Las autoridades cierran indefinidamente el corredor de helicópteros cercano al aeropuerto de Washington tras el accidente
La víspera del choque de un Black Hawk con un vuelo comercial, otro avión de pasajeros tuvo que abortar el aterrizaje para evitar una colisión
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha decidido este viernes cerrar indefinidamente el corredor de helicópteros cercano al aeropuerto Ronald Reagan de Washington como medida preventiva después del accidente que costó la vida en la noche del miércoles a 67 personas, según ha informado la CNN. Un helicóptero militar Black Hawk colisionó con un avión de pasajeros de una filial de American Airlines, cayendo ambos sobre el río Potomac, muy cerca del aeropuerto. No hubo supervivientes. Se han recuperado ya más de 40 cadáveres. El accidente se produjo después de que el día anterior otro avión comercial tuviera que abortar su maniobra de aproximación para el aterrizaje para evitar otro accidente con un helicóptero.
El espacio aéreo de Washington está congestionado. Al volumen de aviones y helicópteros que se desplazan por sus cielos se une la complicación de las restricciones aéreas en zonas como el Pentágono (muy próximo al aeropuerto Ronald Reagan), la Casa Blanca y el Congreso. Los aviones se aproximan a las pistas de aterrizaje del aeropuerto sobrevolando el río Potomac. Los helicópteros militares hacen vuelos de entrenamiento en la zona para estar preparados por si tienen que intervenir ante una alarma, pero también porque desplazan habitualmente a mandos militares y civiles.
Aparentemente, el Black Hawk se salió de la trayectoria prevista, la llamada Ruta 4, y volaba más alto de lo que debería, aunque la investigación está en marcha y no hay aún datos oficiales, salvo que se tomen como tales los comentarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “El helicóptero Black Hawk volaba demasiado alto, mucho. Estaba muy por encima del límite de 200 pies. Eso no es muy complicado de entender, ¿verdad?”, tuiteó este viernes en su red social, Truth.
La Ruta 4 de helicópteros es un corredor especializado utilizado por helicópteros de las fuerzas del orden, de evacuación médica, militares y gubernamentales para volar al este del Aeropuerto Nacional Reagan. Los mapas de la FAA indican que los helicópteros que utilizan ese corredor deben volar a una altura igual o inferior a 200 pies sobre el nivel del mar.
Según la CNN, la ruta que se ha cerrado está al norte del puente Wilson, que conecta Washington y Virginia. La FAA también ha cerrado la Ruta 1, una trayectoria para helicópteros que discurre al sur del puente Key y que conecta el barrio de Georgetown de Washington con Rosslyn, en Virginia, según el canal de noticias.
Fuerte tráfico de helicópteros
El área de Washington tiene un fuerte tráfico de helicópteros. Según los datos de la FAA citados en un informe oficial de 2021, más de 50 operadores de helicópteros realizaron aproximadamente 88.000 vuelos en un radio de 30 millas (unos 48 kilómetros) del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan entre 2017 y 2019. Según dicho informe, 32.890 vuelos de helicópteros (el 37,4%) fueron militares, seguidos por 18.322 vuelos médicos (20,9%).
Es esa alta actividad la que ha llevado a la FAA, durante las horas de mayor tráfico aéreo, a destinar un controlador a ocuparse exclusivamente del control de vuelo de los helicópteros en la zona. Sin embargo, el miércoles, en el momento del accidente, una sola persona se estaba ocupando simultáneamente del control aéreo de los vuelos comerciales y de los helicópteros. Según un informe preliminar de la FAA citado por los medios estadounidenses, la dotación de controladores en el aeropuerto Ronald Reagan no era la normal en esa hora en la que se produjo la trágica colisión.
Pese a que la plantilla está infradotada, Trump ha ofrecido a los controladores aéreos, como al resto de funcionarios, dejar el Gobierno y darse de baja para buscar un empleo en el sector privado. La oficina presupuestaria de la Casa Blanca ha planteado a los trabajadores que seguirán cobrando hasta septiembre si dimiten voluntariamente antes del 6 de febrero.
Las labores de rescate y recuperación de los restos de las aeronaves se están viendo dificultadas este viernes por la lluvia que cae sobre Washington. Los equipos de rescate han recuperado ya más de 40 cadáveres de las víctimas. El mal tiempo y las restricciones relacionadas con las tareas de rescate están provocando también numerosos retrasos y cancelaciones de vuelos en el aeropuerto Ronald Reagan, que trata de recobrar la normalidad. La FAA prevé que los retrasos continúen hasta medianoche del viernes.
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