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Biden asume que fue un error decir que había que poner a Donald Trump “en la diana”

El presidente demócrata recupera el tono de campaña para denunciar la retórica incendiaria de su rival y asegurar que sigue en la carrera electoral

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante su mensaje del pasado domingo.Foto: ERIN SCHAFF (AP) | Vídeo: EPV
María Antonia Sánchez-Vallejo

Un Joe Biden desafiante y un punto contrito ha contraprogramado este lunes, en horario de máxima audiencia, el protagonismo de los republicanos en la jornada inaugural de su convención nacional y la gran noticia del día, el anuncio de la identidad del compañero de tándem de Donald Trump en su carrera hacia la Casa Blanca. En una entrevista grabada en la cadena de televisión NBC News, el presidente demócrata ha admitido que su frase “poner a Trump en la diana” —pronunciada unos días antes del atentado fallido contra el republicano— fue un error, pero no se ha mostrado más contemporizador contra su rival en noviembre. Tras semanas de críticas, también desde sus propias filas, Biden ha recuperado el tono de campaña, asegurando que seguirá en la carrera porque se ve capacitado para un segundo mandato pese a los llamamientos para que se retire, y valorado la elección de JD Vance como candidato republicano a la vicepresidencia.

Con la frase utilizada por el presidente en un acto con sus principales donantes el pasado lunes, cinco días antes del ataque a Trump, quería decir, en realidad, que había que centrarse en la agenda del candidato republicano y en “el número de mentiras que dijo durante el debate” del 27 de junio, que abrió una seria crisis en los demócratas por la mala actuación de su líder. “Me refería a centrarse en él, centrarse en lo que está haciendo. Fue un error usar la palabra [diana]”, aclaró, en un contexto en el que aseguraba a sus interlocutores que era hora de dejar de hablar del debate para centrarse en “derrotar a Trump” y, para ello, “enfocar” hacia su persona. “Ya está bien de hablar del debate, es hora de poner a Trump en la diana”, fue la frase literal.

Pero, presionado por el entrevistador, Lester Holt, sobre las peligrosas consecuencias de una retórica crispada —el domingo conocidos republicanos acusaron a Biden de haber instigado el atentado con esa frase—, el mandatario, que unas horas antes había abogado por rebajar el tono, criticó la retórica incendiaria de Trump durante años y puso varios ejemplos, como cuando el republicano amenazó con un baño de sangre si perdía las elecciones, sus palabras al arengar a los manifestantes que asaltaron el Capitolio en enero de 2021 o sus bromas de pésimo gusto, como la relativa al brutal ataque sufrido por el esposo de Nancy Pelosi, de quien dijo que se había “golpeado con un martillo”.

“No soy el tipo que dijo que quería ser un dictador el primer día. No soy el tipo que se negó a aceptar el resultado de las elecciones (…); no puedes amar solamente a tu país cuando ganas, así que el foco estaba en lo que él estaba diciendo”, dijo el presidente en clara alusión a Trump. “¿Cómo hablas de la amenaza a la democracia, que es real, cuando un presidente dice cosas como las que dice? ¿Simplemente no dices nada porque puede incitar a alguien?”, se defendió, en referencia a uno de sus lemas de campaña, la defensa de una democracia en peligro. “Mire, yo no participo en esa retórica. Mi contrincante sí utiliza esa retórica. Habla de que habrá un baño de sangre si pierde, habla de cómo va a perdonar, aunque, en realidad, supongo que suspenderá las sentencias de todos aquellos que fueron arrestados y condenados a ir a la cárcel por lo que ocurrió en el Capitolio”.

Biden dijo no estar seguro de si el intento de asesinato de Trump alteraría el curso de la contienda electoral y se mostró más preocupado por garantizar que los candidatos, como el independiente Robert Kennedy, tengan el nivel de protección que presta el servicio secreto, muy criticado por su actuación el sábado en el atentado contra Trump. La forma en que la gente habla de los políticos parece al demócrata un síntoma alarmante de crispación. “Cuando atraviesas ciertas zonas rurales del país, ves a gente con carteles, grandes carteles de Trump con un cartel en el medio que dice ‘F(uck) Biden’ y un niño pequeño levantando el dedo corazón”, lamentó. “Es el tipo de cosas que son incendiarias y despiadadas”, añadió para abundar en sus críticas a la retórica trumpista.

Tras el breve examen de conciencia, se centró en defender de nuevo su candidatura. Reiteró que no piensa abandonar la carrera, aunque admitió que las preguntas sobre su edad (81 años) son legítimas y lógicas, pero que le respaldan su experiencia (“llevo haciendo esto mucho tiempo”) y su agudeza mental, que “ha sido bastante buena” al decidir seguir adelante. No obstante, afirmó escuchar a quienes manifiestan dudas sobre su capacidad por razón de edad. “Yo les escucho”, dijo categórico.

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“Soy viejo, pero sólo soy tres años mayor que Trump, en primer lugar. Y segundo, mi agudeza mental ha sido bastante buena. En tres años y medio he conseguido hacer más cosas que ningún presidente en mucho tiempo. Estoy dispuesto a ser juzgado por eso”. No obstante, continuó, “entiendo por qué la gente dice: ‘Dios, tiene 81 años. Vaya. ¿Qué va a ser cuando tenga 83 años, 84 años?’ Es una pregunta legítima”. El entrevistador le preguntó a quién consulta las dudas suscitadas por su edad: “A mí. Llevo haciendo esto mucho tiempo”.

Biden opinó también sobre la elección de Vance como compañero de fórmula de Trump. A la pregunta de qué dice esta elección de los valores del líder republicano, el demócrata respondió: “Se va a rodear de gente que está completamente de acuerdo con él”. Riendo entre dientes, también recordó algunos de los comentarios poco favorables de Vance sobre Trump, en la fase ascendente del senador de Ohio, cuando era uno de sus más acerbos críticos.

La entrevista de Biden es la última de una serie de actos, mítines y apariciones desde su pésima actuación durante su debate con Trump el 27 de junio. Alarmados por su titubeante discurso, numerosos legisladores demócratas se han preguntado, muchos en voz alta, si tiene el vigor y la agilidad mental necesarios para retar a Trump, pero el atentado del sábado contra su rival ha silenciado el debate sobre su idoneidad, dándole un momentáneo alivio. La entrevista con NBC News había sido anunciada con anterioridad al ataque contra el republicano.

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