La estrella ascendente de la ultraderecha griega llega al Parlamento Europeo
La joven abogada Afroditi Latinopoulou compite con otros tres partidos extremistas de su país con el objetivo de ocupar el espacio del ilegalizado Amanecer Dorado
Es joven y viste ropa de diseño. Se llama Afroditi Latinopoulou, es famosa por sus salidas de tono en redes sociales y desde este domingo es eurodiputada. La nueva extrema derecha griega se viste de seda. Su imagen recuerda más a la de una ejecutiva que a la de los neonazis de Amanecer Dorado que daban palizas a migrantes ataviados con camisetas negras y pantalones de estilo militar. Aunque su estética sea del todo diferente, el espacio político que aspira a ocupar Latinopoulou es el mismo. Antes de la condena de sus dirigentes por pertenecer a una organización criminal, Amanecer Dorado llegó a ser la tercera fuerza del Parlamento griego.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, se ha propuesto que, en su segundo mandato, la etiqueta por la que se conozca a su partido, Nueva Democracia (ND), no sea “conservador”, sino “liberal”. Grecia, cree Mitsotakis, ya es un país maduro para aceptar con naturalidad reformas sociales que hace no mucho parecían impensables en un país balcánico donde la iglesia ortodoxa sigue siendo una parte fundamental del Estado. El pasado febrero logró aprobar el matrimonio igualitario. Aunque encontró resistencia en su propio partido, otorgar derechos a gais y lesbianas no supuso la crisis que los críticos esperaban. El buen resultado electoral en las recientes elecciones europeas, en las que ND consiguió siete de los 20 escaños en liza, refuerzan la apuesta por el giro liberal.
Pero no todas las derechas griegas están dispuestas a acompañar a ND en su viaje al centro. En el Parlamento hay representados tres partidos de extrema derecha, que suman el 13% de los votos. Son los ultranacionalistas de Solución Griega, los fundamentalistas cristianos ortodoxos de Niki y Espartanos, la candidatura heredera de los neonazis de Amanecer Dorado. En las elecciones europeas del pasado domingo, la suma del voto ultra que logró representación ascendió hasta el 16,7%. Solución Griega, el más ultranacionalista, lidera este sector con el 9,3%. La formación pro-Putin Niki alcanzó el 4,4%. Esta vez Espartanos no se presentaba y su lugar, con el 3%, lo ocupó un partido recién creado de corte más radical llamado La Voz de la Razón (Foni Logikís), liderado por Afroditi Latinopoulou.
Latinopoulou es una abogada de 33 años crecida en Salónica, la segunda ciudad de Grecia. Tiene dos hermanos y define a su familia como “tradicional, devota y con una educación estricta”, el ideal que ella defiende. Juega a tenis desde que tenía cuatro años. Su interés político se despertó en la adolescencia. Con 17 fue nombrada secretaria provincial de la ONNED, la organización juvenil de Nueva Democracia. En 2018, al calor de las movilizaciones ultranacionalistas contra el acuerdo con Macedonia del Norte, Latinopoulou comenzó a ser conocida a través de la campaña “Productos macedonios fabricados en Grecia”, que propugnaba el consumo de productos nacionales. En 2019 fue candidata de Nueva Democracia en las elecciones nacionales y, aunque no logró escaño, empezó a ser una cara habitual en tertulias televisivas.
Trumpismo griego
Las intervenciones de Latinopoulou superaban en extremismo al ala más conservadora del partido. Se caracterizaban por un estilo provocador. En redes sociales ha cargado contra el feminismo, los migrantes, la comunidad LGTBI y lo que ella consideraba la dictadura de lo políticamente correcto. Uno de sus vídeos virales, de mayo de 2021, se titula: “La axila femenina sin afeitar como nuevo ‘modelo’ de belleza que nos intentan imponer”. Pocos meses después, en junio de 2022, publicó un post en Instagram con comentarios hirientes sobre el peso de la actriz y presentadora Danai Barka, con fotos de esta en la playa.
La gordofobia fue la gota que colmó el vaso de sus correligionarios. Seis exministros de Nueva Democracia firmaron un manifiesto público en el que acusaron a Latinopoulou de “deslizarse por la pendiente del trumpismo, alejado del espíritu y las prácticas, así como de la herencia ideológica, espiritual y moral” de su partido. La destituyeron de todos los cargos internos. Latinopoulou acusó entonces a ND de ceder ante la cultura woke. “Cuando la izquierda estornuda, ND contrae neumonía”, dijo en un post en el que acusaba a la presentadora insultada, a quien atribuyó estrechos vínculos con el partido, de ser la verdadera responsable de su expulsión del mismo.
En 2023 fundó Foni Logikís–Afroditi Latinopoulou y redobló la apuesta por la provocación en redes contra las familias LGTBI, las feministas, los musulmanes y, muy especialmente, contra migrantes y refugiados. Para la campaña de las elecciones europeas viajó hasta la región de Evros, frontera terrestre con Turquía, y junto a la valla antimigrantes de gruesos barrotes metálicos y cinco metros de altura que separa ambos países, escribió: “Las fronteras de Grecia deben estar cerradas con siete llaves y los migrantes ilegales, fuera de Grecia”.
La condena como organización criminal de Amanecer Dorado obliga al contorsionismo intelectual a quienes aspiran a ocupar el espacio electoral del que llegó a ser el partido neonazi más grande de Europa. Latinopoulou no quiere mostrar excesiva simpatía para no ser acusada de connivencia con delincuentes, pero al mismo tiempo no puede disociarse en exceso si aspira a ganarse la confianza de quienes votaban a los neonazis. Cada vez que le preguntan por Amanecer Dorado, Latinopoulou se limita a decir que no conoce a sus líderes y no tiene vínculos con ellos. Cuando le cuestionan acerca de Espartanos, candidatura heredera de Amanecer Dorado, ahora sumida en una profunda batalla interna, responde que tienen “posiciones correctas” pero un “funcionamiento equivocado”.
Su programa político es muy similar al de Amanecer Dorado. Mensajes contra Turquía, contra Macedonia del Norte, contra la inmigración, contra la moderación en la derecha. Pero, a diferencia de Amanecer Dorado, Foni Logikis no es una fuerza de choque callejera que siembra el terror allá por donde pasa, sino una marca electoral constituida a la medida de su única cara conocida, sin una organización sólida detrás. Lo que sí aprendió de los neonazis es que el escándalo puede dar rédito político. En la única entrevista que concedió tras las elecciones, al periódico Proto Thema, Latinopoulou insistió en su estilo provocador para su propuesta de prohibir el matrimonio igualitario. “Dos hombres, o tres hombres y dos gatos, o dos mujeres y tres canguros, no son una familia. La familia es padre y madre, marido y mujer. El matrimonio es una institución sagrada”.
El pasado domingo, cuando se conocieron los resultados electorales, escribió: “Os prometo que nunca traicionaré vuestra confianza. La Voz de la Razón está aquí para quedarse”. Como en casi todas sus publicaciones, al final añadió la bandera nacional griega y una llama. Discurso incendiario con imagen exquisita.
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