La justicia griega condena a 13 años de cárcel a la cúpula del partido neonazi Aurora Dorada

Una semana después de la sentencia histórica que dictaminó que el partido neonazi griego Aurora Dorada es una organización criminal, el Tribunal de Apelaciones de Atenas ha dictado este miércoles penas de 13 años de prisión para la mayoría de la cúpula, dos años menos de la máxima.

Con esta sentencia, los magistrados siguieron la recomendación de la Fiscalía. Los 13 años de cárcel son para el líder de la formación, Nikolaos Mijaloliakos, y para cinco de los seis restantes miembros de la cúpula. Al sexto, Artemis Matheópulos, le impuso 10 años. A ello se añaden entre seis meses y un año de cárcel por posesión de armas para cinco de los siete dirigentes, entre ellos Mijaloliakos.

El Tribunal condenó además a cadena perpetua al asesino del rapero antifascista Pavlos Fyssas, Yorgos Rupakiás, cuyo caso desencadenó el juicio. Además, le impuso 10 años por unirse a una organización criminal. Los jueces dictaron además penas de entre cinco y siete años para los restantes 11 exdiputados condenados. Para los otros 41 convictos, oscilaron entre varios meses y ocho años.

Por ahora no se sabe si los condenados ingresarán inmediatamente en prisión, pues el tribunal deberá debatir sobre las solicitudes de la defensa de dejar en suspenso la ejecución de la pena mientras dure el recurso que los abogados tiene previsto presentar inmediatamente.

La Policía informó ya la semana pasada que tiene bajo observación a todos los convictos y está preparada para detenerlos en cuanto reciba la orden del tribunal, lo que podría ocurrir en los próximos días en caso de que los jueces rechacen dejarlos en libertad hasta que hayan agotado todos los recursos.

La lectura se produjo en presencia de tan solo diez de los 59 condenados, y bajo la mirada de los padres de Fyssas, que no han faltado a casi ninguna de las vistas durante este último lustro.

Hace una semana exactamente, el tribunal había declarado culpable a la cúpula de formar y dirigir una organización criminal, en un juicio calificado de histórico que duró cinco años y medio. En una sentencia unánime, calificada en Grecia de hito para la democracia, los magistrados consideraron probado que los delitos cometidos por miembros del partido neonazi -asesinato, intento de asesinato, agresión y posesión de armas- no eran acciones de individuos que actuaban por iniciativa propia, sino directamente planeados y ordenados por la dirección del partido.

Pese a que a partir de ahora Aurora Dorada puede ser denominada banda criminal, la Constitución griega no permite la ilegalización de un partido. Además, a los miembros del partido no se les serán despojados sus derechos civiles, por lo que en principio podrán presentarse a las próximas elecciones.

La reforma del Código Penal aplicada durante el Gobierno de Syriza abolió la eliminación de estos derechos que regía hasta entonces. Ahora todo dependerá de si el Legislativo redacta una ley que tenga en cuenta estas circunstancias antes de los próximos comicios.

En lo que respecta al eurodiputado Yannis Lagós, quien nada más ser condenado la semana pasada regresó a Bruselas, su ingreso en prisión dependerá primero de si la Eurocámara le levanta la inmunidad y decide extraditarlo a Grecia. Lagós es el único miembro de toda la cúpula que todavía ostenta un cargo en un Parlamento. Se distanció de Aurora Dorada tras el fracaso del partido en las elecciones generales de 2019 e inmediatamente fundó una nueva formación, denominada Conciencia Nacional Popular. Actualmente ocupa un escaño en el Parlamento Europeo como diputado independiente.

Creado a comienzos de la década de 1980 por Mijaloliakos, Aurora Dorada fue durante unos 30 años el grupúsculo más violento de la extrema derecha helena. Su ascenso político la convirtió en tercera fuerza política de Grecia, con el 7 % de los votos, y coincidió con la quiebra de Grecia y su entrada en la era de los programas de rescate. En las últimas elecciones generales de 2019 el partido quedó fuera del arco parlamentario al no superar la barrera mínima del 3 %.