cólico del lactante desparecen por sí solos alrededor de los tres o cuatro meses de edad, aunque podrían quedar fijadas ciertas tensiones o bloqueos asociados a estos cólicos. En algunos casos, es suficiente con los masajes que les puedan dar los padres al bebé y con técnicas que le ayuden a relajarse, como los paseos al aire libre o escuchar música suave. Sin embargo, en otros casos, los síntomas son más agudos y estas prácticas en casa se quedan cortas o bien no tienen ningún efecto sobre el cólico”, comenta Iria Rico Lameiro, fisioterapeuta y osteópata, especialista en patología del lactante.
Cómo elegir a un buen profesional para los masajes del bebé con cólicos
Si se decide acudir a un fisioterapeuta que ayude a aliviar los cólicos del lactante, conviene “informarse de la profesionalidad del especialista al que se acude. En estos casos, se debe tener una formación específica sobre tratamiento o terapia en cólicos del lactante o en pediatría, ya que la manipulación en bebés es diferente a la de adultos, porque ciertos tejidos son más sensibles y débiles. También es aconsejable solicitar una acreditación que certifique la profesionalidad y buena práctica del terapeuta con la titulación de fisioterapia u osteopatía y especialidad en pediatría o terapia para cólicos del lactante. En cuanto a las tarifas, varían según la localidad y formación del terapeuta, pero como referencia, suelen oscilar entre los 30 y los 60 euros por sesión, cuya duración dura alrededor de una hora, aunque depende de cada caso”, concluye la fisioterapeuta Iria Rico.
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